Algunas cuantiosas lluvias a fines de marzo parecen haberle puesto un punto y aparte a la prolongada sequía que azotó a gran parte de la Pampa Húmeda. Sin embargo, algunos coletazos de los más de seis meses de estrés hídrico complican el panorama del sector ganadero, con campos que se achican al tiempo que se complica la siembra de verdeos y pasturas, así como del “rebrote” de las que serán la base forrajera del próximo invierno.
Por lo tanto los productores están adelantando las ventas de la invernada y las vacas gordas, vacías y rechazo, para alivianar los campos.
Otra consecuencia de la sequía es el aumento el precio de los granos, maíz y soja, que incrementan el costo de la alimentación tanto de la actividad bovina, como la aviar y la porcina.
En números, hubo un importante incremento de la faena en el mes de febrero que superó el millón de cabezas, situación que no ocurría desde el año 2009 cuando se vivía un fuerte proceso de liquidación de stock. A pesar de este incremento de la faena, los precios del “gordo” subieron un 6%, sostenido principalmente por la exportación. China es el principal país de destino de las ventas que lleva la categoría vaca manteniendo los valores de la hacienda.