martes 17 de septiembre de 2024
Oftalmología veterinaria

Tacrolimus, el tratamiento más efectivo en las queratoconjuntivitis secas

Se trata de un inmunomodulador y estimulante de la producción de lágrimas. El laboratorio Paul la produce en Argentina para las queratoconjuntivitis secas en los animales de compañía.

Por Redacción de MOTIVAR 22 de agosto de 2024 - 10:04

Tacrolimus es uno de los productos veterinarios para tratar las queratoconjuntivitis secas, siendo esta la opción más efectiva de tratamiento, fundamentado por su potencia, rapidez y mejor recuperación.

El MV Andrés Merín, especializado en oftalmología veterinaria, dialogó con MOTIVAR, brindó detalles sobre este producto e indicó que Paul Laboratorio Veterinario es el único en Argentina que "entendió la necesidad de oftalmólogos especialistas veterinarios", invirtiendo y desarrollando las investigaciones para que Tacrolimus se elabore y esté disponible en el mercado en forma de colirio, obteniendo así esta formulación tan eficaz.

“Es necesario aclarar que, si no se trata la enfermedad, va directo a la ceguera cursando por un proceso muy doloroso. Por lo que esta droga es efectiva ya que es un excelente inmunomodulador y estimulante de la producción de lágrima”, explicó.

Merín recordó que hasta hace unos años, el mejor estimulante era la ciclosporina. “Cuando salió está ultima droga pensamos que era la panacea y se terminaba las queratoconjuntivitis secas, pero nos dimos cuenta de que no fue así y necesitábamos un inmunomodulador que sea más eficiente”, describió el veterinario.

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El MV Andrés Merín indicó que Paul Laboratorio Veterinario es el único en Argentina que entendió la necesidad de oftalmólogos especialistas veterinarios.

El MV Andrés Merín indicó que Paul Laboratorio Veterinario es el único en Argentina que entendió la necesidad de oftalmólogos especialistas veterinarios.

Y agregó que en ese contexto descubrieron una crema de humanos para una enfermedad denominada atopía que se usaba en la piel. “Una persona se la colocó muy cerca del borde palpebral y empezó a producir mucha lágrima. Ahí surgió la idea de empezar a estudiarlo para ver por qué sucedía esto y se comenzó a utilizar como estimulante en la producción de lágrimas”, recordó Merín.

Finalmente, el laboratorio Paul apostó para su uso veterinario y el profesional fue el encargado de llevar a cabo la prueba para certificar el Tacrolimus, concluyendo su efectividad y resaltando que su efecto es mucho más rápido que otras drogas.

“Lamentablemente, hasta que Paul no apostó al Tacrolimus, en Argentina no contábamos con esto. Ya se estaba utilizando en México, Perú, Estados Unidos y Colombia”, detalló el médico veterinario.

Resultados satisfactorios

Según el informe que realizó Merín para el Laboratorio Paul, el Tacrolimus fue incorporado en oftalmología veterinaria como un inmunosupresor y sustituto de la ciclosporina, y actualmente como última opción en QCS. Es un antibiótico macrólido producido por Streptomyces Tsukubaensis.

En lo que respecta a su mecanismo de acción, el profesional explicó que se trata de un inmunosupresor inhibidor de la calcineurina, la cual es una enzima dependiente de calcio que estimula una proteína responsable de estimular el crecimiento y diferenciación de linfocitos.

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Se llevaron adelante distintas pruebas con animales de compañía los cuales arrojaron resultados satisfactorios.

Se llevaron adelante distintas pruebas con animales de compañía los cuales arrojaron resultados satisfactorios.

Además, llevó adelante distintas pruebas con animales de compañía los cuales arrojaron resultados satisfactorios.

En el informe, Merín destaca que todos los pacientes fueron diagnosticados y su evolución fue seguida con la “prueba lagrimal de Schirmer” de laboratorio Love; siempre utilizando el mismo lote, fluoresceína del laboratorio Labyes, oftalmoscopía directa y en los que era necesario tonometría de aplastamiento utilizando “Tono-Pen Avia” (Reichert).

Ventajas

Con respecto a la aplicación del producto, indicó que los dueños de los pacientes no tuvieron inconvenientes en colocar la medicación sobre la córnea. No obstante, agrego que los propietarios, en la consulta, fueron instruidos acerca de la correcta aplicación de colirios.

Por último, manifestó que, al no ser una fórmula oleosa, la gota se vierte rápidamente, lo cual es una ventaja ante pacientes inquietos.

“Además, ninguno de los propietarios manifestó la presencia de blefarospasmo y/o congestión de la mucosa palpebral y/o ocular al momento de la instilación, que indiquen irritación y/o prurito. Sumado a que los dueños comentaban la rapidez en la eficacia del producto, ya que en pocos días notaban una notable mejoría y bienestar de los pacientes”, concluyó Andrés Merín.

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