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SUSCRIBITEAl igual que lo viene realizando en los últimos años, CAENA llevó adelante su Congreso Argentino de Nutrición Animal en Parque Norte, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Durante esta quinta edición, se presentaron novedades y avances científicos y técnicos en las distintas producciones animales.
Allí y compartiendo cartel con temáticas ligadas a bovinos, aves, porcinos, acuicultura, fabricación de balanceados y asuntos regulatorios, se concretó una conferencia denominada “Sustentabilidad en la producción de proteínas animales”.
De ella participaron Gabriel Gualdoni (CAENA), Jorge Nazar (CAPIA), Roberto Domenech (CEPA), Rodrigo Troncoso (CAF), Daniel Fenoglio (Cabaña Argentina) y Guillermo Faifer (Clúster acuícola del Nordeste argentino). El objetivo estuvo centrado en dilucidar la percepción de entidades, productores y ciudadanía sobre la intensificación de las actividades, de cara a un futuro que exigirá aumentos en la generación global de alimentos.
Desde la Cámara Argentina de Feedlot, Rodrigo Troncoso dejó en claro que toda intervención del hombre altera el ambiente. En relación a la generación de emisiones, explicó que en los engordes a corral se produce más carne con menos recursos y se favorece la eficiencia digestiva del animal en el uso de concentrados. “Esto lleva a generar menor emisión de metano que en las actividades pastoriles, por ejemplo”, sostuvo Troncoso.
Por su parte y al referirse a la percepción que tienen los argentinos sobre la actividad sostuvo que, más allá de una preferencia cultural a ver los bovinos pastando en el campo, en los corrales en los cuales se trabaja de manera adecuada se logran una serie de ventajas. “Los animales tienen un control diario; disponen de una dieta balanceada de acuerdo a sus necesidades y cuentan con agua fresca y limpia todos los días”, culminó.
En representación de CAPIA, Jorge Nazar inició su alocución con una frase contundente: “Los productores tenemos que trabajar mucho en responsabilidad social empresaria”, para luego complementar: “Sin dudas que el cuidado del medio ambiente es central, aunque sin olvidarnos que además de alimentar a una demanda global creciente, deberemos hacerlo de un modo que sea económicamente viable para que todos adquieran proteína animal”.
Poniendo como ejemplo el caso de regulaciones que impiden comercializar huevos (en Alemania) provenientes de gallinas que producen en jaulas, el referente explicó que “solemos equivocarnos al responder a estos ataques pura y exclusivamente desde la evidencia científica, siendo que en su resolución también entran en juego componentes emocionales y políticos”. Y propuso: “Los empresarios del rubro debemos comenzar a focalizarnos en aceitar la forma en que comunicamos las ventajas de nuestros productos”.
En línea con las declaraciones de Nazar, Roberto Domenech enfatizó en la importancia de “comunicar todo lo positivo e imprescindible que tiene que ver con las producciones intensivas responsables”. En ese sentido, el presidente de CEPA agregó que la dinámica de la actividad avícola le permitió al sector cambios significativos en materia de sustentabilidad.
“Hace 30 años pagábamos para hacer algo con las plumas, mientras que hoy son un producto de exportación (parte del alimento balanceado de la acuicultura)”, explicó. Y agregó: “Tanto la recuperación de los aceites de las vísceras, como de las harinas de carne tienen hoy que ver con el desarrollo de la industria del Pet”.
En materia de efluentes, recordó que en avicultura se pueden extraer grasas líquidas y aceites. “También barros industriales para calderas, situación que se usa en el 35% de la producción, produciendo un ahorro de US$ 60 mil dólares mensuales por el no uso de combustibles”.
Por otra parte, el referente coincidió en la necesidad de evaluar acciones para mercados exquisitos de 500 millones de habitantes, como el europeo, y otros que no pueden pagar la ingesta mínima y necesaria de alimentos. “Deberemos armonizar estas situaciones, pensando en los conceptos de soberanía y seguridad alimentaria, que están en pleno desarrollo en distintos países”, destacó el directivo. Y agregó: “En algunos lugares la avicultura se impulsa incluso a contra costo, pensándola en función de las proteínas que requerirán los habitantes”.
A su turno, fue Daniel Fenoglio quien explicó que hoy el efluente del porcino se percibe como un activo en el mundo, compartiendo una serie de ejemplos: “En Estados Unidos se abren galpones para poder usar el excremento como fertilizante y en Chile se genera energía eléctrica a partir de los gases; mientras que en otros países este efluente se utiliza como alimento para los rumiantes, reemplazando hasta el 30% de las dietas en un feedlot”, describió. Más allá de esto y al referirse al mercado, Fenoglio explicó que hoy el consumidor exige sanidad, seguridad alimentaria, trazabilidad y bienestar en los animales.
“La acuicultura empieza a tener protagonismo en nuestro país, gracias a la modalidad de Clúster, como el instrumentado en el NEA entre las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones”, sostuvo Guillermo Faifer, tras mencionar el aporte del PROSAP en este sentido. Además, el referente mencionó que por medio de esta iniciativa se apunta a trabajar en especies como el surubí y el dorado.
“Sin embargo, la principal apuesta está planteada para el caso del pacú (producción que ya supera las 2.000 toneladas), donde por ejemplo en el Chaco ya existe una empresa que ha desarrollado 14 subproductos”, agregó.
En materia de desafíos, Faifer se refirió a la necesidad de mejorar la nutrición y así lograr para todos los casos niveles de conversión que ya oscilan entre 1.1 y 1.2, inclusive en emprendimientos locales para pacú y tilapia. “Tenemos mucho por crecer también en el mejoramiento genético”, subrayó ante los asistentes.
Al ser consultado sobre la percepción de los consumidores en cuanto a pescados surgidos de criadero o pesca, Faifer explicó que existen situaciones por modificar en relación al sabor de los productos. “El gusto a tierra que suele sentirse se debe al mal manejo del cultivo y no al lugar en donde fue realizado”, enfatizó.
Y avanzó: “Eso realmente sucede por la acción de cianobacterias que eliminan goesmina. Es un proceso que se puede evitar, tal como lo han hecho en otros países”.
El cierre del panel estuvo a cargo de Gabriel Gualdoni, vicepresidente de la entidad organizadora del Congreso, quien enfatizó en las oportunidades que plantea a futuro la producción animal. “Debemos ser vehementes al comunicar lo que significa la intensificación en materia de avances en la eficiencia, genética, manejo y nutrición; sin descuidar las soluciones que ofrecen tanto la industria farmacéutica, como la biotecnología”, resumió.
A su vez, el representante de CAENA hizo hincapié en la importancia de que la industria incorpore y no margine a la agricultura familiar, al tiempo de insistir en materia de comunicación. “Esta es sin dudas una falencia de nuestros sector: necesitamos un mensaje común y fuerte, en defensa del desarrollo de las proteínas animales”, aseveró. Y concluyó: “Somos todos responsables de difundir conceptos claros que derriben los mitos y las dudas, siempre destacando los aspectos positivos de la actividad. Tenemos que trabajar los mensajes para que lleguen a la cabeza y al corazón de los consumidores”.