El gobierno de Estados Unidos, a través de su Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS) del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), autorizó la posibilidad de cultivar en su territorio, sin restricciones, el trigo transgénico con tecnología HB4®, tolerante a la sequía.
En su resolución el organismo estadounidense determinó que esta variedad transgénica no presenta riesgos en relación con las semillas de trigo no modificadas que se utilizan como referencia. “Desde una perspectiva de riesgo de plagas, esta planta modificada puede cultivarse y reproducirse de manera segura en los Estados Unidos”, señaló el organismo.
Eso significa que no estará sujeto a ciertas normativas específicas destinadas a regular los organismo modificados o producidos mediante ingeniería genética. Esta aprobación se suma a la conseguida para su consumo en junio de 2022 -otorgada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA)- y es un paso importante para su comercialización en uno de los principales países productores de trigo del mundo.
Tecnología pionera
La tecnología HB4® tolerante a la sequía, considerada única a nivel mundial, fue desarrollada por un equipo de especialistas del CONICET y la Universidad Nacional del Litoral, liderados por Raquel Chan, directora del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL, CONICET-UNL), en conjunto con la empresa argentina, de alcance global, de biotecnología agrícola Bioceres Crop Solutions. Se trata de una exitosa alianza público-privada de más de veinte años de duración la que permitió el desarrollo de esta tecnología pionera que hoy se aprueba en Estados Unidos.
“Es una novedad importantísima, dado que Estados Unidos es uno de los mayores productores mundiales de trigo, y la aprobación significa que se puede plantar de forma no regulada; lo que quiere decir que pasó todos los exámenes de seguridad ambiental y de seguridad para la alimentación humana y animal. Aunque la FDA ya lo había aprobado para el consumo en 2022, esto va a tener una implicancia enorme: no es lo mismo sembrar en sólo en Argentina y exportar, que poder sembrar las semillas directamente en Estados Unidos u otros países. La diferencia es abismal”, señaló Chan.
Trigo transgénico
Al ser más tolerantes a la sequía, las semillas transgénicas que incorporan la tecnología HB4® permiten minimizar las pérdidas de producción, mejorar la capacidad de adaptación de las plantas a situaciones de estrés hídrico y dar mayor previsibilidad a los rindes por hectárea.
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La capacidad de estas semillas de trigo de ofrecer una mayor tolerancia a la sequía es brindada por la incorporación a su genoma de un gen modificado, tomado originalmente de la planta de girasol, denominado HaHB4 (por Helianthus annuus homeobox 4, nombre comercial HB4®).
Mercado
Esta innovación tecnológica y productiva ya se aprobó en otros mercados importantes como Argentina, Brasil y Paraguay, que juntos representan más del 90 % de la superficie cultivada con trigo en Sudamérica. Pero ahora, con la autorización para su cultivo en Estados Unidos, se abre una nueva etapa para su expansión en el mercado internacional.
Estados Unidos es uno de los principales mercados a nivel mundial y el cuarto después de Argentina, Brasil y Paraguay que otorga la autorización total para producir y comercializar el Trigo HB4®. Esta variedad también se está sometiendo actualmente a pruebas de campo en Australia.
La variedad ya fue aprobada para consumo humano y animal en otros 7 países: Australia, Colombia, Indonesia, Nueva Zelanda, Nigeria, Sudáfrica y Tailandia. También se han presentado solicitudes de Trigo HB4® en Bolivia, Filipinas, Uruguay y Vietnam (para consumo humano y animal, y cultivo).
Hacia el desarrollo de nuevas tecnologías
Chan señaló que en la actualidad, los fuertes golpes de calor junto con con la falta de agua generan estragos en los cultivos, por lo que es necesario generar nuevas tecnologías que se sumen a las que ya se desarrollaron. “Estamos trabajando en eso. Queremos generar tecnologías que puedan conferir a los cultivos resistencia a todas las adversidades climáticas. HB4 es la primera de nuestras tecnologías que sale a la luz con una empresa asociada, y espero que tengamos muchas más”, afirmó.
Por su parte, el director de Comunidad de Bioceres, Gabino Rebagliati, consideró que “el acuerdo con el CONICET representa un hito fundamental en la historia de nuestra empresa. Este vínculo no sólo ha sido crucial para el desarrollo y éxito de la tecnología HB4® desarrollada por Raquel Chan y su equipo junto a investigadores de la Universidad del Litoral, sino que también abre nuevas oportunidades para futuros proyectos. Esta relación público-privada es clave tanto para nuestro presente como para nuestro futuro y nos ha permitido alcanzar hoy un logro mundial significativo”.
Chan también destacó la importancia de desarrollar tecnologías propias e innovadoras desde el sistema científico y en articulación con el sistema productivo. En este sentido, comentó que al ser Argentina un país agroexportador, cuya principal fuente de divisas proviene de productos agrícolas, desarrollos como la tecnología HB4, con las sucesivas aprobaciones para su cultivo y consumo en distintos países, pueden tener fuerte impacto en la economía nacional.
FUENTE: Miguel Faigón - www.conicet.com.ar