Actualmente en Argentina, enfermedades como brucelosis porcina y EA, se encuentran bajo programas de prevención y control los cuales están basados en un sistema de certificación de establecimientos llevados a cabo por veterinarios acreditados, laboratorios de red y el Senasa como fiscalizador del sistema.
“Lo que está sucediendo ahora, es que se han infectado unas granjas que pertenecen a un grupo asociado integrado y que, por tal motivo, son mucha cantidad de animales. Habitualmente a la OMSA reportamos de 3 a 5 casos nuevos por semestre, y últimamente han aparecido nuevos casos. La realidad es que son varios sitios, pero epidemiológicamente, es la misma unidad ya que es el mismo ciclo productivo”, comenzó explicando Pérez.
En los últimos días, han aparecido 4 casos en Santa Fe; uno en la zona metropolitana, en Marcos Paz, y en dos granjas más en el sureste de Córdoba.
Han aparecido casos en Santa Fe y Córdoba. Han aparecido casos en Santa Fe y Córdoba.
En ese marco, Senasa se encuentra tomando medidas con el sector privado para que se notifique rápidamente y se puedan atender todas las sospechas y los casos confirmados.
“Cuando se da la enfermedad, que no es muy habitual, la granja pasa al estatus de infectada y automáticamente se le exige al propietario que presente un plan de saneamiento. Este depende de si la enfermedad tiene alta prevalencia intrapredio, si presenta signos o ambas cosas, ya que nos da el parámetro que la infección está activa y necesita además de la eliminación de los positivos una vacunación. Incluso, podría ser una medida un poco más radical, que es el despoblamiento y repoblamiento con desinfección vacía”, resaltó.
A la espera de la vacuna
Por otro lado, el jefe del Programa Nacional Sanitario Porcino del Senasa manifestó la prioridad de que se adquiera una vacuna ya que los stocks que hay no son suficientes.
“La vacuna que está registrada hoy en día, no tiene mucha producción porque son vacunas veterinarias inactivadas y en muchas partes del mundo ese biológico se ha dejado de utilizar y fue reemplazado por la vacuna atenuada. En este caso, se quiere importar para poder ofrecer una oferta de vacuna suficiente y así atender estos casos donde hay gran cantidad de animales con signos clínicos con la intención de evitar que se propague la enfermedad”, especificó.
Según se conoce, hay laboratorios que la producen en España y Estados Unidos, pero están a la espera de los pasos a seguir a partir de la aprobación para que los laboratorios presenten los registros en forma abreviada, para agilizar el trámite, pero siempre respetando los controles pertinentes.
¿Fallas en la bioseguridad?
En lo que respecta a la sintomatología, Pérez manifestó que es una enfermedad que produce signos nerviosos o respiratorios.
Lo que se observa es que los casos se desarrollaron en granjas de mucha cantidad de animales y afectan a otras granjas más de lo habitual. Por lo tanto, al ser gran cantidad de animales los que están afectados, “es probable que haya fallas en bioseguridad en otras granjas” y las que hasta el mes pasado eran libres, de golpe ya no lo son.
Pérez resaltó que no necesariamente están contagiados todos los animales ya que muchos desarrollan inmunidad rápidamente. Agregó que el primer efecto que tiene la enfermedad cuando ingresa al establecimiento es porque muchos animales se contagian, eliminan virus al medio y entonces se enferman en gran número.
Sin embargo, a medida que las granjas empiezan a aplicar medidas de bioseguridad interna, esos casos disminuyen y la enfermedad baja su morbilidad, así como también la manifestación de signos. Así empieza a haber inmunidad en la granja y se estabiliza la infección.
“El virus sigue estando en los animales, pero no produce signos porque la respuesta inmune ya es suficiente como para que entre en lo que se llama la latencia. Es difícil sacar al virus de las poblaciones porcinas porque entra en esa latencia, se esconde, y no produce los signos”, detalló Pérez.
De todas maneras, esas granjas también se sanean y se detecta por serología los positivos y enviando las faenas. “Son animales que están sin signos y que el virus se puede reactivar bajo un estresor, como puede ser un parto, y así perpetuarse en la granja si uno no toma medidas. Por lo tanto, hay que llegar a la eliminación de esos positivos y controles serológicos hasta que no se detecte la actividad viral a través de los anticuerpos”, añadió.
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Medidas de prevención
En lo que respecta al trabajo de Senasa, Pérez resaltó que están trabajando rápidamente para tener una normativa que ampare la posibilidad de importar una gran cantidad de dosis de vacunas. Sin embargo, el gran desafío es la concientización y la comunicación respecto a las medidas de seguridad.
“Siempre parece que hay que estar concientizando al respecto, principalmente la capacitación de las personas y la desinfección de los vehículos. Tenemos que tener la garantía de que los animales que ingresan a la granja vengan de un origen reconocido y que esté libre”, detalló.
Por otro lado, se debe trabajar con la notificación temprana, es decir que notifiquen cuando tienen signos, que es la manera que nosotros tenemos para restringir los movimientos a otros establecimientos.
Lo mismo con el veterinario acreditado quien debe presentar un plan de saneamiento que establezca todas estas medidas, de forma tal que Senasa conozca los movimientos de esas granjas hacia los frigoríficos.
“El plan de aujeszky estaba en una suerte de meseta porque estos casos que se reportaban no eran significativos en el total y muchos productores no se enteraban. Pero, con esta situación, de alguna forma se reactivan todas esas medidas que estaban previstas y que por ahí no eran tan conocidas por muchos productores, inclusive hasta veterinarios acreditados. Por eso es muy importante la articulación público-privada en estos casos y que es en lo que estamos trabajando para ir mejorando esa fluidez de la información”, resaltó Pérez.
Afección a otros animales
Por último, el referente de Senasa advirtió que es una enfermedad que no afecta al hombre. Es un virus de herpes del porcino, que es un huésped natural; sin embargo, en otros animales como el bovino, el ovino, el perro y el gato, tiene una letalidad mucho mayor. Por lo tanto, se debe tener especial cuidado con los roedores que también lo transportan y ahí pueden infectar a los gatos o alimentar a los perros con viseras crudas, etc.
“Hay que quedarse tranquilos que no afecta al consumo humano y no es un riesgo para la salud humana. La carne de cerdo está considerada como una mercancía segura a nivel internacional. Así que, no es algo que sea una preocupación para la población en general”, concluyó Alejandro Pérez en diálogo con MOTIVAR.