En los últimos años el bienestar animal fue tomando gran trascendencia en todo el mundo, principalmente en los países donde es considerado no sólo como un bien público, sino como un elemento imprescindible para desarrollar sistemas de producción sustentables.
Por esto es clave conocer aquellas variables que inciden directamente sobre el ambiente en el que se encuentran los animales.
La aplicación de un protocolo de evaluación de bienestar animal constituye una herramienta de diagnóstico que exhibe la situación en la que se encuentra el establecimiento y los aspectos en los que se requiere poner atención para favorecer la mejora del grado de bienestar de los bovinos.
De esta manera, las libertades del bienestar animal que se vean comprometidas podrán identificarse y, mediante el desarrollo de un plan específico, lograr mejoras tangibles tanto en términos de diseño y mantenimiento de las instalaciones, como en el manejo realizado por el personal involucrado.
Hace un tiempo MOTIVAR publicó la Resolución N° 1697/2019 del Senasa, que establece los requisitos obligatorios para el Bienestar Animal en el ámbito pecuario productivo y deportivo nacional. Pero esta vez, daremos a conocer un manual específico para los feedlots, creado por el Instituto de Promoción de Carne Vacuna Argentina (IPCVA) y el INTA, bajo el nombre “Bienest.AR, Protocolo de evaluación de bienestar animal en bovinos de engorde a corral”.
Es una herramienta capaz de realizar un diagnóstico de bienestar animal en los engordes a corral, brindando información rápida para la toma de decisiones.
¿Qué mirar?
El protocolo dispone de cuatro categorías: buena alimentación, alojamiento y sectores de manejo adecuados, buena salud y comportamiento apropiado. En la primera, se evaluará la ausencia de hambre prolongada mediante un score de condición corporal y frente de comedero disponible; y la ausencia de sed prolongada a través de la disponibilidad de los bebederos en conjunto con su limpieza.
Sobre el alojamiento, se destaca la importancia de garantizar confort general en el corral, sumado a un confort térmico y facilidad de movimiento.
En este caso, los indicadores serán la condición de anegamiento de los corrales, la presencia de moscas, el score de jadeo, la disponibilidad de recursos para bajar el estrés térmico, la capacidad de los corrales y las condiciones de la zona de carga y descarga.
La buena salud no puede faltar
Desde MOTIVAR sabemos que no es fácil, pero con conocimiento, manejo y regularidad se podrá lograr. Para esto, se contemplan en el manual tres criterios.
En primer lugar, la ausencia de lesiones, cuyos indicadores se centran en la evaluación de cojeras y en las alteraciones en el tegumento o estructuras subyacentes. Las primeras constituyen uno de los principales problemas asociados al bienestar animal y causal de dolor y alteraciones en el comportamiento de los bovinos.
El segundo indicador apunt a los parches pelados, lesiones e inflamaciones.
La ausencia de enfermedades es otro de los criterios que, a través del protocolo, se responde recurriendo a indicadores tales como presencia de tos, respiración dificultosa, descarga nasal, estado ocular (principalmente asociado a queratoconjuntivitis infecciosa y sus secuelas), la evaluación de las heces mediante el score fecal que permita detectar desórdenes nutricionales (principalmente la acidosis aguda) y de presencia de diarrea, de meteorización y de la identificación de animales que necesitan mayor cuidado.
Todas cuestiones que pueden causar dolor y/o estados afectivos negativos, o incluso la muerte de animales.
El tercero de los criterios pone foco en la ausencia de procedimientos que sean potencialmente causales de dolor. En este sentido, se arribará a la evaluación de posibles prácticas que puedan llevarse a cabo en el establecimiento, como el desmoche / descorne y la castración, así como los tratamientos involucrados en tales intervenciones.
Por último, el protocolo exige evaluar el comportamiento apropiado, como la expresión de conductas sociales y la buena relación humano-animal, tomando como indicador el manejo abusivo y las vocalizaciones. Todo un desafío.