Con el objetivo principal de disminuir el tráfico ilegal de animales, Habiaunaves es un centro de conservación, cría y exportación de loros habladores y guacamayos. Ubicado en Tandil, centro de la provincia de Buenos Aires, cuenta con habilitación provincial y nacional para desarrollar dicha tarea, siendo el segundo exportador de aves exóticas del país.
Aquel emprendimiento que comenzó tímidamente como un hobby de uno de los socios, desde hace 7 años se concretó en el centro de cría que es hoy y que se encuentra a la espera de las próximas medidas de Senasa para continuar con sus tareas habituales, luego del ingreso de la Influenza Aviar a la Argentina en febrero pasado.
Nicolás Porfilio es uno de los socios de este espacio y dialogó con MOTIVAR sobre la tarea que realizan a diario y la coyuntura de la influenza aviar.
MOTIVAR: ¿Cómo adaptaron su funcionamiento al estatus sanitario actual del país?
Nicolás Porfilio: Argentina en sanidad animal es top mundial, está muy por arriba de otros países hasta europeos. Por eso, el trabajo de Senasa es excelente y es entendible que sean tan rigurosos cuando pasa algo como esto. Lamentablemente haber perdido el estatus libre de influenza aviar, es una lástima. Pero bueno, son situaciones que hoy en día nos toca vivir.
A nosotros hoy nos afecta al 100%. No poder exportar es un problema, pero no poder ni siquiera comercializar a nivel nacional, ahí ya se vuelve un tema mucho más grave. La resolución dice que está prohibido el comercio, la venta y el traslado de animales en el territorio nacional.
Nuestro mayor mercado está dentro de la provincia de Buenos Aires; así que hagamos 5 kilómetros, 10 o 1000, vamos a estar en problemas.
El no poder exportar en su momento con la pandemia nos había pasado, pero por lo menos podíamos comercializar a nivel nacional y eso hace que podamos mantener a los animales. El no poder ni siquiera comercializar en nuestro territorio nos perjudica porque el ingreso primordial es la venta de los animales y eso hace el mantenimiento del criadero.
Incluso me habías dicho que estos animales ya tienen sus dueños…
NP: Exactamente, hay una parte de la producción que nosotros generamos año tras año que hace que comercializamos a nivel nacional y le ofrezcamos a la gente facilidades para poder acceder al animal. Antes de empezar a producir, gran parte de la producción está vendida; por lo que cuando nacen ya cada uno tiene su dueño. Entonces hay muchas familias y personas particulares que están esperando a ese animalito después de un año de espera, pero nosotros no lo podemos entregar y eso genera un poco de angustia y de frustración.
Por un lado, para ellos que hace tanto los esperan; pero también para nosotros porque tenemos a los animales en el criadero aptos para entregar y se ven bien y sanos. Hoy Tandil está libre de influencia, nosotros estamos libres de influencia, pero no podemos hacer mucho más que esperar.
¿Cómo inició este proyecto?
NP: Comenzó hace mucho tiempo como un hobby. Luego logré juntarme con mi socio Rubén Aranda y en 2016 arrancamos en la Reserva Natural Sierra del Tigre de manera de cooperación entre ambas instituciones. Luego logramos obtener nuestro propio lugar y la habilitación tanto municipal como provincial.
Además de nosotros dos, nos acompaña Ariel Vega quien está a cargo de las aves y M.V. Maria Cecilia Rodriguez como directora técnica.
Habiaunaves es un centro que se basa en la reproducción y cría de aves exóticas, específicamente de loros habladores y guacamayos, tanto de color rojo como de azul y amarillo. Hay muchas personas que quieren un animal de compañía y nosotros les damos la posibilidad de que puedan adquirir su ave de manera legal y no mediante el tráfico. La base del criadero se hizo para poder disminuir el tráfico ilegal de animales.
Después le fuimos sumando pilares al centro de cría, tratando de participar y cooperar en proyectos de conservación referidos a estas aves.
También en la parte de investigación hay mucha información que no se sabe en base a lo sanitario, lo clínico y en relación a la alimentación de las aves exóticas. Nosotros tratamos desde nuestro lado, de generar protocolos de alimentación y de sanidad exclusivamente para ellos.
¿Cuántos animales tienen hoy en día?
NP: Permanentemente hay alrededor de 70 animales que están en producción durante el año y cuando estamos en temporada de cría, como es este momento, llegamos alrededor de los 200 animales.
La temporada de cría arranca en el mes de octubre con las primeras puestas de huevo y finaliza en enero con los nacimientos. Luego hay todo un proceso de cría que se extiende por 3 o 4 meses más, que vivimos en este mes en marzo o hasta abril.
Me contaste que exportan…
NP: Sí, esto empezó hace muchos años, comunicándome contactos de otros países, tratando de llegar a la persona de otra manera que llegaba el mayor comercio mundial.
Nosotros logramos sumar un valor agregado. Son animales hiperdóciles, se crían desde el primer día con nosotros, son animales que lo pueden tener en la mano cualquier tipo de persona que se acerque. Por eso, la persona que importa sus animales a otros países le gusta mucho y lo paga.
Y además ser también un poco empático. son animales, seres vivos, le tenemos que dar el cariño y la responsabilidad que se merece. Eso también es cambiar un poquito la cabeza del importador y entender que estos animales van a ir a una familia, a un niño, a una persona, a alguien que lo necesite y que lo requiere y necesita no tratarse como un producto más sino como un ser vivo.
¿Y a qué países o a qué regiones exportan generalmente?
NP: Tenemos un vínculo estrecho y directo con Taiwán, pero estamos estableciendo vínculos con Singapur, que es parte del sudeste asiático y ahora entramos desde el año pasado en Medio Oriente con Arabia Saudita, Kuwait y Emiratos Árabes, países en donde hoy en día existe un mercado muy grande a nivel de animales exóticos.
¿Tienen idea de mudarse de espacio?
NP:Sí, el traslado del criadero a una zona un poco más rural, mucho más amplia. El objetivo primordial es darle mayor espacio a cada pareja permanente que vive acá en el criadero; así como poder tenerlos al aire libre que tanto bien les hace, poder tener sol, aire natural y la lluvia que es tan bueno para ellos.
Por otro lado, también es real que en cada problema sanitario que aparezca, al aire libre no se potencia tanto como en un lugar cerrado. Siempre tratamos de que la higiene del lugar sea perfecta para evitar esto. Porque una cosa es tener un animal enfermo en un lugar al aire libre, como puede afectar y las condiciones naturales que puede afectar.
Durante todos estos años fuimos aprendiendo distintas cuestiones y esta es muy importante.