La faena de hembras es un termómetro clave para medir la sostenibilidad del sector ganadero argentino. Según un análisis del mercado ganadero Rosgán , la extracción de vientres ha alcanzado niveles históricamente altos, lo que podría comprometer la producción futura de terneros.
Determinar cuál es el techo máximo que puede soportar el rodeo sin afectar su capacidad reproductiva sigue siendo un desafío, ya que no depende solo de la cantidad de vientres en stock, sino también de factores ambientales, genéticos y de manejo. Lo que sí es claro, según Rosgán, es que cuando la faena de vacas y vaquillonas se mantiene elevada durante varios años consecutivos, sin mejoras en los índices de producción, el stock comienza a resentirse.
Incentivo
Desde 2018, con la crisis en China provocada por la Peste Porcina Africana (PPA), la vaca pasó a tener un valor comercial mucho más relevante, incentivando su extracción. Esto llevó a que la faena mensual pasara de 150-170 mil vacantes a un promedio de entre 200-230 mil, alcanzando picos de 250 mil en 2023.
Este fenómeno trajo consigo un incremento en los ingresos para el criador y dinamizó el mercado de la invernada, el engorde y la exportación.
Sin embargo, Rosgán advierte que este proceso también tiene un costo: la reducción del stock de vientres. En 2023, Argentina faenó 2,62 millones de vacas, equivalente al 12% del stock inicial de 22,4 millones, y la faena de vaquillonas superó los 4 millones de cabezas por segundo año consecutivo, representando más de la mitad del stock registrado en esa categoría.
El negocio de la vaca
Pero el negocio de la vaca para faena ya no es tan rentable como antes. Rosgán señala que los precios de exportación a China, principal destino de esta categoría, cayeron un 10% interanual en 2024 , llevando a una baja en las cotizaciones del orden del 6% en pesos constantes y más del 20% si se compara con los máximos de 2022 . Si bien en 2025 podría verse un nivel de recuperación, las primeras referencias indican valores aún lejos de los registros históricos.
Frente a este escenario, Rosgán plantea el interrogante sobre la sostenibilidad de este modelo de extracción masiva de hembras. El desafío para el sector es encontrar el equilibrio entre aprovechar el valor comercial de la vaca para faena y preservar la base productiva del rodeo. Si la tendencia actual continúa, el país podría enfrentar en el corto plazo una menor oferta de terneros, lo que impactaría directamente en la capacidad de producción y en el mercado de carne vacuna.
FUENTE: Rosgan