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SUSCRIBITE Brotes de anemia infecciosa equina en Guernica (Buenos Aires); medidas de control tomadas ante el reporte de un foco de Influenza aviar en Chile; soporte a Bolivia para controlar la langosta, decomisos en las rutas, suspensiones a frigoríficos, campaña antiaftosa…
No hay dudas que el Senasa transitó los meses de enero y febrero de manera intensa, con modificaciones en marcha y otras por venir.
En un año en el cual se espera sea más visible el recambio generacional dentro de su plantel y que comenzó con cambios de nombres en puestos estratégicos (como la dirección de Inocuidad), se hace ya imprescindible que el organismo sanitario avance en su modernización, a fin de brindar sus servicios de un modo más ágil y transparente, en la búsqueda de formalizar la cadena de comercialización de las distintas actividades productivas.
En ese marco, hace algunas semanas se puso en marcha oficialmente el Consejo Consultivo del Senasa, el cual quedó conformado por 13 miembros de la actividad agroindustrial (uno de ellos es Caprove) y dos representantes de las provincias. Allí se debatirán políticas y estrategias para avanzar en el “sinceramiento técnico” de muchos de los temas en los cuales el ente participa.
¿Qué quiere decir esto? Que así como se eliminaron los trámites pre despacho por considerarse que la situación sanitaria actual dista sustancialmente de la que llevó a instalar la práctica; y se dio de baja la resolución por medio de la cual era obligatorio vacunar contra la encefalomielitis equina (Ver nota adjunta), probablemente otras normativas comiencen a ser revisadas.
Exportaciones y caravanas
No menos importante resultó la publicación en febrero de la Resolución 53, por medio de la cual se implementan nuevos procedimientos para los establecimientos que integran el circuito comercial que provee ganado para faena de exportación a la Unión Europea (UE).
¿Cuáles son las principales novedades?
Por ejemplo, se elimina la obligación de elaborar y declarar la Tarjeta de Registro Individual de Tropa (TRI) de animales desde los campos que abastecen a los Establecimientos Proveedores de Faena a la UE.
Asimismo, se establece que los nuevos productores que deseen ingresar al registro, deben declarar la totalidad de las caravanas aplicadas sobre los animales del predio y esperar al menos 40 días para enviarlos a faena. Y quizás lo más importante: el registro pasa a ser “por establecimiento agropecuario”, debiendo también efectuar la inscripción por cada especie animal bovina, bubalina y ciervos existentes.
“Apuntamos a simplificar las tareas administrativas que realizan los productores, agilizando también los procesos de trabajo”, le explicó a MOTIVAR el presidente del Senasa, Jorge Dillon.
En ese camino va la identificación de los bovinos, la cual sufrirá modificaciones finalmente a partir del próximo 1 de julio con la instauración de la caravana Botón – Botón obligatoria.
Más allá de esto, el organismo sanitario se encuentra en proceso de homologación de los microchips que -con la nueva normativa- se plantearán como de uso optativo, pero con el foco en que sea la herramienta por medio de la cual se lleve adelante no solo la trazabilidad de la hacienda, sino también un manejo más eficiente de la misma. “Con el paso del tiempo comenzaremos a hablar de animales microchipeados”, se entusiasman desde el Senasa.
Cambios y responsabilidades
Otro de los temas que ocupará la agenda oficial de este 2017 será la posibilidad de que finalmente se decida quitar el virus C de las vacunas antiaftosa que se comercialicen en el país, situación que está siendo promovida tanto desde Panaftosa, como la COSALFA.
A ello seguramente se sumarán debates en torno a la necesidad de agilizar las decisiones en para contar con un banco de antígenos y vacunas antiaftosa en la región, eslabón imprescindible si lo que se pretende es verdaderamente dejar de vacunar promediando 2020. Y no menos importantes serán los acuerdos de cooperación que el Senasa pueda rubricar con países interesados en acceder a todo el Know How argentino en la lucha contra la enfermedad.
En ese contexto e indicado como uno de los 100 ejes temáticos que son prioritarios en la gestión del Presidente, Mauricio Macri, el Senasa comienza a difundir los alcances de su Ley 27.233.
Y es en este punto en el cual debemos realizar una fe de erratas por la información compartida en MOTIVAR sobre este tema en diciembre de 2016.
En aquel entonces, sostuvimos que el Senasa podría regular los aranceles de la vacuna antiaftosa, lo cual no ocurrirá. A decir verdad, la normativa brinda la posibilidad de armar nuevas estructuras de organización sanitaria que contemplen la creación de nuevos entes, enfocados en problemáticas específicas de sus regiones. Sobre estos nuevos entes y por medio de un plan operativo anual es que se establecerá el arancel que será supervisado desde el Estado.
En definitiva, la nueva Ley del ente oficial modifica las responsabilidades (civiles y penales) en materia de sanidad animal y vegetal, e inocuidad alimentaria.
“Esto plantea un cambio rotundo. Se abre un nuevo paradigma en el cual el Senasa sin dudas deberá velar por el cumplimiento de las normas, pero serán también los productores (y veterinarios) los que deban comenzar a hacerse responsables de sus actos”, nos explicaba recientemente Jorge Dillon en el marco de un tema que seguramente profundizaremos en las próximas ediciones de MOTIVAR.