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Columna

Los laboratorios de diagnóstico y su aporte a la salud animal

La salud animal creció de la mano de los laboratorios veterinarios, que desde los 80 transformaron el diagnóstico y marcaron una nueva era en el país.

Por José Ángel Giraudo 16 de junio de 2025 - 08:00

Durante las décadas del 50, 60 y 70 del siglo pasado la salud animal de todas las especies productivas y los animales de compañía y deporte, estaban en manos de unos pocos médicos veterinarios, en su mayoría ejerciendo en las grandes urbes del centro del país (lo que hoy nominamos pampa húmeda y el litoral).

En esos años también actuaban en el terreno los llamados “prácticos”, quienes, sin conocimientos técnicos, prestaban servicios parciales a los productores. Estos prácticos en su mayoría eran los dueños de los comercios que expendían productos veterinarios.

Debe considerarse que en estas décadas solo existían en el país cinco Facultades de Veterinaria, ubicadas en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Corrientes. Debe considerarse que en estas décadas solo existían en el país cinco Facultades de Veterinaria, ubicadas en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Corrientes.

En aquellas épocas se aplicaba casi exclusivamente la clínica animal como recurso para el diagnóstico y resolución de los de problemas sanitarios. La excepción era cuando intervenía la autoridad sanitaria (llamada SELSA), porque existía una sospecha de fiebre aftosa, carbunclo, rabia o garrapatas, donde se colectaban muestras y llevaban los pocos laboratorios que poseía este organismo sanitario.

Facultades y colegios veterinarios

Al inicio de la década 1970 y por motivos no necesariamente productivo/sanitarias, sino políticos, se comenzaron a crear nuevas universidades en el interior del país, muchas de las cuales incorporaron Facultades de Veterinaria (Río Cuarto, Tandil, General Pico).

En esta misma etapa también empezaron a crearse colegios de veterinarios en las principales provincias y el SELSA comenzó a reglamentar, tendiendo a su control, algunas de las enfermedades de mayor impacto en la producción y el comercio de carnes y/o zoonóticas (brucelosis, tuberculosis, garrapatas, rabia, anemia infecciosa equina), además de la fiebre aftosa que durante décadas fue la principal y casi única atendida por las autoridades.

Demanda de servicios diagnósticos

Este nuevo panorama requería de mayor capacidad diagnóstica, que solo estaba ofrecida por unos pocos laboratorios oficiales (del SELSA, del INTA y algunas facultades de veterinaria).

Esta demanda de servicios diagnósticos lentamente comenzó a ser cubierta por los primeros laboratorios privados que aparecieron en las grandes ciudades y también en algunas del interior de la pampa ganadera. Esta demanda de servicios diagnósticos lentamente comenzó a ser cubierta por los primeros laboratorios privados que aparecieron en las grandes ciudades y también en algunas del interior de la pampa ganadera.

A principios de la década del 80', el Dr. Bernardo Carrillo (un prestigiado técnico y funcionario del INTA), impulsó la creación de la Asociación Argentina de Veterinarios de Laboratorios de Diagnostico (AAVLD), entidad de mucho impacto y trabajo durante todos estos años, no solo en lo técnico/científico, sino también en la política sanitaria que se aplicó en el país.

Especialización en la ciencia veterinaria

Debe considerarse que en la década de los 90 se inicia una etapa de especialización en las ciencias veterinarias, apareciendo con mucha fuerza los profesionales y laboratorios especialistas en producción animal y de animales de compañía no solo en grandes zonas urbanas sino también de pequeñas ciudades y pueblos del interior del país.

También se especializaron y perfeccionaron los veterinarios que trabajan en salud pública y otras orientaciones.

Asimismo, en estos años la autoridad sanitaria comenzó a delegar responsabilidades a los laboratorios privados, creando una Red Oficial de Laboratorios para el diagnóstico de enfermedades bajo Planes Nacionales como la Brucelosis y la Anemia Infecciosa Equina.

Más laboratorios

Esta mayor demanda de trabajo impulso la creación de muchos laboratorios en todas las regiones ganaderas del país. Esta estrategia y visión de las autoridades sanitarias fue muy exitosa.

Hoy la red oficial de laboratorios trabaja en muchas enfermedades que están reglamentadas en un plan nacional (brucelosis de todas las especies productivas, enfermedad de aujeszky, anemia infecciosa equina, trichinelosis) y colabora en el diagnóstico precoz y diferencial de la fiebre aftosa, rabia y enfermedades exóticas.

En la actualidad Argentina cuenta con cerca de 400 laboratorios de diagnóstico que poseen variadas capacidades operativas y complejidades técnicas, distribuidos en todas las provincias. En la actualidad Argentina cuenta con cerca de 400 laboratorios de diagnóstico que poseen variadas capacidades operativas y complejidades técnicas, distribuidos en todas las provincias.

Los mismo cumplen una magnifica tarea mejorando de manera permanente la sanidad de nuestros rodeos en las especies productivas y en las especies de recreación y de compañía.

* José Ángel Giraudo, el autor de esta columna, es Profesor Emérito de la UNRC. Director del Laboratorio de Salud Animal (LASA). Ex Presidente de la AAVLD.

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