Iba a pasar y pasó. El 9 de febrero de 2023 entró en vigencia el Reglamento 2022/1255 de la Comisión Europea que detalla cuáles son los antimicrobianos y grupos de antimicrobianos que no deberán utilizarse en medicamentos veterinarios, ni en alimentos medicamentosos (Ver Listado).
El nuevo reglamento, que puede descargarse completo en este artículo, aclara que la restricción busca apoyar la lucha contra la resistencia a los antibióticos y especifica que ciertos antimicrobianos o grupos de antimicrobianos deben reservarse para el tratamiento de ciertas infecciones en humanos. ¿El objetivo? “Preservar su eficacia para la medicina humana y apoyar la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos.
Además, el documento destaca productos antivirales (descargar documento completo) y antiprotozoarios (Nitazoxanida), cuyo uso queda prohibido.
Una tendencia creciente
Tal como destaca un reciente informe publicado en Plos Global Public Health, el uso generalizado de antimicrobianos veterinarios genera resistencia, con consecuencias importantes para la salud animal y, potencialmente, para la salud humana.
El estudio recopila datos sobre el uso en animales destinados al consumo en 42 países para determinar que, a nivel mundial, el uso de antimicrobianos se estimó en 99.502 toneladas en 2020 y, según las tendencias actuales, se prevé que aumente un 8% a 107.472 toneladas para 2030.
Vale decir que este informe destaca también que el uso de antimicrobianos fue abrumadoramente mayor en Asia (67%), que en otras regiones.
“Estos hallazgos indican un mayor uso global de antimicrobianos para 2030, en comparación con proyecciones anteriores que utilizaron datos de 2017. Esto probablemente esté asociado con una revisión al alza del uso de antimicrobianos en Asia/Oceanía (~6.000 toneladas) y las Américas (~4.000 toneladas)”, aseguran en su reporte los expertos Ranya Mulchandani, Yu Wang, Mario Gilberto y Thomas P. Van Boeckel.
Los 18 que no van más
- Carboxipenicilinas.
- Ureidopenicilinas.
- Ceftobiprol.
- Ceftarolina.
- Combinación de cefalosporinas e inhibidores de betalactamasa.
- Cefalosporinas sideróforas.
- Carbapenémicos.
- Penémicos.
- Monobactámicos.
- Derivados del ácido fosfónico.
- Glicopéptidos.
- Lipopéptidos.
- Oxazolidinonas.
- Fidaxomicina.
- Plazomicina.
- Glicilciclinas.
- Eravaciclina.
- Omadaciclina.