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SUSCRIBITE La cantidad de lgG en el calostro bovino varía considerablemente entre vacas (<1-235 g/L), donde entre el 29,4 / 57,8% de las muestras no alcanza la cantidad mínima deseada de 50 g lgG/L.
El 49% del calostro obtenido de vacas durante el primer ordeñe es de buena calidad, existiendo marcadas diferencias entre primíparas y multíparas.
De todas maneras, datos del NAHMS2007 (Estados Unidos) indican que solo el 13% de los productores evalúa de manera rutinaria lacalidad de calostro (volumen y apariencia): el 56% de estos lo estima de maneravisual.
Los resultados de una encuesta realizadaen Pensylvania (Estados Unidos) en 2007 indican que la concentración de muchos nutrientes del calostro ha incrementado si se los compara con reportes previos.
Las razones de estos incrementos estarían asociadas posiblemente aque las prácticas de manejo del calostro han mejorado con el transcurso del tiempo, especialmente su almacenamiento y administración.
El objetivo del trabajo fue recolectar datos sobre la alimentación y manejo de calostro que realizan los veterinarios en tambos de Santa Fe y Córdoba.
Los resultados
Se realizó, en conjunto con OVER, una encuesta anónima a veterinarios que participaron de la Jornada de Actualización Técnica organizada en 2016 por la empresa radicada en San Vicente, Santa Fe.
Allí se recolectaron 20 encuestas realizadas a veterinarios de San Vicente, el Trébol, Rafaela, María Juana, Carlos Pellegrini, Colonia Prosperidad, Marull, Totoras, Cañada Rosquín, Centeno, ColoniaVignaud, Morteros y San Francisco. Como primer resultado se vio que estos veterinarios asesoran a 74 tambos, de los cuales 7% son chicos (< 100 vacas); 26%, medianos (100 a 200 vacas) y 68%, grandes (> 200 vacas).
Si bien el trabajo completo puede solicitarse a [email protected], compartimos algunas de sus conclusiones. En primer lugar, que “el suministro de 2 a 3 litros de calostro durante la primera toma es la práctica más frecuente, con un leve incremento a medida que crece la escala productiva. No obstante, aún una quinta parte de los establecimientos no lo tienen establecido”.
Luego, el informe destaca que “independientemente del tamaño de los tambos, las tres cuartas partes de los establecimientos suministran calostro mediante botella o mamadera, con un incipiente empleo de sonda orofaringea en los tambos denominados grandes.
El amamantamiento directo es una práctica que se realiza en menos del 10% de los tambos encuestados”.
Además y destacando que alrededor del 85% de los establecimientos calostra a sus terneros antes de las 6 horas de nacidos, la evaluación de los resultados arrojó que la totalidad de los tambos chicos suministran a los terneros calostros de sus madres, disminuyendo la proporción en un 20% a medida que los tambos van pasando a medianos y grandes, respectivamente.
“Por otra parte, se observa un incremento proporcional similar en la práctica de pool de calostro a medida que los tambos pasan de chicos a medianos y de medianos a grandes, respectivamente”, explica el informe. Y culmina: “La determinación de calidad de calostro no es una práctica de rutina en los tambos ya que alrededor de un 10% lo realiza, con un incremento en la proporción de empleo a medida que los tambos pasan de medianos a grandes”.