Como era previsible para el fin del verano, el 16° informe de la Red Nacional de trampas de Monitoreo de Dalbulus maidis, basado en el relevamiento de localidades maiceras de la Argentina, muestra que la presencia de chicharrita tuvo un aumento importante en todas las regiones del país, particularmente en las zonas endémicas del NOA y el NEA.
En este informe se relevaron 361 localidades de la Argentina, entre el 14 y el 28 de marzo de 2025, distribuidas en las regiones del NOA (64 localidades), NEA (58 localidades), Litoral (34 localidades), Centro Norte (59 localidades), Centro Sur (146 localidades) y República Oriental del Uruguay 5 localidades.
Consecuencias del clima
Este incremento, sin embargo, no afectará a los maíces de la actual campaña, ya que alrededor del 90% se encuentra en estados fenológicos reproductivos o ya fueron cosechados, con lo que superaron la etapa de susceptibilidad al complejo de achaparramiento.
A diferencia de la campaña pasada, en la actual los productores estuvieron prevenidos y supieron manejar las detecciones tempranas del vector. Las pérdidas productivas esta campaña se dieron por fenómenos meteorológicos, tanto sequías como inundaciones.
Monitoreos
No obstante, es clave no abandonar los monitoreos, no solo con trampas sino también con inspección directa en cultivos, para ver cómo fluctúan las poblaciones y dónde quedan focos con potencial de daño para las próximas campañas, indicó Alejandro Vera, investigador de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) y coordinador de la Red.
Es fundamental continuar registrando las capturas de adultos del vector, incluso cuando los cultivos han superado la etapa de mayor susceptibilidad. El análisis de la información generada permitirá comprender mejor su dinámica poblacional estacional y contribuir a una toma de decisiones más confiable y mejor fundamentada.
Además del uso de trampas cromáticas adhesivas, se recomienda realizar una inspección directa sobre el cultivo. Se enfatizan que las trampas cromáticas adhesivas y las inspecciones directas sobre el cultivo son herramientas que se complementan, permitiendo una detección más eficaz de los adultos de D. maidis. El cultivo de maíz presenta el desafío de implementar un Manejo Integrado de Plagas (MIP) más consciente, donde el monitoreo se convierte en un elemento crítico y estratégico para la toma de decisiones. El Manejo Integrado de D. maidis implica la combinación de prácticas de monitoreo y medidas para su control diseñadas para minimizar el impacto de las enfermedades causadas por los patógenos que este vector transmite al cultivo de maíz.
Informe completo
16 informe de la red nacional de monitoreo. CHICHARRITA.pdf