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ESTRATEGIA GANADERA

“La parasitosis subclínica representa una gran pérdida económica”

El MV Jaime McLean y su equipo establecen pautas de trabajo para mitigar sus efectos. ¿Cómo lo hace asesorando 193 tropas y 45.000 cabezas en recría?

Motivar | Facundo Sonatti
Por Facundo Sonatti 1 de mayo de 2023 - 00:09

El MV Jaime McLean no se anda con rodeos. “No hay nada nuevo bajo el sol”, confiesa en un mano a mano con MOTIVAR y apunta a lo que es su filosofía a la hora de entablar relaciones laborales con los productores. “Lo que comparto con mi equipo es la idea es satisfacer las necesidades y expectativas de los clientes y tenemos que buscar cuáles son los puntos de contacto y donde podemos agregar valor”, aseguró.
En la ganadería argentina hay un gap entre los resultados que pudiese alcanzar la producción con un plan sanitario óptimo y la dura realidad. En parasitosis, donde el Estudio McLean pone el foco, su fundador asegura que la presencia subclínica de la enfermedad representa una gran pérdida económica para el productor.
Este tema no es menor. Incluso desde Caprove, se lo pone en números.
Terminado el período de cría marzo-octubre y con alrededor de 14 millones de terneros en la recría, los animales ponen en juego 30 kilos que se pueden perder a causa de las parasitosis. Pero, si se evalúa la estadística de uso de antiparasitarios a nivel nacional, Caprove destaca que, del total de 30 kilos que se ponen en juego, se pierden 15 kg por animal, que representan 210.000 toneladas en el total del rodeo, solamente por no atender bien una patología. Esa merma -y la suma de las pérdidas de preñez y de terneros no logrados- se traduce en una pérdida económica anual de $ 74.000 millones “solamente por parasitosis”, resalta la Cámara que agrupa a los laboratorios veterinarios.
McLean trabaja a la par de 25 productores que suman 193 rodeos y más de 45.000 cabezas en recría no solo en Buenos Aires, sino también en Córdoba, Entre Ríos, Corrientes y Neuquén. A su vez, asesora a ganaderos en Uruguay y Bolivia. “A partir del manejo general de los rodeos surgen propuestas, para mejorar la eficiencia productiva ajustando el plan sanitario para prevenir las enfermedades más comunes, según la zona”, resume en diálogo con MOTIVAR.

¿De dónde se parte a la hora de pensar un plan de mejora?

Jaime McLean: Cuando armas un objetivo de producción que parte del destete, en un campo con el recurso que fuere, trazás una curva de ganancia diaria.
Hay que tener en cuenta que al hacer un HPG, el resultado es solo 5 o 10% de los parásitos que tienen los recursos forrajeros.

Hay que considerar que, al hacer un HPG, el resultado es solo 5 o 10% de los parásitos que tienen los recursos forrajeros.

Es el campo el que está infectado.
Tenemos pocas drogas disponibles y ya existen resistencias, con lo cual es necesario realizar controles de eficacia de los tratamientos repitiendo el HPG a los 14 días de realizada la aplicación del antiparasitario y así saber si estamos en presencia de géneros de parásitos resistentes a alguna de las drogas. A partir de allí, establecer una estrategia de controles y tratamientos. Si te atrasás en los controles, vas a tener una parasitosis subclínica.

¿Qué representa esto para la producción ganadera?

Es una pérdida económica muy grande para el productor, porque “se lleva” entre 150 y 300 gramos diarios, según la ganancia de peso regular del animal que se tiene planificada. Si un kilo de carne cuesta alrededor de $ 500 y la ganancia diaria de peso esperada es de 800 gramos, la ecuación sobre un rodeo de solo 100 animales representa ingresos por más $ 40.000 diarios, pero la presencia del parásito puede llevarse la mitad de eso, es decir, se pueden llegar a perder $ 600.000 al mes.

¿Cómo se erradica su presencia?

Para que los planes sanitarios no queden relegados por la coyuntura, cumplir con los tiempos de las aplicacion y el manejo es fundamental.

Es muy difícil erradicar las parasitosis en los campos, tenemos que aprender a convivir con ellas. Parte del éxito del control de estas enfermedades es la correcta planificación de los pastoreos y el conocimiento de los recursos forrajeros.
Hay recursos limpios, como pasturas nuevas, verdeos de invierno y promociones de raigrás, que debemos cuidar y mantener limpios de parásitos. Para eso, hay que hacer una estrategia de control, definir cuáles son los recursos limpios y sucios y si entrás con animales desparasitados y los mantenés limpios todo el invierno no necesitas desparasitar.
No es habitual, pero debería ser así.

¿Qué estrategia propones para acercarse a esa meta?

Nuestro equipo de veterinarios debe tener pleno conocimiento de los objetivos y los planes de producción de cada cliente, a partir de allí entonces proponemos tener una comunicación frecuente y efectiva con cada cliente, utilizamos planillas donde se detalla cada tropa, sus HPG sus tratamientos y drogas utilizadas. A partir de estos datos, la planilla nos emite fechas con alertas para hacer nuevos controles HPG y, en base a los resultados indicamos el tratamiento o no y a la hora de indicarlo, sugerimos la rotación de drogas para evitar la resistencia.
En aquellas situaciones donde no vemos una mejora de los animales o son tropas ingresadas al establecimiento por compra (situación desconocida respecto a la presencia de resistencias), realizamos a los 14 días un nuevo HPG, donde esperamos que el conteo tiene que ser cero o estar cercano a cero.
Además del seguimiento de las parasitosis, se incluye en esa comunicación efectiva, el seguimiento del cumplimento del calendario sanitario, como las vacunas que hay que dar, es algo que se lo recuerdo regularmente y se adapta cada año. A su vez, tenemos charlas de capacitación para el personal que son fundamentales para el conocimiento y manejo de los mismos.

¿Qué papel juega el personal?

Un gerente o administrador tiene múltiples actividades entre las que está el plan sanitario, pero por las cuestiones de coyuntura esto queda relegado.
Cumplir con los tiempos correctos de aplicación y manejo son fundamentales para evitar pérdidas importantes.
Para que esto no ocurra, el rol del personal es clave y para esto las charlas y cursos de capacitación que brindamos son fundamentales.
El personal debe conocer el ciclo y la epidemiología de las enfermedades parasitarias, bacterianas y virales más comunes. Debe conocer sus síntomas, sus tratamientos y cómo sacar las muestras para el envío a laboratorio.
Otras charlas de capacitación que consideramos necesarias son la organización y planificación de las pariciones, donde es muy importante designar responsables y registrar la información diaria.
Por otro lado, les enseñamos a los recorredores a controlar los servicios, evaluar el porcentaje de celo diario y su dinámica durante los meses del servicio, para detectar anormalidades a tiempo y poder tomar medidas correctivas.

74.000 son los millones de pesos que, según Caprove, pierde la ganadería local por la presencia de parasitosis en los rodeos bovinos.

Incluimos en esta capacitación a las enfermedades venéreas, cuáles son las posibles puertas de ingreso, sus síntomas en las vacas (repetición de celos) y la propagación de las mismas en los rodeos.
Siempre desde la perspectiva del trabajo de ellos para evitar su propagación e informar inmediatamente cualquier anormalidad que vean en el campo.

¿Cómo se aplica ese calendario de trabajo?

Suelo dedicar mis mañanas, bien temprano, para planificar y después me focalizo en temas puntuales. Tengo una planilla de Excel donde vuelco toda la planificación de las tropas y voy filtrando por colores campos y días para dar aviso al encargado de cada establecimiento que tiene que hacer tal o cual cosa, también doy seguimiento y chequeo que hagan lo que les pido.
Siempre los primeros días del mes se envía un recordatorio con las acciones a realizar en sanidad y manejo para cada categoría del campo. Mantenemos reuniones muy frecuentes con el equipo de veterinarios.
Hoy contamos con varias herramientas para comunicarnos, independientemente de las distancias.
Una herramienta poderosa es el WhatsApp, armamos con cada cliente un grupo y la comunicación es casi diaria y permanente, donde enviamos los resultados de laboratorio, las sugerencias de tratamientos, la droga a utilizar y los recordatorios de los próximos controles a realizar de cada tropa. Del mismo modo, desde el campo recibimos consultas, nos envían fotos de animales con síntomas, lesiones, necropsias. En los hechos, el administrador del campo, el encargado general y el capataz de ganadería junto a todos los veterinarios del equipo forman parte de cada grupo de Whatsapp.

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