El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) ha defendido activamente su respuesta al reciente brote de influenza aviar H5N1 altamente patógena, haciendo hincapié en las medidas adoptadas para proteger tanto al ganado como a la salud pública.
El Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS) del USDA ha puesto en marcha una serie de acciones destinadas a controlar la propagación del virus y mitigar su impacto en el sector agrícola.
Una de las medidas clave adoptadas por el USDA es la emisión de una Orden Federal que exige pruebas obligatorias para el movimiento interestatal de ganado lechero.
Esta medida garantiza que el ganado lechero sea examinado para detectar el virus de la influenza A antes de transportarlo a través de las fronteras estatales, previniendo así la propagación del virus a nuevas áreas.
Además, el USDA ha ordenado que los laboratorios y los veterinarios estatales informen al APHIS sobre cualquier resultado positivo de las pruebas de influenza A en el ganado. Este requisito de notificación ayuda al USDA a rastrear la propagación del virus y a responder de manera más eficaz.
Sanidad animal
El USDA también ha estado trabajando en estrecha colaboración con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) para analizar el virus y evaluar su posible impacto tanto en los animales como en los seres humanos. En un caso, un cambio en una muestra de H5N1 de una vaca en Kansas indicó una posible adaptación del virus a los mamíferos. Sin embargo, un análisis posterior realizado por los CDC no modificó la evaluación general del riesgo para el público en general.
Además de estas medidas, el USDA ha anunciado apoyo financiero para los productores afectados por el brote.
Esto incluye asistencia para mejorar la bioseguridad en el lugar para reducir la propagación del virus y herramientas financieras para compensar la pérdida de producción de leche en los rebaños afectados.
El USDA también está brindando apoyo para el desarrollo de planes de bioseguridad basados en planes existentes de suministro seguro de leche.
La respuesta del USDA al brote de H5N1 se ha caracterizado por una acción rápida y la colaboración con socios federales. Tras la primera detección de H5N1 en ganado lechero en la región del Panhandle de Texas, el USDA y el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) comenzaron a rastrear los movimientos de los animales, a tomar muestras de los rebaños para evaluar la prevalencia de la enfermedad y a iniciar actividades de prueba para garantizar la seguridad de los suministros de carne y leche. El USDA ha aprovechado los últimos datos científicos, la epidemiología de campo y las evaluaciones de riesgos para mitigar los riesgos para los trabajadores, el público en general y la industria ganadera.
Críticas
A pesar de estos esfuerzos, el USDA ha enfrentado críticas de algunos sectores con respecto a la velocidad y eficacia de su respuesta.
Sin embargo, los funcionarios del USDA han defendido sus acciones, señalando que la respuesta al brote actual ha sido más rápida y en mayor escala en comparación con los brotes anteriores.
El USDA continúa colaborando con socios y partes interesadas para perfeccionar sus estrategias de respuesta y garantizar la salud y la seguridad tanto de los animales como de los seres humanos.
En conclusión, la respuesta del USDA al brote de influenza aviar H5N1 ha implicado un conjunto integral de medidas destinadas a controlar la propagación del virus y apoyar a los productores afectados. A través de pruebas obligatorias, requisitos de presentación de informes, apoyo financiero y colaboración con socios federales, el USDA está trabajando para proteger a la industria ganadera y la salud pública de la amenaza que representa este virus altamente patógeno.
FUENTE: AviNews