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¿SIGUE SIENDO VALIDO HABLAR DE CONVERSION EN KILOS VIVOS?

“Debemos comprender las métricas que usan los productores”

Danilo Grandini, de Phibro Animal Health, se refirió al impacto de la intensificación sobre la productividad y destacó la importancia de trabajar sobre las ganancias de peso en carcasa de animales más pesados.
1 de septiembre de 2016 - 00:36
phibro1 Grandini. “Cada vez existen más problemas sanitarios y metabólicos”.

Con más de 1.200 empleados a nivel global y una facturación anual de US$ 750 millones, Phibro Animal Health es hoy una empresa pública que opera en 35 países y se focaliza en los segmentos de nutrición y salud animal, sin dejar atrás la cultura familiar que la llevó a ofrecer sus tecnologías en las actividades avícola, ganadera (carne y leche), porcina y acuícola, entre otras.
“Estados Unidos representa nuestro principal mercado, seguido por Brasil y el resto de América Latina”, le comentó Germán García, gerente regional para los negocios del laboratorio en el Cono Sur, a MOTIVAR en un encuentro generado para conocer más sobre una compañía que posee moléculas propias como la Virginiamicina, Semduramicina, y Amprolium. “Contamos con complejos productivos en Brasil, México, Israel y Estados Unidos”, aportó García.
De la entrevista también participó el brasileño Danilo Grandini, director global de Marketing para el segmento de bovinos en Phibro. “Estamos orientados mundialmente a colaborar en la generación de proteína animal de manera eficiente y sustentable”, sostuvo. Y aportó: “Con la mayor intensificación que vive la ganadería a nivel global, los problemas sanitarios y metabólicos en los animales son mayores y es en la prevención de ellos donde Phibro tiene mucho por aportar, avanzando también tanto con las ganancias de peso, como en la mejor conversión en carcasa”.

MOTIVAR: ¿Cuál es el objetivo de la empresa en Argentina?
Germán García: Si bien ya ocupamos un lugar destacado en la provisión de biológicos y aditivos para la avicultura local, avanzamos en la generación de una estructura sólida también en el área ganadera. Hacia ese segmento volcaremos nuestras futuras inversiones, con el objetivo de estimular la mayor utilización de nuestros aditivos, tanto en bovinos de carne, como de leche.

En Argentina. Germán García. En Argentina. Germán García.

Vale decir también que ya existen feedlots y tambos que emplean nuestras tecnologías. En un año hemos duplicado la participación en el mercado y creemos que tenemos nuevas posibilidades por delante.
Danilo Grandini: En cuanto a la estrategia a seguir, sabemos que existen dos maneras de llegar al mercado: hablando del producto o de cómo hacer uso del mismo. Nosotros nos quedamos con la segunda opción, enfocándonos en la necesidad de salir de la indicación y avanzar hacia la recomendación de las tecnologías en los rodeos. Invertimos globalmente en difundir los beneficios de aplicar las herramientas que existen en la actualidad.
¿Qué pueden comentar sobre uno de sus productos, la virginiamicina?
GG: Es interesante decir, por ejemplo, que en 2014 y a nivel global la misma estuvo presente en la nutrición de 9.1 millones bovinos, mientras que el año pasado la cifra ascendió a 11.3 millones de cabezas. La mayor parte de ellas estaban en feedlot, seguidas por animales en pastoreo, establecimientos lecheros y vientres destinados a la actividad de cría.
En nuestro país, la virginiamicina está aprobada por el Senasa para el control de acidosis, descripción que comparte con buena parte de los otros países donde su uso está aprobado: Brasil, México, Australia y Estados Unidos, etc.
DG: Hablamos de un producto que es clave en la prevención de accidentes metabólicos. Su función es estratégica, garantizando el éxito de toda inversión que se realice, por ejemplo, en la intensificación de la actividad. Más allá de esto, la virginiamicina propicia mejoras en calidad de leche, así como también en la conversión de alimento en carne y leche y el mejor resultado en carcasa.
Proteger la salud de los animales lleva sin dudas a mejoras productivas.
¿Cómo es su utilización?
GG: Lo ideal es que llegue en la premezcla mineral vitamínica o balanceada que adquieren los establecimientos. La industria es nuestra aliada en el suministro, a lo cual nosotros le sumamos nuestras capacitaciones para que sean los técnicos los que difundan nuestro mensaje a campo.

¿Qué acciones implementadas en Brasil esperan replicar aquí?
DG: Si queremos pasar de la indicación a la recomendación, debemos comprender cuáles son actualmente las métricas que utilizan los productores para ganar dinero en sistemas productivos que tiendan a ser cada vez más intensivos.
Hoy en Argentina se habla de lograr animales con mayor peso de faena, pensando no sólo en sumar kilos a la producción, sino también avanzando sobre el mercado exportador. Esto llevará a analizar si es la conversión en peso vivo la métrica más conveniente a emplear o si bien deberíamos comenzar a hablar de eficiencia en carcasa, tal como ocurre hoy en Brasil.
Si decidimos avanzar en la segunda opción, deberemos enfocar nuestras acciones hacia las ganancias de peso en carcasa, donde el mayor rinde se define tanto por la presencia de proteína, como de gordura (grasa) en el peso final de faena. Es decir, un animal que no está bien “engrasado” no conseguirá los mejores rindes.
Claro que la grasa es un componente caro y es por ello que debemos poder establecer un balance entre lo que invertimos en generarla y lo que finalmente se produce.

¿Qué conceptos deben modificarse al hablar ya de peso en carcasa?
DG: Un tema clave tiene que ver con la ganancia de peso neta, donde la proporción de grasa es siempre la misma.
Es clave entender que el acúmulo de grasa y proteína es constante. Tenemos trabajos que demuestran esto en Nelore (Brasil) y también estamos avanzando en investigaciones propias para Argentina, vinculándonos con entidades públicas y privadas.
Hablamos de dos formas de analizar los rindes. Por un lado, podríamos seguir considerando que un animal faenado a los 550 kilos vivos –de los cuales 320 eran de carcasa- tuvo un rinde del 55%. Pero la propuesta es dividir la carcasa neta por el vivo neto. Ese dato, en el ejemplo anterior nos daría que el 65% de ganancia de peso vivo fue en carcasa, y este es el número que tenemos que empezar a usar, sabiendo también que existe un punto donde el incremento de grasa no es acompañado del incremento de eficiencia. Sabemos que al 32% de grasa por carcasa, se estanca la eficiencia de conversión del peso vivo.
¿Y cómo impacta este cambio de métrica en los esquemas?
Nuestra propuesta apunta a mejorar el uso de la monensina, un producto seguro pero que, a determinado nivel, reduce el consumo total de alimento en los animales; mientras que la virginiamicina le permite comer más y mejorar la producción total. Planteamos un esquema de suministro estratégico de ambas moléculas en los establecimientos argentinos tanto de carne, como de leche.
Apuntamos a generar dos cambios: lograr el incremento de carcasa por aumento de grasa y el cambio de una tecnología por otra para lograrlo, pensando siempre en el objetivo último que buscamos.

¿Tienen estos productos restricciones en el mercado exportador?
En absoluto. Si hablamos de Europa, debemos comprender que la CE no puede establecer restricciones de uso de productos en terceros países donde el producto está efectivamente aprobado por la autoridad sanitaria local. Europa exige al país proveedor que no sean detectados residuos de las moléculas en los productos de origen animal que ingresan a sus fronteras.
Más allá de esto, hay límites máximos de residuos (LMR’s) de drogas veterinarios en carnes, leche, huevos y miel, y en el caso de la virginiamicina, tanto Europa como Japón, Estados Unidos y Australia tienen límites establecidos para determinados productos de origen animal. Países como Brasil, Estados Unidos, Canadá y Australia emplean virginiamicina en el alimento de bovinos, cerdos y aves y exportan a Europa y a muchos otros países. En Brasil, por ejemplo, son 1.8 millones las cabezas de bovinos que incorporan virginiamicina en sus dietas y buena parte de ellas pertenecen a grupo frigoríficos líderes en exportación.

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