El proyecto de Resolución que el Senasa publicó en el marco de las Consultas Públicas disponibles en www.senasa.gob.ar propone un plan de lucha contra la garrapata y plantea la conformación de un nuevo mapa epidemiológico que permita recategorizar las zonas vigentes y las acciones a desarrollar en cada una de ellas. “La inocuidad de los alimentos propicia el uso racional de los productos veterinarios garrapaticidas aprobados”, sostiene el documento que puede ser solicitado en su versión completa vía [email protected].
“Se promueve a nivel nacional el control integrado del parasito en zonas con garrapatas, manteniendo cargas parasitarias en niveles compatibles, propiciando el diseño e implementación de planes provinciales de erradicación, específicamente en los casos donde sea viable y sostenible en el tiempo la eliminación del parasito”, agrega el proyecto.
Vale decir que la Consulta Pública permaneció abierta hasta el 2 de septiembre y promueve la “Aprobación del Plan Nacional de la Garrapata del Bovino en Argentina”, explicitando las funciones que deberán cumplir tanto el Senasa, como los gobiernos provinciales, los entes sanitarios y los veterinarios acreditados. A la vez, pone el foco en las responsabilidades del productor, el cual deberá gestionar y mantener actualizado el Libro de Registro de Tratamientos y rubricar cada acción llevada a cabo en el establecimiento (tal lo establecido en la Resolución 666/11 del ente sanitario).
Al mismo tiempo y entre otras acciones, tendrá que practicar el correcto uso de los garrapaticidas, en consistencia con sus indicaciones y bajo el asesoramiento veterinario, respetando los períodos de restricción y avanzar en tratamientos correspondientes hasta alcanzar la limpieza de la tropa, el baño precaucional para animales con destino diferente a faena inmediata y la gestión documental necesaria para el movimiento de animales desde zonas con garrapatas hacia zonas indemnes o en erradicación.
Además de describir detalladamente cuáles son las acciones que se deben desarrollar en las zonas definidas como de “Control”, “Erradicación” e “Indemnes”, el proyecto hace hincapié en la forma de aplicación de los garrapaticidas y las condiciones mínimas que deben cumplir los bañaderos.