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A fines de noviembre, MOTIVAR formó parte de lo que fue el cierre del CEVA Business Program, iniciativa por medio de la que el laboratorio multinacional líder en la provisión de biológicos para la avicultura reunió a los más de 90 alumnos que cursaron el primer y segundo año de la capacitación, realizada en conjunto y en la sede porteña de la Universidad Torcuato Di Tella.
“Lo primero que debemos considerar es que, a mayor cantidad de cambios, peor trabajamos. Esto es normal si lo vemos desde la biología: cae la productividad”. Estanislao Bachrach.
“Esta es una de las acciones más importantes que hemos realizado desde CEVA en nuestro país, en base al impacto que los contenidos compartidos han tenido en el crecimiento profesional y el día a día de los asistentes”, explicó Martín Díaz, director de la Unidad de Negocios Avícolas de CEVA para el Cono Sur. Asimismo, el referente destacó el perfil de las personas que durante todo el año compartieron encuentros presenciales en la Universidad. “En estas 90 personas está representada la avicultura argentina. Son decisores de las empresas: gerentes de producción, dueños, directores y gerentes de compra, entre otros”.
En otro orden y continuando su diálogo con MOTIVAR, Díaz destacó que la empresa invierte en acciones de este tipo “porque queremos que nuestros clientes nos valoren como un socio estratégico de la industria y no solo un proveedor de vacunas”.
También hubo tiempo para analizar lo que ha sido el año de la compañía en nuestro país: “Este 2018 no fue fácil para CEVA en el negocio avícola, básicamente por una serie de inconvenientes en el abastecimiento de uno de nuestros principales productos a partir de julio desde una de las plantas de las compañía en Estados Unidos”, explicó Díaz. Y reforzó: “Por eso es aún más valorable la apuesta de CEVA por seguir invirtiendo en un programa de estas características. El año 2019 será mejor, ya con stocks en el mercado y haciendo frente a lo que sin dudas será un primer semestre complejo para la industria avícola en nuestro país”.
Vale decir que los alumnos del primer año de la propuesta de formación recibieron capacitación en temas claves del Management moderno como lo son: comunicación efectiva; gestión de la motivación; negociación; feedback constructivo; inteligencia emocional, oratoria, innovación y creatividad. Siendo estos complementados en el caso del segundo año con conferencias específicas sobre gestión del talento, toma de decisiones, gestión del personal sindicalizado y la resolución de un Simulador de Negocios.
Finalmente, Díaz destacó la participación de Héctor Motta, del Grupo Motta, en el último encuentro del año. “Como siempre, el cierre queda a cargo de un referente del sector, quien comparte con nosotros no solo sus experiencias sino también su visión respecto de lo que será el corto plazo del negocio”, sentenció.
“En estas 90 personas está representada la avicultura argentina. Son decisores de las empresas: gerentes de producción, dueños, directores y gerentes de compra, entre otros”. Martín Díaz, director de la Unidad de Negocios Avícolas de CEVA para el Cono Sur.
En el cierre del programa, el biólogo Estanislao Bachrach tuvo el objetivo de compartir frente a los invitados de CEVA distintos conocimientos en torno a las neurociencias.
“La evidencia no cambia la forma de pensar de las personas”. Así inició su exposición Bachrach para luego profundizar: “El cerebro no diferencia entre un relato y la realidad, esto lo establecen las creencias. Es decir, nuestros hábitos de pensamiento, los cuales siempre van a poder justificar nuestra visión, por más errada que la misma esté”.
Frente a estas definiciones, el disertante avanzó en analizar cómo podría ser efectivo un proceso de cambio en la forma de trabajar de las personas en las empresas. “Lo primero que debemos considerar es que a mayor cantidad de cambios, peor trabajamos. Esto es normal si lo vemos desde la biología: cae la productividad”, describió el expositor. Y completó: “Frente a esto, las personas suelen comenzar a mostrarse distraídas y hasta asustadas por lo que se les propone. De allí que muchos tiendan a reaccionar de maneras más o menos inteligentes”.
Bachrach cerró el concepto: “Al momento de pretender imponer cambios en nuestras empresas, debemos considerar si realmente ese cambio es posible de implementar y si la gente realmente quiere adoptarlo. Logrado esto, será cuestión de practicar, mejorar y avanzar día a día. Esto no es lo que suele verse en las empresas.”