RELEVAMIENTO DE SISTEMAS UBICADOS EN LA REGION PAMPEANA
¿Qué pasa en los tambos, más allá del precio de la leche?
Desde el INTA destacan una mayor predisposición al asesoramiento técnico y a la adopción de estrategias de manejo y controles productivos. Sin embargo, se amplía la brecha tecnológica.
A fin de marcar posibles variaciones estructurales y productivas que pudieran haberse registrado en la lechería nacional durante los últimos 10 años, técnicos del INTA presentaron los resultados de un relevamiento efectuado en la región pampeana en 2012 y 2013. Del total de encuestados, 43% correspondió a Santa Fe, 32% a Córdoba, 18% a Buenos Aires y el 7% restante, a Entre Ríos.
«La competencia por el uso de la tierra, sumada a los avances tecnológicos y a factores climáticos y/o económicos, determinaron cambios en la forma de producir», explicaron los investigadores. Y agregaron: «En los `80 prevalecieron los planteos pastoriles, a finales de los 90 y durante la década de 2000 se generalizaron aquellos que agregaban suplementación, mientras que hoy es común observar esquemas más intensivos, algunos de los cuales involucran encierre permanente y alimentación a base de dietas mezcladas». Compartimos aquí otros datos del análisis comparativo elaborado desde el INTA tomando como referencia estadísticas de 2001 al 2004.
Las empresas
La mayor parte de los tambos analizados corresponden a empresas para las cuales la producción de leche es la única fuente de ingresos en el 58% de los casos. La dirección de las mismas es ejercida por productores de una edad promedio de 55 años (en 2001 – 2004 la media era de 50 años).
Tabla Nº 1. Existencia promedio de hacienda por categoría. Ejercicios 2001 al 2004 y 2012 al 2013.
Categorías (cabezas)
2001-2004 n = 1494
2012-2013 n = 118
Var (%)
Vacas totales
173
175
1%
Vacas en ordeño
135
143
6%
Vaq. Preñadas
33
27
-19%
Vaq. en recría
69
51
-26%
Otro dato: el vínculo con los asesores fue permanente en el 58% de los casos, y de tipo eventual en el 27% de los tambos.
El tamaño promedio del establecimientos se estimó en 195 has., un 24% inferior al registro de 2001 – 2004 (255). Cerca del 70% de esa superficie se destinó a las vacas en ordeño y secas (137 ha VT actual vs 154 ha VT en 2001 – 2004). La mayoría usó parte de la superficie para recriar vaquillonas (77%) y otros también realizaron agricultura con fines comerciales.
Hacienda
Si bien en la Tabla Nº 1 se detallan las existencias promedio de hacienda por categoría y la variación absoluta entre los periodos, vale decir que la raza predominante fue Holando (Holstein), constituyendo en el 77% de los casos la única declarada. El 23% restante mencionó poseer otras razas y/o cruzamientos, con una proporción promedio del 18% sobre el rodeo total.
Un dato interesante tiene que ver con que la alimentación del rodeo de ordeñe se modificó en los últimos diez años, existiendo en 2012-2013 una mayor participación de silajes y concentrados en la dieta.
El silaje se empleó en casi todos los establecimientos, habiendo participado de la alimentación del 97% de las vacas. En 2001 – 2004, la proporción de tambos que utilizaba silo era del 70%, mientras que el 79% de las vacas eran alimentadas con dietas que incluían silajes. ¿Otro aporte del INTA? Se produce en la explotación alrededor del 70% del alimento utilizado.
Estructura productiva
En base a los resultados más recientes, la producción individual de leche mostró valores entre 16,4 y 22,1 litros/VO/día. Más allá de esto, la variable que mayor variación presentó fue la producción diaria (promedio) por establecimiento, que pasó de 701 a 8848 litros/día. La participación de la mano de obra familiar en los estratos más pequeños fue del 59 y 51%, mientras que en los demás se visualizó una menor participación, pasando del 35% en los establecimientos lecheros que producen entre 2000 y 6000 litros de leche por día al 18% cuando la producción supera ese valor.
Manejo reproductivo y sanitario
El 83% de los establecimientos tuvo asistencia veterinaria permanente durante el 2012-2013 y el 61% realizó control lechero respecto al 39% registrado diez años atrás, pero solo el 22% cuenta con control lechero oficial.
VARIABILIDAD EN LOS INDICADORES PRODUCTIVOS
La actividad láctea local comprende una diversidad de sistemas y estrategias productivas. Del total de la producción, el 18% es producida por el 44% de los tambos (menos de 2000 litros/día), mientras que el 33% la produce el 34% de los tambos (entre 2000 y 4000 litros/día). El 49% restante lo aporta el 22% de los tambos, con más de 4000 litros de leche al día.
Analizar la escala permitió caracterizar los sistemas por rangos de producción diaria y conocer las estrategias y los resultados obtenidos. «Cada estrato presentó un amplio rango de variabilidad en los diferentes indicadores productivos, lo que demuestra la posibilidad de mejorar tomando decisiones adecuadas en el momento oportuno. Entre los aspectos a mejorar se identificaron: carga animal, producción individual y eficiencia de conversión.
Posiblemente estos aspectos productivos se ven afectados por la capacidad gerencial y su influencia sobre el equipo de trabajo», sostuvieron desde el INTA.
Ambos servicios podrían haber favorecido la organización del rodeo de ordeñe en lotes, práctica que estuvo vigente en el 39% de los tambos.
El uso de la inseminación artificial también se incrementó, pasando del 49 al 70% en el período analizado. Quienes inseminaron, utilizaron en promedio 2,4 dosis por animal inseminado, variando entre 1,4 a 4 dosis. Otro dato destacable en los sistemas actuales fue la implementación del servicio estacionado, que fue adoptado en el 23% de los casos. Se trató en general de campos de mayor tamaño de rodeo (191 vacas vs 128, en aquellos con servicio continuo).
El status sanitario reveló que un 16% de campos se encuentra en saneamiento de brucelosis y un 20%, de tuberculosis, problema más frecuente en los de menor escala. Respecto a la mortalidad, las tasas declaradas fueron -en promedio- del 6.4% para vacas adultas y 10% en la crianza (Figura Nº 1).
Resultados productivos
En la Tabla Nº 2 se presentan los resultados obtenidos para los indicadores en cuestión. El incremento de la carga animal y de la producción individual podría haber sido consecuencia del mayor aporte de alimentos comprados, entre otros factores. Respondiendo a la mejora productiva y reproductiva, la producción diaria de leche aumento en promedio un 33%, de 2.150 litros a 2.870 litros/día por tambo entre 2001 – 2004 a 2012 – 2013.
Tabla Nº 2. Indicadores técnico – productivos estimados. Ejercicios 2001 al 2004 y 2012 al 2013.
Indicador
2001-2004 n = 1494
2012-2013 n = 118
Relación productiva (VO/VT)
77%
81%
Carga animal (VT/ha VT)
1,16
1,32
Producción individual (l leche/VO día)
15,1
19,2
Gramos concentrado por litro de leche
220
304
Esto también impactó de manera positiva sobre la productividad de los sistemas, cuya media se ubicó en 7.580 litros de leche año/ha VT en comparación con los 4.980 del periodo 2001-2004.
Figura Nº 1. Frecuencias relativas a las tasas de mortandad de vacas adultas y en la etapa de crianza de terneros.
Sin embargo, cabe señalar que los tambos actuales emplearon el doble de alimento comprado en comparación con diez años atrás.
El informe también expone que la relación VO/VT es un indicador indirecto de eficiencia del rodeo lechero, encontrándose una diferencia del 9% entre el primer y último estrato de producción de leche.
La carga animal es una de las variables que mayor influencia tiene sobre la productividad expresada por hectárea; la cual se incrementa a medida que el rango de producción diaria de leche pasa de 1000 a 6000 litros de leche diario o superior (0,99 a 1,63 respectivamente).
En ese sentido, la producción individual se incrementó de 16,4 a 21,4 litros/VO día, del primer al último estrato. Siendo levemente superior en el rango de producción de 4000 a 6000 litros/día (22,1).
En Argentina, el indicador más utilizado para medir la productividad de los sistemas lecheros es aquel que vincula la producción de leche anual, con la superficie utilizada por el rodeo de vacas en ordeno y vacas secas durante un año y se expresa como: litros de leche por hectárea de vaca total por año (litros ha VT/año). Hay una variación positiva entre los estratos (< 1000 a > 6000 litros leche/día) en la carga del 65% y en la producción individual en un 30%. Esto se manifiesta en una brecha importante en la productividad lograda (1,5 veces): 4459 vs 11030 litros/ ha / VT/ano, respectivamente para el primer y último rango.
En resumen
Los informes del INTA en base a los cuales se concretó este resumen fueron realizados por Gastaldi, Litwin, Maekawa, Centeno, Engler, Cuatrin, Chimicz, Ferrer y Suero. Entre sus conclusiones, destacan que la lechería argentina ha transitado en los últimos años un proceso de cambio en el uso de los factores de producción. «Entre los más importantes se señalan la reducción en la superficie destinada a la actividad, el incremento de la carga animal y el mayor uso de suplementos externos. Adicionalmente, se observó en la última década una mayor disposición al asesoramiento técnico y a la adopción de estrategias de manejo y control productivo y reproductivo», explicaron.
Dejando en claro que una proporción de sistemas han comenzado un proceso de transformación hacia formas más complejas, enfatizaron en cuanto a que esto no garantiza per se una mayor eficiencia. «Estos cambios involucran la incorporación de estrategias técnicas y productivas diferentes que requieren de un manejo empresarial con mejor gestión y mayor protagonismo», sostuvieron.
Quienes deseen solicitar el trabajo completo realizado por los técnicos del INTA pueden hacerlo escribiéndonos a [email protected].