Brote de leptospirosis en bovinos y humanos en un tambo
Compartimos un extracto del informe publicado en la edición de Noviembre (2017) de Veterinaria Argentina, a cargo de Koval, A., López S., Lagioia, G., Bertino, R., Romera, M., R., Scialfa, E.
1 de febrero de 2018 - 00:13
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En Argentina existen varias referencias de brotes de leptospirosis en bovinos, en su mayoría asociados al serovar Pomona. Se han descripto casos en tambos, rodeos de cría y en establecimientos de engorde intensivo (feedlots).
Pese a ser una de las zoonosis de mayor relevancia a nivel mundial y constituir una enfermedad profesional para tamberos, veterinarios, criadores de cerdos y trabajadores de frigorífico, en nuestro medio rural la leptospirosis se conoce como enfermedad de los animales y no como una real amenaza para la salud del personal expuesto al contacto con el microorganismo.
Tabla Nº 1. Resultados de la serología de bovinos.
Sueros
Canicola
Castellonis
Copenhageni
Grippotyphosa
Pomona
Tarassovi
Wolffi
252
200
–
–
–
800
–
1600
251
–
–
–
–
–
–
–
739
–
–
–
–
800
–
800
332
–
–
–
–
800
–
400
233
200
–
–
–
800
–
800
221
200
–
–
–
–
–
–
100
–
–
–
–
–
–
–
21
–
–
–
–
400
–
200
203
–
–
–
–
1600
–
800
6
–
–
–
–
–
–
–
102
–
–
–
–
–
–
–
227
–
–
–
–
–
–
200
207
–
–
–
–
–
–
200
239
–
–
–
–
400
–
400
Si bien existen referencias de brotes humanos asociados al contacto con cerdos y bovinos en Argentina, en estos estudios no se han podido aislar leptospiras a partir de los animales y/o seres humanos. Este caso, con aislamiento y tipificación del microorganismo, es una oportunidad para transmitir conceptos que contribuyan a reducir las pérdidas económicas y el riesgo de infección humana, principalmente en trabajadores rurales en estrecho contacto con animales.
Materiales y métodos
El brote descripto se presentó en un tambo próximo a Lincoln, Buenos Aires, en un período de elevadas precipitaciones e inundaciones que afectan a gran parte de la región pampeana. En el establecimiento no se aplicó vacuna para la prevención de leptospirosis. El veterinario asesor del tambo sospechó esta enfermedad al observar vacas en ordeñe con hemoglobinuria y muerte de un animal, al comienzo sin manifestación de abortos. Pocos días más tarde se comunicó la aparición de abortos en cerdas que coexistían en el predio y en 5 vacas, simultáneamente con la noticia de la internación de los 2 tamberos y luego del propietario.
Toma y procesamiento de muestras
Extracción de orina y sangre: Se aplicó furosemida (10 mL por animal, vía intravenosa) a las 5 vacas que abortaron. La orina se colectó en un frasco plástico estéril de boca ancha a partir del chorro medio. También se extrajo sangre de 14 vacas para investigar presencia de anticuerpos por la técnica de microaglutinación (MAT). De cada muestra de orina recién obtenida se sembraron 0.5 mL en un tubo conteniendo 20 mL de medio EMJH con 5-fluorouracilo para inhibir la microbiota acompañante.
Cultivo: La primer dilución de cada una de las 5 orinas se remitió refrigerada al laboratorio. De cada una se tomó 0.5 mL y se sembraron con pipeta 3 tubos de medio EMJH semisólido con 5 –fluorouracilo, en diluciones seriadas en base 10. Los tubos se incubaron a 28-32 º C y se observaron semanalmente al microscopio de campo oscuro.
Serología: Sueros bovinos de animales abortados y no abortados se procesaron por técnica de microaglutinación (MAT) frente a los serovares Canicola, Castellonis, Copenhageni, Grippotyphosa, Pomona, Tarassovi y Wolffi.
Descripción de los casos humanos
Paciente 1: 24 años, empleado del tambo. Consulta por fiebre, dolores musculares y articulares generalizados, dolor abdominal y diarrea con 5 días de evolución. Queda hospitalizado y se inicia tratamiento antibiótico con Ceftriaxona por vía intravenosa.
Paciente 2: 26 años, empleado del tambo. Consulta por fiebre y vómitos con 5 días de evolución. Sospechan leptospirosis y siguen los mismos criterios que con el paciente 1. A ambos se les extrae una nueva muestra de sangre para investigar seroconversión entre los 10 y 15 días después de obtenida la primera muestra.
Paciente 3: 44 años, productor tambero. Consulta en la guardia de otra clínica por fiebre alta, dolores musculares generalizados, escalofríos y dolor de cabeza intenso. Refiere que sus empleados enfermaron de leptospirosis. Lo medican con doxiciclina cada 12 horas por una semana y vuelve a su domicilio. Tres días después retorna con fiebre, malestar general, oliguria y diarrea, quedando internado. No se tomaron muestras para confirmar el diagnóstico.
Discusión
En nuestro medio se registran pocos casos dónde se presente la enfermedad en animales y humanos en forma simultánea y se logre aislar y tipificar el microorganismo. Como no es una enfermedad que presente una sintomatología característica, tanto en medicina veterinaria como en humana está sub diagnosticada. Suelen tomar conocimiento público aquellos brotes dónde se ven afectadas varias personas por lo general en situaciones de inundaciones, pero este tipo de casos aislados no suelen tener difusión.
Es correcto vincular la enfermedad con inundaciones pero, a veces, no se considera que el origen es siempre un animal portador que elimina leptospiras por orina contaminando el medio ambiente. El agua contribuye a la sobrevivencia y dispersión de leptospiras hasta infectar otro huésped susceptible.
Se trata de un microorganismo ampliamente distribuido en la naturaleza, con múltiples especies portadoras, donde no se pueden evitar los factores climáticos asociados al aumento de casos, lo que hace inviable su erradicación. Pero sí se pueden tomar medidas que están absolutamente probadas para mitigar los riesgos de aparición de brotes tanto en los animales como en el hombre. Entre ellas se pueden recomendar:
Concientización de profesionales, productores y personal: La población de riesgo está desinformada respecto a la enfermedad y sus potenciales consecuencias, al igual que sucede con otras zoonosis presentes en nuestro medio rural, como brucelosis, carbunclo o tuberculosis. Es importante concientizar a productores y al personal para que, en caso de presentar alguna sintomatología como la descripta, acuda a una consulta médica y mencione que trabaja con animales, potenciales portadores de leptospiras. Esto seguramente alertará al médico para considerar la posibilidad, tomar muestras y de ser necesario, iniciar el tratamiento antibiótico.
Protección personal: Se conoce que el microorganismo ingresa a través de las mucosas y piel dañada, por lo cual se recomienda una protección básica como la utilización de botas de goma, guantes y anteojos de seguridad cuando se opera en la fosa, se trabaja con animales en situaciones donde puede haber contacto con orina (ejemplo, tacto rectal) o en lugares potencialmente contaminados con orina y/o que favorecen la supervivencia de leptospiras (ejemplo: barro).
Control de roedores: Es clave diseñar un plan de control de roedores, almacenar adecuadamente el forraje y así evitar su contaminación con orina infectada.
Vacunación sistemática de los animales:
Un caso reconocido respecto a la utilización de vacunas en los animales para prevenir la enfermedad en el hombre, es el trabajo llevado adelante en Nueva Zelanda. En dicho país se aplica desde hace más de 20 años vacuna en forma sistemática en tambos y criaderos de cerdos, donde el personal está más expuesto a infectarse por el contacto estrecho y cotidiano con los animales.
Esta medida ha permitido reducir los casos humanos de 25 a 2 cada 100.000 habitantes por año, constituyendo un ejemplo de buenas prácticas veterinarias con alto impacto en la salud pública.
Se aspira a que este trabajo pueda contribuir al conocimiento de esta afección y de las medidas preventivas para disminuir el riesgo de la infección en los animales y en el hombre. Propone el empleo de herramientas disponibles, relativamente sencillas de implementar y al alcance de profesionales y productores, que son los responsables de la salud animal y de las personas que trabajan en sus establecimientos.