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SUSCRIBITE La 44º reunión ordinara de la Comisión Sudamericana para la Lucha contra la Fiebre Aftosa que se llevó adelante en Brasil a comienzos de abril no pasó desapercibida en el ámbito político y técnico regional.
Esto se debe básicamente a allí se avanzó en la discusión de temas estratégicos, como lo es la situación del Plan de Acción Hemisférico para la Erradicación de la enfermedad y los desafíos que plantea su última etapa, en la cual deberán adoptarse medidas para establecer un Banco Regional de Antígenos y Vacunas (Banvaco), autorizar el manejo de cepas exógenas a la región por parte de los laboratorios elaboradores y la posibilidad de quitar el virus C de los programas de vacunación sistemática. Ni más, ni menos…
Además, la frutilla del postre estuvo dada por el anuncio de las primeras medidas dirigidas a preparar a la región para una transición hacia un estatus de “libre sin vacunación”, con la correspondiente definición de estrategias subregionales.
Vale decir que si bien Brasil es uno de los grandes impulsores de esta última modificación, el ímpetu con el cual sus representantes avanzaron sobre el tema fue menor al esperado, quizás por realizarse el encuentro pocos días después de comenzar a revertirseel cierre de mercados generado tras el escándalo vinculado a la contaminación de carnes enviadas desde allí al sector exportador.
Frente a estos temas de relevancia, MOTIVAR tuvo la posibilidad de dialogar con el presidente del Senasa, Jorge Dillon, quien estuvo presente en la Cosalfa.
“Se trató de una reunión positiva, donde se coincidió en la necesidad de contar con un relevamiento epidemiológico exhaustivo respecto de la presencia del virus en la región previo a tomar alguna decisión”, enfatizó el funcionario.
¿Hay circulación en el Continente?
Frente a este interrogante, Dillon explicó que 2016 marcó un nuevo hito en la lucha contra la fiebre aftosa, al completarse un quinquenio sin focos en la región del Mercosur; al tiempo que no se han notificado casos en las zonas y países sin reconocimiento sanitario, desde hace ya tres años (el último fue en Venezuela).
Más allá de esto, vale destacar que comienzan a vislumbrarse en la región algunos problemas concretos básicamente relacionados con este último país,en el cual sí existiría circulación viral (sus autoridades denunciaron –aunque de manera tardía- focos en el último tiempo), manteniendo en alerta al resto de los países.
La avanzada brasileña
Como se dijo anteriormente, uno de los países más interesados en introducir cambios en la actual estrategia es Brasil y fueron sus representantes quienes presentaron un cronograma para iniciar el retiro gradual de la vacunación antiaftosaa partir de 2019.
La estrategia comenzaría en las fronteras con Perú y Bolivia, para luego extenderse hacia el noroeste, avanzar en el noreste y culminar dejando de vacunar en la región central y Río Grande del Sur en 2021.
Si bien las autoridades brasileñas sostienen que son argumentos técnicos y de bioseguridad los que impulsan esta decisión, no podemos pasar por alto la disputa de intereses que gira en torno a la misma, tal como la insistencia de productores locales de cerdos, quienes aspiran a incrementar (aún más) su negocio exportador hacia países que les exigen el status de libre de aftosa sin vacunación.
¿Qué ocurrirá con las millonarias inversiones que la industria farmacéutica se encuentra realizando para producir cada vez más vacunas internamente? ¿Serán destinadas a la exportación? Muchos interrogantes y por ahora, pocas respuestas.
El virus C y la postura nacional
Es clave mencionar que todas estas acciones se plantean en el marco de una tendencia que propone eliminar el virus C de las actuales vacunas que se emplean tanto en Argentina, como en Brasil, Bolivia y Paraguay. Si bien esta situación no modificaría el estatus sanitario de los países, la propuesta está sustentada en que se trata de un virus que “ha desaparecido” y que el mayor riesgo está en la posibilidad de que se registren “escapes” en las plantas de elaboración.
En ese sentido, Bolivia anunció que tomará la decisión de avanzar en las vacunaciones sin el virus C a partir de la próxima campaña de 2018.
Brasil tomará esta misma decisión a partir de 2019, acompañada de una reducción en la dosis de vacuna de 5 a 2 ml.,“sin pérdida de calidad antigénica”.
“Argentina está de acuerdo en retirar el tipo C si tuviéramos evidencia objetiva y suficiente de que el virus no está en la región y que el riesgo de reintroducción es insignificante”, le explicó a MOTIVAR el presidente del Senasa. Y avanzó: “Si bien todo pareciera indicar que esto es así, debemos hacer notar que los sistemas de vigilancia tradicionales han demostrado no ser lo suficientemente sensibles en poblaciones sistemáticamente vacunadas como para detectar la presencia”.
Dillon fue contundente en cuanto a la necesidad de entrenar al personal del Senasa en la vigilancia epidemiológica basada en riesgo y para ello pronto iniciarán actividades junto a los servicio técnicos de los países del MERCOSUR.
“Los sistemas de vigilancia tradicionales han demostrado no ser lo suficientemente sensibles en poblaciones sistemáticamente vacunadas como para detectar presencia del virus”.
El CVP con el liderazgo de Argentina, accedió a un programa por medio del cual el BID aportará US$ 1.5 millones para llevar adelante este tipo de capacitaciones y acciones de vigilancia epidemiológica
“Queremos tener la seguridad de que el virus realmente no está presente. No solo el C, sino también el A y el O”, completó.
Una segunda condición esgrimida por la representación argentina frente a la Cosalfa para implementar las citadas modificaciones fue que los Servicios de los países de la región manifiesten las condiciones necesarias para la detección temprana y respuesta rápida para hacer frente al desafío de dejar de vacunar.
En el caso de Paraguay, la representación institucional del SENACSA manifestó una postura similar a la de Argentina.
Banco de vacunas
Otro de los aspectos en los cuales los países deberán coincidir antes de quitar algún virus o suspender las vacunaciones es la conformación del Banvaco.
“Si bien recibimos una propuesta los días previos a la reunión, entendemos que existen diversas cuestiones en las cuales aún debemos avanzar, razón por la cual se decidió un cuarto intermedio de dos meses y la realización de un encuentro específico para que los países interesados debatan el tema”, le adelantó Dillon a MOTIVAR.
Y profundizó: “Es clave dejar bien establecido cómo se generará ese banco de vacunas y antígenos, dónde estará ubicado, quién y cómo se gerenciará y, fundamentalmente, cuáles serán las prioridades en materia de distribución llegado el caso que se produzcan brotes simultáneos en distintos países, por ejemplo”.
Este no es un dato menor, pensando en las inversiones que están realizando distintas empresas para la instalación de plantas de bioseguridad para elaborar vacuna, tanto en nuestro país, como en Brasil.
Más allá de esto, lo cierto es que en la región el único banco de vacunas y antígenos que existe es argentino e incluso está reconocido por Estados Unidos.
“Si bien es cierto que el banco puede estar conformado por más de una planta, es clave comprender que el mismo deberá tener capacidad de producir vacunas y antígenos rápidamente; y para ello será clave que se mantenga activo, por ejemplo elaborando vacuna con destino de exportación”, explicó Jorge Dillon.
Que quede claro, llegado el caso de avanzar hacia países “sin vacunación”, las empresas que hoy están invirtiendo en el rubro y que pretendan ser parte del Banvaco, deberán mantenerse activas produciendo y enviando producto a los más de 100 países en los cuales todavía hay circulación del virus de aftosa en el mundo.
“Argentina tiene experiencia no solo en el envío de vacunas a otros países afectados por la enfermedad, sino también cooperando en materia de vigilancia epidemiológica y planes de control y erradicación”, aseguró nuestro entrevistado. Y avanzó: “Esta situación nos permitirá posicionar al Senasa como referente sanitario a nivel global, estimulando la confianza de terceros países en los productos alimenticios que aquí producimos. Podemos exportar tecnología y conocimiento, tal como ya estamos haciendo en China, Vietnam y Corea del Sur. Hace un mes tuvimos una excelente oportunidad en Camboya en donde disertamos sobre nuestro programa de control y erradicación ante servicios oficiales de países asiáticos, generando mucho interés por nuestro trabajo”. De esta manera se podría estar ante la posibilidad de “vender nuestro conocimiento”, no solo del SVO, sino también de los productores, veterinarios privados, industria y el personal oficial provincial, y nacional (INTA y el propio Senasa).
Manejo de virus exóticos
Uno de los puntos en los cuales sí ya hay consenso entre los 13 países miembros de la Cosafa está ligado a que –con las condiciones de bioseguridad que cumplen actualmente buena parte de las empresas elaboradoras de vacuna antiaftosa en la región- se permitirá el ingreso de cepas exóticas para poder preparar vacunas destinadas a la exportación.
“Sin dudas que se llevarán adelante estrictos controles de bioseguridad, a cargo no solo de las autoridades del país en cuestión sino también de una comisión regional que auditará las correctas condiciones de los laboratorios habilitados para el manejo de estos virus”, aseguró Jorge Dillon.