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SUSCRIBITE Extravagancia, buenas habilidades para la comunicación, autenticidad y constancia son algunas de las cualidades que reúnen los denominados “Influencers”, un grupo de personas que utilizan las redes sociales para generar y difundir contenidos.
Según especialistas en el área del marketing, además, cuentan con cierta credibilidad sobre un tema concreto, y por su presencia e influencia en el campo digital, pueden llegar a convertirse en prescriptores relevantes para las marcas.
Desde ya que la industria de la sanidad animal no se queda atrás en este tema.
Cada vez son más los veterinarios y las veterinarias que apuestan a las redes sociales para difundir sus trabajos, casos clínicos, recomendaciones, debates técnicos y anécdotas en el ámbito laboral, ganando cientos y miles de seguidores.
El trabajo en conjunto con los “Vet – Influencers” es cada vez más solicitado, ya que logra que la difusión de productos y servicios tengan un mayor alcance orgánico y así generar un mejor posicionamiento en el mercado y, a fin de cuentas, más ventas.
Algunos de los veterinarios buscan entrar en este nuevo mundo digital y otros ingresan sin darse cuenta. Este es el caso del MV. Gastón Britos (@gastonbritos_vet), un joven recibido de la Universidad Nacional de Río Cuarto, Córdoba, que logró una gran popularidad al difundir contenido veterinario “apto para todo público”, entre otros.
Instalado en Río Tercero, Córdoba, en 2020 Britos defendió su tesis y se recibió, pero su pasión por los animales ya venía desde hace tiempo: su familia vive en una zona rural donde se dedican a la ganadería -cría de Hereford- y desde hace 10 años a la avicultura -producción de huevos-. “Comencé el año pasado un emprendimiento familiar, en el que vendemos alimento balanceado para pequeños productores de la zona y también para las mascotas.
Además, comercializamos huevos”, le comentó Britos a MOTIVAR, definiéndose como un “veterinario junior”. Además, explicó que así comenzó con las redes sociales, mostrando sus primeros pasos (y errores), los obstáculos a los que se enfrentan los profesionales en sus búsquedas laborales y lo complejo de insertarse en el mundo profesional ligado a los grandes animales.
“En 2017, cuando estaba en cuarto año de la Facultad, empecé a hacer los primeros videos. No me mostraba, ni me filmaba, subía alguna foto con una frase motivacional que en ese momento era un boom”, sostuvo Britos. Y agregó: “La gente te burlaba por hacerte el influencer y demás, pero los que estamos en las redes siempre intentamos estar un paso adelante, innovando. Entonces yo sabía que siempre de alguna forma tenía que estar un paso adelante”.
Al consultarle sobre ese primer paso orientado a mostrarse públicamente, Britos aclaró: “No es fácil. Al principio tus amigos y tu familia te ven como un bicho raro, pero tenemos que pasar esa barrera. Una vez que ya lo rompes se empieza a disfrutar, para mi es como un hobbie. Más allá de que me divierte hacerlo, uno se va haciendo una marca personal. La gente te exige saber más, ser más explicativo, y para esto tengo que leer y estudiar más. Ese es el máximo provecho que le estoy sacando a toda esta situación. No lo había planeado nunca, pero sucedió”.
El joven veterinario, que hasta la fecha tiene más de 76.000 seguidores en Instagram, además de publicar contenido profesional y de calidad en sus redes, se define como el “creador de la #VetCup y del #VetNobel”. Se trata de dos competencias en la que se eligen, por un lado, a la Universidad -a través de su Facultad de Medicina Veterinaria- con más prestigio. Y, por el otro, al veterinario o veterinaria más influyente del año. Ambos concursos se llevan adelante mediante un sistema de votación que brinda la plataforma de Instagram: quien suma la mayor cantidad de votos, gana.
Tal es así que, con el objetivo de seguir posicionando estas acciones, la nueva edición de la VetCup 2021, no salió como se esperaba. ¿Uno de los detonantes? El premio por el que se competía esta vez: $160.000 en insumos para el Hospital de la Facultad que sumara la mayor cantidad de votos en las redes.
El problema surgió en las semifinales y en la final -protagonizada por la Universidad Nacional de Rosario y la Universidad Nacional de Tucumán-, donde según comentó Gastón Britos a MOTIVAR, “se comenzaron a observar situaciones extrañas”. ¿Cuáles? Nuestro entrevistado detectó un incremento excesivo en votos, sospechando que podría tratarse de “Bots” (aplicación diseñada para realizar tarea de forma automática). Frente a esto y haciendo público el tema, previo a la instancia de definiciones, Gastón Britos realizó un vivo en Instagram (con 5.400 personas conectadas en simultáneo) en el cual aclaró: “Va a ser el momento más difícil que me toque afrontar. No tengo manera de saber cuántos votos reales hubo, Tucumán tuvo más votos que Rosario, pero en ambos hubo bots. No sabemos quién ganó”.
Fue así que, en conjunto con los representantes de ambas universidades, se decidió que lo más justo era dividir el premio final para las cuatro que llegaron a la semifinal.
A partir de ese momento, Britos aseguró a MOTIVAR sentir uno de los peores días de su vida. “Cuando terminé de hacer el Vivo empecé a recibir muchísimos mensajes con insultos y amenazas; me saturaron toda la casilla de mensajes. Estas personas no habían entendido lo que explicamos en el vivo y tampoco les importaba”, sostuvo.
Y agregó: “Decidí cerrar la cuenta de Instagram esa misma noche porque sentía que me estaba haciendo mal toda esa agresión. Al otro día, tenía miles de mensajes agrediendo… no estoy acostumbrado a esta situación. Por suerte me llamaron mis amigos, mi familia y también muchos veterinarios que están en las redes para solidarizarse. Realmente se los agradezco”.
Pasaron algunos días y Britos pudo desconectarse de esa situación.
“Volví a las redes sociales después de algunos días; intenté hacerlo con humor y la repercusión fue buena: me di cuenta de que también había muchas personas que no estaban ni enteradas de lo que había pasado y les interesaba mi contenido”, explicó nuestro entrevistado. Y agregó: “A partir de ahora empieza la filtración. Mi cuenta creció, pero mucha gente entró porque le interesaba la VetCup y no mi contenido. Ahora bloqueo “haters” porque no me dejan interaccionar con el resto”.
Como quedó claro en nuestro contacto, la idea de este Vet Influencer es mejorar a partir de esta situación, tomar impulso y tener más precaución.
“Es una verdadera lástima porque, a mi parecer, la VetCup no se va a hacer más por todo lo que pasó, las complicaciones que se generaron y el impacto negativo básicamente en mi nombre”, sostuvo.
Para concluir, MOTIVAR le consultó a Gastón Britos cuáles serán sus próximos pasos en las redes sociales. “En cuanto a lo que es contenido, tengo ganas de hacer videos en YouTube, profesionalizarme más en esto y al mismo tiempo avanzar con el programa que tenemos en Instagram: #veterineando, el cual hacemos con el médico veterinario Manuel Martínez. Allí tocamos casos clínicos y tratamos de explicarlos en un lenguaje apto para todos los niveles, para gente de campo, para chicos que recién arrancaron la Facultad, etc. Buscamos que lo técnico sea fácil de entender”.