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PROBLEMATICA EN ANIMALES LACTANTES

“La diarrea conlleva problemas de bienestar y pérdidas económicas”

En el caso de las terneras de reposición, los inconvenientes se hacen aún más visibles con el aumento en la edad al primer parto y la disminución de la producción de leche durante la primera lactación.
30 de abril de 2014 - 23:03

FAWEC Según el denominado principio de las cinco libertades (FAWC, 1992, 1993), el animal no debería sufrir dolor, lesiones, ni enfermedades gracias a una prevención adecuada y/o un diagnóstico y tratamiento rápidos. De hecho, y de acuerdo con los protocolos Welfare Quality, la valoración del bienestar animal debe tener en cuenta, entre otros aspectos, si el estado sanitario es adecuado.

La salud es una parte importante del bienestar y cualquier enfermedad implica algún grado de malestar en el animal.

La diarrea neonatal en terneros se caracteriza por la aparición de heces líquidas o acuosas de una forma repentina y aguda.

Se manifiesta en un 10 – 35% de los terneros lactantes y causa más del 50% de las bajas antes del destete. Además, provoca apatía y pérdida gradual del apetito y del crecimiento, llegando a disminuir la ganancia media diaria hasta 0.03 kilos.

En terneras de reposición se han descrito algunas consecuencias a largo plazo: aumento de la edad al primer parto y disminución de la producción de leche durante la primera lactación. En terneros, conlleva problemas de bienestar y pérdidas económicas que pueden reducirse con una adecuada prevención y tratamiento.

 

Agentes determinantes

La causa puede ser infecciosa o nutricional. La diarrea infecciosa se origina por la infección de agentes virales (Rotavirus, Coronavirus), bacterianos (Escherichia coli, Salmonella spp.) o parasitarios (coccidiosis, Cryptosporidium parvum) que pueden actuar de forma independiente o al mismo tiempo. Estos patógenos causan daño en el tracto intestinal a través de la destrucción y el desprendimiento de los enterocitos, la atrofia de las vellosidades y la inflamación de la submucosa, provocando diarrea. La diarrea nutricional suele ocasionarse por un mal manejo de la administración del reemplazante lácteo.

 

Indicadores de bienestar

En uno o dos días, los terneros pueden deshidratarse y perder entre el 5 y el 12% del agua corporal. A medida que se deshidratan, los síntomas clínicos (ojos hundidos, baja elasticidad de la piel, boca y hocico seco, extremidades y orejas frías) aparecen de forma más pronunciada pudiendo llegar a desencadenar la muerte del animal.

La diarrea en terneros implica la aparición de comportamientos asociados a enfermedad, que pueden ser reconocidos mediante cambios fisiológicos y de conducta. La respuesta está mediada por la acción de las citoquinas proinflamatorias, afectando el sistema nervioso central y el inmune.

Se trata de una estrategia adaptativa que aumenta la eficacia de la respuesta inmune: permite al animal utilizar sus recursos energéticos contra la enfermedad. Los terneros con diarrea muestran apatía, somnolencia, pérdida del apetito y de la sed detectable porque los animales necesitan estímulos más intensos para levantarse y pueden mostrarse reacios a acercarse a los cuidadores. Además, disminuyen su actividad general (permanecen más tiempo tumbados), modifican su patrón de acicalamiento e interaccionan menos con otros.

En terneros sanos, la temperatura crítica inferior (TCI, temperatura ambiental por debajo de la cual los animales tienen que usar energía para mantener su temperatura corporal) se estima alrededor de los 10ºC.

En terneros con diarrea, la mala absorción de los alimentos incrementa la TCI, haciéndolos aún más susceptible a las bajas temperaturas. Como consecuencia, pueden observarse temblores de forma frecuente.

Además y al menos en terneros pequeños, se perciben modificaciones en la conducta de reposo, de modo que los que tienen diarrea pueden verse más frecuentemente con las extremidades por debajo del cuerpo y la cabeza apoyada a un lado. Esta postura permite reducir la superficie corporal expuesta, la pérdida de calor y la TCI.

Los comportamientos asociados a enfermedad también implican un estado emocional negativo, incluyendo depresión, dolor y anhedonia (pérdida de interés o reactividad a los estímulos habitualmente placenteros). En definitiva, la diarrea puede ir acompañada de dolor abdominal y los terneros pueden mostrar una postura indicativa de dolor que consiste en mantener el abdomen curvado y la cola entre las piernas mientras están de pie.

En casos avanzados, la posición de pie con la cabeza y el cuello por debajo del pecho es indicativa de malestar severo.

 

Fuente: FAWEC, Centro Educativo patrocinado por Boehringer Ingelheim.

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