La Organización Mundial de la Salud Animal (OMSA) hizo un llamamiento a sus 183 miembros para que tomen una serie de medidas tendientes a la prevención, detección precoz y diagnóstico diferencial, a partir de la amenaza actual de la influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP), que "exige una atención mundial urgente, ya que trasciende sus orígenes aviares", alertó el organismo.
La declaración surge de la aparición, cada vez con más frecuencia, de la enfermedad en mamíferos domésticos, salvajes y de producción. En particular, la circulación actual en el ganado lechero de EEUU está suscitando preocupación en la comunidad internacional.
Aunque el virus afecta principalmente a las aves domésticas y silvestres, cada vez se registran más casos en mamíferos terrestres y acuáticos. "Hasta noviembre de 2024, más de 30 especies de mamíferos han sido infectadas por la IAAP y es probable que esta cifra aumente, ya que los datos recogidos por el Sistema Mundial de Información Zoosanitaria (WAHIS) sugieren que la incidencia de infecciones por IAAP en el hemisferio norte aumenta en octubre y alcanza su punto máximo en febrero. Estos casos ponen aún más de relieve la capacidad del virus para atravesar las barreras entre especies y suponer una amenaza para la fauna salvaje, los animales domésticos y la salud pública".
Propagación y preocupación internacional
Las continuas detecciones de gripe aviar altamente patógena en el ganado lechero de EEUU suscitan una gran preocupación internacional. Los bovinos infectados son asintomáticos o presentan una enfermedad leve con signos clínicos inespecíficos como disminución de la producción de leche, leche más espesa parecida al calostro, disminución del apetito, letargo, fiebre y deshidratación. La actual circulación intensiva del virus H5N1 en el ganado vacuno aumenta el riesgo de que los virus H5N1 se adapten mejor a los mamíferos y puedan contagiar a otros animales y a los seres humanos.
Las investigaciones realizadas hasta ahora han identificado la leche cruda de vacas infectadas como material de alto riesgo. Hay pruebas de transmisión horizontal del virus de vacas lactantes infectadas a otros animales, incluidas vacas, gatos y aves de corral. Por ello, sólo debe comercializarse la leche producida por vacas no infectadas y que haya sido pasteurizada o haya seguido un proceso similar de inactivación del virus.
No se ha identificado ninguna adaptación específica del virus al ser humano ni a los mamíferos. Se están llevando a cabo varios estudios para seguir explorando la patogénesis y las vías de transmisión de estos virus, incluso entre el ganado vacuno y de éste a otros animales.
Monitoreo y notificación
En colaboración con sus Centros de Referencia, la FAO y la OMS, las redes de expertos y los miembros, la OMSA sigue de cerca la situación para evaluar los riesgos para los animales. El riesgo para los seres humanos se considera actualmente bajo para el público en general. Se considera de bajo a moderado, para las personas expuestas a aves infectadas, animales o medio ambiente contaminado.
La notificación oportuna y transparente es crucial para mantener un buen conocimiento de la situación de la enfermedad y evitar cualquier tipo de desinformación o información errónea.
Pautas de la OMSA para sus miembros
- Aumentar la vigilancia de la influenza aviar en aves domésticas y silvestres.
- Aumentar la vigilancia para la detección precoz en la población bovina en los países donde se sabe que circula la IAAP.
- Incluir la IAAP como diagnóstico diferencial en especies no aviares, incluido el ganado vacuno y otras poblaciones ganaderas, con alto riesgo de exposición a los virus de la IAAP, en particular:
- Animales que presenten signos clínicos compatibles con la gripe aviar;
- Animales domésticos enfermos o muertos cerca de locales afectados por la IAAP;
- Animales sospechosos, incluidos los aparentemente sanos, que hayan estado expuestos o epidemiológicamente relacionados con aves o bovinos con sospecha o confirmación de gripe aviar altamente patógena (es decir, situados en zonas de alto riesgo de gripe aviar altamente patógena o en zonas donde se haya confirmado la gripe aviar).
- Notificar los casos de gripe aviar altamente patógena en todas las especies animales, incluido el ganado u otros huéspedes inusuales, a la OMSA a través de su Sistema Mundial de Información Zoosanitaria (WAHIS). Las secuencias genéticas de los virus de la gripe aviar deben compartirse en bases de datos de acceso público.
- Aplicar medidas preventivas y de respuesta temprana para romper el ciclo de transmisión de la gripe aviar altamente patógena entre los animales. Esto incluye aplicar restricciones a los movimientos de las explotaciones ganaderas infectadas hasta que la infección haya cesado y medidas estrictas de bioseguridad en todas las explotaciones, en particular en las salas de ordeño, y emplear buenas prácticas de producción e higiene al manipular los productos animales. La leche cruda o los productos lácteos crudos procedentes de vacas infectadas por la IAAP o expuestas a las infectadas por la IAAP no deben utilizarse para alimentar animales ni para el consumo humano.
- Proteger a las personas en estrecho contacto o que manipulen ganado enfermo u otro ganado enfermo y sus productos. Las personas expuestas deben tomar siempre medidas de precaución para evitar infectarse y minimizar el riesgo de transmitir mecánicamente el virus al ganado o a los animales de compañía. Esto debería incluir el uso de equipos de protección personal, evitar visitar otras instalaciones ganaderas después de la exposición y aplicar medidas estándar de seguridad alimentaria al manipular productos animales procedentes de ganado expuesto.
- Evitar la aplicación de restricciones comerciales injustificadas. Las medidas de gestión del riesgo de importación deben estar justificadas científicamente y ajustarse a las normas internacionales de la OMSA.