La disminución en las ganancias de peso de los animales, como así también en sus niveles de producción láctea; la mayor incidencia de las mastitis subclínicas; reducción de la fertilidad en los vientres y el aumento de la susceptibilidad a enfermedades, son algunas de las formas en que puede manifestarse la deficiencia de selenio en los bovinos.
Este micro mineral se considera fundamental en todas las etapas de la vida de los rumiantes, siendo necesario para el desarrollo fetal, la producción y el adecuado funcionamiento del sistema inmune. Para el caso de los bovinos, el selenio forma parte de la enzima glutatión peroxidasa (GSH – Px), la cual a su vez cumple un rol metabólico como antioxidante, evitando que estos causen daño a las distintas células del organismo.
Actualmente existen diferentes métodos para determinar la concentración de selenio en animales o forrajes. En este sentido, la técnica mayormente empleada es la toma de muestras de sangre sobre los animales: a través de un pequeño porcentaje de los animales (vacas y vaquillonas) se puede estimar la concentración del mineral en la hacienda, determinando la actividad de la enzima glutatión peroxidasa (GSH- Px), directamente relacionada con la concentración de selenio. Asimismo, se puede determinar la cantidad de selenio también en los suelos de los establecimientos.
¿Cuándo suplementar?
Balance de selenio
Sangre
GSH – Px
Efecto suplementación con selenio
Deficiente
<0.63
<60
Beneficioso
Bajo / marginal
0.63 – 1.05
61 – 100
Beneficioso
Marginal
1.06 – 1.39
101 – 130
A menudo beneficioso
Adecuado
>1.39
>130
Sin efecto
Actividad sanguínea de GSH – Px y su relación con la concentración sérica y sanguínea de selenio (de caballos y Wittwer -1996- adaptado de Maas, 1990; Randox Laboratories, 1994).
Estos temas fueron debatidos a comienzos de septiembre en dos jornadas técnicas realizadas por MSD Salud Animal en Tandil (Buenos Aires) y Esperanza (Santa Fe), donde la empresa lanzó en el mercado local Permatrace, su bolo intrarruminal de selenio larga acción.
El producto se suministra por vía oral en el ganado de carne y leche, a través de una pistola aplicadora, «lo cual hace el proceso fácil y efectivo, garantizando que cada animal recibe la dosis correcta y tenga asegurado sus requerimientos naturales del mineral», comentaron desde la empresa. La dosis recomendada es de dos bolos aplicados de una sola vez, cubriendo así las necesidades de selenio por al menos un año.
Más allá de esto y durante las jornadas, se contó con las disertaciones del Dr. Fernando Wittwer Menge (Universidad Austral de Chile), quien se refirió al «El selenio y su importancia en producción bovina»; el Dr. Marco Antonio Gallardo (MSD Salud Animal de Chile), respecto de las «Nuevas herramientas para suplir las deficiencias de Selenio»; y los Dres. Darío Colombatto y Fernando Bargo, quienes destacaron el rol de los minerales y los desafío de las vacas lecheras en transición en Argentina.
Los expertos destacaron que la posibilidad de suplementar a la hacienda conlleva una serie de beneficios para la producción.
En este sentido y en lo que hace a la ganancia de peso de los animales, se mencionaron estudios realizados en Nueva Zelanda, a partir de los cuales se han demostrado incrementos de hasta un 15% en vaquillonas con deficiencia de selenio tratadas con los bolos intraruminales. Asimismo, se mencionó que trabajos también realizados en ese país concluyeron aumentos de hasta el 8% en la producción de vacas lecheras deficitarias que fueron también suplementadas con selenio intrarruminal.