Las pérdidas económicas por sarna bovina pueden ser significativas en sistemas intensivos de producción de carne; esta enfermedad se presenta como una amenaza reemergente.
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SUSCRIBITEEl impacto de la sarna bovina sobre la ganadería es real y en un rodeo de 100 animales tiene un perjuicio directo cercano a los U$S 25.000.
Las pérdidas económicas por sarna bovina pueden ser significativas en sistemas intensivos de producción de carne; esta enfermedad se presenta como una amenaza reemergente.
Algunos de los factores que ayudaron al aumento de la sarna bovina es el desarrollo generalizado de resistencia de los nematodes gastrointestinales a las lactonas macrocíclicas y el reemplazo de las mismas por otras drogas antihelmínticas específicas (como Imidazotiazoles y Bencimidazoles), sin actividad acaricida.
Diversos autores estimaron pérdidas en más de 60 kilos en animales afectados. Fiel y Steffan observaron mermas superiores a 40 y 12 kilos en feedlot y sistemas pastoriles, respectivamente, bajo el mismo período de estudio. El tratamiento adecuado de esta parasitosis bovina lleva al éxito productivo, demostrado por Cantón et al. (2023) con ganancias promedio pos tratamiento de 16,2 y 5,4 kg en 28 días en feedlot, tratados con doramectina e ivermectina, respectivamente.
En un campo del centro de Buenos Aires, en un rodeo de terneras en recría a pasto con suplementación, se constató un aumento en la ganancia de peso de 470 gramos/día, luego del control eficaz de la sarna (Mogaburu, F. 2024 no publicado).
Tal mejora es el equivalente a 14.1 kilos en 30 días. Si tomamos como ejemplo un rodeo de 100 animales, las pérdidas por sarna ascienden a 9.870 kilos de ternero en una recría de 7 meses (marzo-octubre). Lo que se traduce en USD 24.868 oficiales. (dólar oficial $950 – Precio ternero $2.500/Kilo). (Mogaburu, F. 2024 no publicado).
Además de las pérdidas en kilos de carne y gastos en tratamientos, se suman los gastos en mantenimiento de instalaciones, como arreglos de alambrados deteriorados, entre otros.
Existen ya casos demostrados de cepas bovinas del género Psoroptes spp resistentes a Lactonas macrocíclicas (Lifschitz et al.,2018). Tal fenómeno sumado a la escasez de nuevas alternativas de medicamentos, han incrementado las dificultades en el control. Mi experiencia indica que, no siempre la falla terapéutica se debe a la presencia de una cepa resistente.
Gran parte de los problemas de eficacia en los tratamientos está relacionada con fallas en su implementación. Siendo las principales causas las mencionadas a continuación: Adaptado de Abad, M. & Saber, C.
Solamente es posible confirmar la resistencia cuando se tiene certeza de que lo mencionado se realizó de manera correcta y, aun así, se observe la presencia de ácaros de la sarna en el monitoreo 3 semanas postratamiento.
Estoy convencido de que implementar sistemas de control integrado bajo estricto asesoramiento profesional y el trabajo en equipo es la única manera de controlar eficientemente las parasitosis.
Si se hacen las cosas a conciencia, es posible aumentar la rentabilidad de los sistemas productivos sin seguir contribuyendo con el fenómeno ya existente de resistencia a los antiparasitarios bovinos.