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SUSCRIBITELa aplicación de un protocolo de sincronización reproductivo le permitió al establecimiento Itá Ibotig –Mercedes, Corrientes– mejorar los índices y anticipar la preñez un 10%, en comparación con las prácticas habituales de manejo de lactancia mediante el enlatado de los terneros.
“La propuesta no solo permite anticipar la preñez a los 35 días, sino que, además, considera la continuidad de la lactancia de los terneros que se encuentran al pie de la madre, lo que a largo plazo repercute en más kilos al momento del destete”.
En el NEA, la cría bovina se realiza de forma extensiva y, en general, sobre ambientes marginales. Por lo que el desarrollo de tecnología orientada a mejorar la productividad de los rodeos es una necesidad.
En este sentido, un equipo de especialistas del INTA Mercedes –Corrientes– propone un protocolo de sincronización reproductiva, que apunta a reducir el porcentaje de vacas en anestro, mejorar los índices y anticipar la preñez.
Para lograrlo, Domingo Aguilar –especialista en manejo reproductivo de bovinos y ovinos del INTA– propone la aplicación de un protocolo para la sincronización reproductiva.
En otras palabras, esto significa aplicar una serie de fármacos para reducir el periodo de anestro y mejorar la eficiencia biológica del animal.
“La duración del anestro posparto es variable y está vinculado a la lactación y a la nutrición o estado corporal del animal”, señaló Aguilar, quien puntualizó en la importancia del balance energético positivo: “Para que esta tecnología funcione y mejoren considerablemente los índices de preñez, es necesario que la vaca gane peso durante la etapa de servicio”.
Resultados preliminares de un ensayo que se realizó en el establecimiento ganadero Itá Ibotig demostraron que, a pesar de la carencia forrajera –causada por la sequía que se registra en la región desde 2020– se logró un 44% de preñez con la aplicación del protocolo farmacológico, en comparación con el 40% que se registró con la práctica de enlatado, evaluada a los 35 días de aplicadas ambas técnicas.
“Si bien, a simple vista, los números no muestran grandes diferencias, la tendencia global de la aplicación del protocolo es positiva”, expresó Aguilar quien destacó las ventajas a largo plazo de esta práctica: “No solo permite anticipar la preñez a los 35 días, sino que, además, considera la continuidad de la lactancia de los terneros que se encuentran al pie de la madre, lo que a largo plazo repercute en más kilos al momento del destete”.
“Nuestro objetivo final es que todas las hembras produzcan terneros y lo hagan de la mejor manera posible”, subrayó Aguilar.
Fuente de la información: INTA.
La estancia Itá Ibotig donde se llevaron adelante los ensayos del INTA es una empresa ganadera familiar que se dedica a la cría, recría de novillitos y vaquillas sobre pasturas y a corral, más cría ovina.
El campo cuenta con una superficie total de 8.016 hectáreas, de las cuales 7.216 hectáreas son propias y 800 son arrendadas.
Allí existen diferentes ambientes: 5.838 hectáreas de altura, 1.205 de bañado, 267 de cañadones y lagunas y 267 de pasturas y verdeos para recría, principalmente.