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SUSCRIBITE DANIEL ZUDDIOEs representante de MSD Argentina, sucursal de Merck & CO, empresa estadounidense dedicada a la investigación y desarrollo, manufactura y comercialización de productos medicinales para la salud humana y animal.
Daniel Zuddio se desempeñó en Intervet Argentina (2008) como gerente de Operaciones. Luego y con la compra de Schering Plough pasó a formar parte de Intervet Schering Plough Argentina. Finalmente, tras la adquisición de Merck en 2009, llegó a MSD Argentina donde -a partir de enero de 2012- tomó la gerencia general de Sanidad Animal para Argentina, Paraguay y Uruguay. Más información en msd.com.ar.
Al analizar la situación que atraviesa actualmente el negocio de los laboratorios veterinarios en Argentina vemos que el mercado crece en términos monetarios pero se mantiene o decrece en función de las unidades totales que se comercializan.
Si pensamos en el rubro de grandes animales, por ejemplo, la prevención de enfermedades, en términos de tecnología aplicada, es aún una materia pendiente donde la industria en su conjunto y el veterinario como principal actor, tienen mucho por hacer.
Claramente, el mercado se encuentra en una etapa netamente «de tratamiento» más que «de prevención», situación que se percibe todavía con mayor claridad en el sector de la carne (por sobre el lechero). Más allá de esto, el cambio de tendencia es inevitable de cara al futuro y es por ello que nos aventuramos a predecir que en los próximos 10 años los segmentos de mayor crecimiento en el mercado veterinario serán los de reproducción y biológicos.
No podemos desconocer tampoco que tanto la avicultura, como la porcicultura, son segmentos que están dinamizando la industria en su conjunto.
De cara a lo que viene, tanto el mercado, como la propia industria, deberemos avanzar hacia un modelo integral de sanidad animal, donde las soluciones partan desde una mirada sistémica e integradora: priorizando las soluciones productivas (servicios) por sobre los tratamientos curativos.
“En el futuro, mercado e industria deberemos priorizar las soluciones productivas por sobre los tratamientos curativos”.
Deberemos empezar a hablar de «plataformas de salud» y ya no más de productos. En el futuro se tendrán más en cuenta los derechos de los animales, el bienestar animal, la trazabilidad y los controles para asegurar alimentos seguros, que puedan superar los estándares de los mercados más tecnificados.
Argentina va hacia un modelo exportador, de crecimiento y tecnificación.
En ese marco, entiendo que la industria veterinaria está en un proceso de restructuración, tanto en el ámbito global, como en el local. El modelo a futuro es sin dudas el de «socios para la producción y el crecimiento» entre la industria, el asesor y el productor.
Esto queda demostrado cuando desde los primeros eslabones disponemos de «algo nuevo para contar» que, a la vez, sea una necesidad para el productor. Es allí donde queda en evidencia la avidez que tiene el ganadero y donde se presenta la más grande oportunidad para quienes disponemos de productos y servicios que se diferencian del resto.
Podríamos diferenciar entre los tres niveles de actores que intervenimos en los procesos comerciales. A nivel de los laboratorios lo que viene tendrá que ver con una cada vez más alta presión sobre procesos productivos; controles en materia de farmacovigilancia de productos, preservación del bienestar animal y, claro está, del medio ambiente.
A esto se le sumará una mayor concentración de jugadores, en lo que resultaría una nueva etapa de fusiones globales y/o adquisición de desarrollos específicos para con laboratorios locales y regionales, aunque aún con resultados no muy claros. Continuaremos en un costoso y largo camino por seguir desarrollando nuevos productos, lo cual redundará en que cada actor de la industria deberá invertir fuertemente en nuevas tecnologías que lo diferencie en la oferta de su portafolio de productos.
“Nuestro Bravecto ha sido distinguido como el producto farmacéutico veterinario más innovador del año 2014”.
Por otra parte y si nos focalizamos en los distintos actores de la distribución de productos veterinarios, veremos que las nuevas tecnologías, los cambios de hábitos de consumo tanto de los productores de proteínas animales, como los dueños de mascotas, obligarán a reformular los modelos de negocios. Quienes no inviertan y se adapten a esos nuevos paradigmas irán paulatinamente perdiendo peso específico dentro del negocio.
Deberemos estar atentos a modificaciones ligadas al comercio electrónico, el uso de Internet y, puntualmente, de las redes sociales. Podría avanzarse en el desarrollo de cadenas, franquicias y/o licencias de puntos de venta.
Por último y a nivel de usuarios y consumidores de productos veterinarios, veremos un mayor acercamiento entre ellos y la información para la toma de decisiones: hoy un comprador de productos veterinarios accede a más de 10 fuentes de información antes de elegir. Queda claro que se demandará más y más customización de los productos y servicios, ítem en el cual entiendo que los conceptos de «Safe Food» y «Medio Ambiente» son parte del paradigma que se viene.
Desde MSD Salud Animal percibimos un alto potencial en el negocio de animales de compañía y rumiantes.
El primero de ellos, influenciado por la situación económica que entendemos repercute en el poder adquisitivo de la población y una mayor / menor atención en el cuidado de las mascotas.
No podemos perder de vista que los propietarios de las mascotas poco a poco visitaran más las clínicas veterinarias y aumentarán no solo el uso de tecnologías preventivas (biológicos) sino también la frecuencia de los tratamientos parasitarios.
En este marco, vale decir que nuestro Bravecto ha sido distinguido por Animal Pharm como el producto farmacéutico veterinario más innovador del año 2014.
Hablamos de una tecnología (de administración oral – píldora) que ha demostrado un eficaz tratamiento contra pulgas y garrapatas con una duración de hasta 12 semanas (una sola dosis).
Próximamente, estaremos presentando esta novedad también en el mercado argentino.
En cuanto a rumiantes, entiendo que la producción de carne bovina lentamente se irá asimilando a las avícolas y porcinas. Seguirá prevaleciendo la producción extensiva pero una mayor incidencia en la sanidad y nutrición serán los puntales para una mejor conversión y la acumulación de más kilos de proteínas.
Los segmentos avícolas y porcinos continuarán creciendo en población a un ritmo de 3 – 5% anual y, seguramente, los ciclos productivos actuales se continuarán reduciendo.
No caben dudas que nuestro rubro se está tecnificando. Los segmentos «integrados» están volcando parámetros y criterios de manejo que mejoran la productividad general de la industria. Iremos hacia una producción basada en el manejo sanitario de poblaciones, donde los índices productivos se midan hasta en el más mínimo detalle (como ocurre hoy en la avicultura) y justifiquen la adopción de tecnología en el «todo producido».
Esta mirada productiva calará en todas las especies que generen proteínas animales. Puntualmente y para el caso de grandes animales, deberemos «meternos» en la industrialización de la materia prima (carne y/o leche) ofreciendo tecnología que le sirva a la empresa para certificar las máximas normas de calidad.
Esto beneficiará a quienes inviertan y hablaremos de un mercado mucho más eficiente que el actual.