¿Se puede aumentar la productividad en el bosque andino patagónico?
Manejar los ambientes, los cursos de agua y planificar estratégicamente cada paso, hacen que Los Ñires hoy puedan aumentar la carga de 200 a 350 madres. No te pierdas los detalles de una nueva Jornada Ganadera organizada por el IPCVA.
En el marco de una nueva Jornada Ganadera del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), referentes del bosque andino patagónico compartieron información relevante sobre la ganadería sustentable en sistemas pastoriles de la región cordillerana.
El establecimiento que los asistentes “visitaron” de manera online fue el de «Los Ñires» ubicado en Esquel, provincia de Chubut.
La apertura del encuentro estuvo a cargo de Mariela Prada (propietaria de Los Ñires), Sebastián Li (director de la INTA EEA Esquel), Leo Jones (presidente de la Sociedad Rural de Esquel) y Juan José Grigera Naón (presidente del IPCVA).
“Junto con nuestro equipo, trabajamos día a día para lograr la mejor carne orgánica, lo cual implica esfuerzo, perseverancia, definir metas; como también contar con una muy buena infraestructura y sobre todo, una gran pasión por el trabajo del campo, ya que no siempre las condiciones son fáciles”, aseguró Prada.
Y agregó: “En nuestro establecimiento producimos carne orgánica, que significa que los animales pastorean libre todo el año, por lo tanto, podemos decir que es carne 100% natural, es decir, carne de vacas felices. Hoy sin duda, estamos a la vanguardia de los alimentos saludables y nos sentimos orgullosos de contribuir al bienestar general”.
En estas zonas destacaron la necesidad de ser eficientes, estratégicos, realizar planificaciones por ambientes y situaciones, debido a que hay meses espectaculares para la productividad pero a la vez el invierno es muy largo y duro, por lo cual hay que ser eficiente en esta etapa.
Manejo del bosque andino patagónico
A su turno, el Dr. Ing. Agr. Axel Von Müler, del INTA EEA Esquel, comentó el manejo realizado en Los Ñires para aprovechar de manera óptima la actividad forestal con objetivos silvopastoriles, la necesidad de realizar evaluaciones forrajeras para ajustar la capacidad de carga ganadera y la provisión de servicios ecosistémicos en los sistemas productivos del bosque andino patagónico.
En cuanto a cómo realizar el ajuste de carga, el ingeniero explicó: “El trabajo consiste en hacer unas evaluaciones forrajeras por tipo de ambiente. En zonas de alta productividad hay entre 6 mil y 8 mil kilos de materia seca en las cuales se pueden trabajar con una o dos unidades ganaderas por hectárea. En lugares de bosque abierto se pueden alcanzar una productividad de 2 mil KgMS/ha con lo cual se podría mantener aproximadamente entre 1 y 3 hectáreas por cada unidad ganadera, mientras que hay lugares sin intervenir con baja productividad, donde allí se precisan entre 6 a 8 hectáreas por cada unidad ganadera”.
En adición, brindó recomendaciones de manejo en ecosistemas tales como el bosque nativo, que involucran no realizar talas razas, no acudir a los fuegos ya que degradan el estrato forestal, y si es conveniente realizar raleos selectivos (siempre y cuando se monitoree la regeneración del bosque).
En resumen, la estrategia del establecimiento Los Ñires, consiste en definir en cada uno de los potreros los tipos forestales que se encuentran y los tipos de ambiente para luego realizar un ajuste de carga.
“Desde que se intervino en el manejo, se pasó de unas 200 madres a unas 350 por el hecho de mejorar los mallines -que pasaron a ser pasturas-, se controló las especies invasoras -en este caso lupino-, se mejoró la parte de infraestructura de apotreramiento, y también la instalación de una serie de canales que distribuyen agua”, aseguró el especialista.
Y continuó: “De esta manera se puede lograr intensificar no solo las áreas bajas de alta productividad, sino también las de productividad media. Los canales de agua permitieron tener pasturas de alta productividad y realizar forrajes conservados, como también ensilar parte de ese forraje”.
Esto es importante debido a que, en la cordillera, en el invierno no es fácil tener diferido en campo, porque se aplasta el forraje.
Manejo del agua: el inicio del cambio productivo
Continuando con la temática, la Ing. Agr. M.Sc Cristina Dellacanónica, también del INTA EEA Esquel, puntualizó en el manejo de la redistribución del agua que se realizó en el establecimiento. “Se construyeron canales de pendiente 0, lo que hace una redistribución del agua por infiltración subsuperficial en el sentido natural de escurrimiento. De esta manera los canales se van habilitando por turnos y una vez que se llena se abre otro, provocando que el perfil se quede húmedo constantemente”, declaró.
Las ventajas de este uso y redistribución del agua consisten en una intensificación y mejor aprovechamiento de los recursos naturales, una producción de forraje atractiva dentro del propio establecimiento, potenciar las áreas de mayor productividad agrícola, promocionar las especies de aptitud forrajera del pastizal natural, duplicar la cantidad de cabezas en el establecimiento, pasar de un planteo de “cría” a “cría y recría” y por último, realizar acciones indirectas como el control de cárcavas y profundización de cauces.