Invertir y elevar la vara, el desafío de todo un sector
Lo mismo ocurre cuando nuestras hijas, sobrinos o nietas pegan el estirón: “de repente”, un día, nos damos cuenta de que los chicos crecieron. ¿Y cuándo lo notamos? Mayormente cuando cambian sus hábitos, sus amigos. Quizás esta sea una buena (aunque básica) analogía para comprender lo que ocurre en el sector veterinario argentino.
Lo mismo ocurre cuando nuestras hijas, sobrinos o nietas pegan el estirón: “de repente”, un día, nos damos cuenta de que los chicos crecieron. ¿Y cuándo lo notamos? Mayormente cuando cambian sus hábitos, sus amigos y ¿a quién no le ha pasado? cuando la ropa que tenían, ya no les entra. ¿Les suena?
Quizás esta sea una buena (aunque básica) analogía para comprender lo que ocurre en el sector veterinario argentino.
@biogenesisbagoar Ampliación en la planta de Garín.
Un sector que no solo ha crecido en el contexto de la pandemia, sino que sigue -mes a mes- mostrando buenas proyecciones a futuro.
No son solo palabras: el rubro dedicado a la atención y el bienestar de los animales es un buen negocio, en Argentina y en otras partes del mundo.
Por eso, en esta edición de MOTIVAR podrán encontrar distintos artículos, informes y coberturas en las cuales tanto laboratorios, como distribuidores y también veterinarios refuerzan su compromiso y reinvierten en su futuro.
Difícil sería no destacar en este punto el reciente anuncio realizado por Biogénesis Bagó en cuanto al acuerdo con una firma saudí para invertir US$ 60 millones en la construcción de una nueva planta de vacunas contra la fiebre aftosa en Medio Oriente.
Tan difícil como no mencionar también que, en su plan de expansión, el laboratorio también invertirá en los próximos meses otros US$ 14 millones en infraestructura y tecnología en su planta local, en Garín, Buenos Aires.
Pero esto no es todo, empresas como Holliday Scott, Fatro Von Franken, OVER, Zoovet y DROVET comparten en esta edición de MOTIVAR también sus novedades en materia de nuevas inversiones que van desde plantas de elaboración de fármacos y biológicos, hasta ampliaciones de áreas, pasando obviamente por la inauguración de depósitos y otras obras de infraestructura para avanzar fuerte sobre algunos objetivos bien concretos.
Por un lado, cumplir con los compromisos asumidos tanto en el mercado interno, como en el de exportación en tiempo y forma, con la calidad que hoy ya en todo el mundo se le reconoce a la industria veterinaria argentina.
¿Y por el otro? Crecer, ni más, ni menos.
¿Hacia dónde?
@fatrovonfranken Nuevo depósito en Buenos Aires.
Esa sí que es una linda pregunta.
Y la respuesta que hemos recogido en el último tiempo manifiesta total coincidencia: si bien el mercado local de productos veterinarios se incrementa en las distintas especies animales, el ritmo de crecimiento de las exportaciones de los laboratorios locales se ha vuelto vertiginoso en el último tiempo.
Claro que a estas mismas razones se vinculan las inversiones que solo algunas ediciones atrás destacábamos también por parte del Laboratorio CDV, Agropharma, Esperanza Distribuciones, Richmond Vet Pharma, TRT, Krönen, Tecnovax, Labyes y Proagro, entre tantos otros que realizarán anuncios en el corto plazo como Tecnofarm, por ejemplo.
Inversiones duras. De esas que proyectan futuro, que entusiasman y sobresalen en una economía nacional en la cual este tipo de noticias no abundan.
Inversiones que muchas veces no se comunican y que están ligadas la validación de plantas o la incorporación de tecnologías y materias primas.
Inversiones de verdad y permanentes.
Como las que también realizan distintos laboratorios de diagnóstico en todo el país, entre los que podemos destacar Laboratorio Azul y también a Laboratorio 9 de Julio, por ejemplo.
Aquí y allá
@zoovetar Con Domínguez, DT de Colón campeón.
El mercado vinculado a los animales de compañía tiene todo por delante. La pandemia aceleró lo que iba a suceder.
Personas, perros y gatos conviviremos en un ambiente diferente al del pasado. ¿Cómo un laboratorio o un distribuidor que invierte en este rubro desde hace décadas no lo va a hacer hoy?
Claro que no será sencillo y que el futuro no será igual de promisorio para todos; aunque sí para aquellos que estaban preparados, que avanzan y que apuestan (no solo de palabra) por el futuro de sus compañías y las personas que en ellas se desarrollan.
Abastecer el mercado local y exportar.
La industria veterinaria creció en pandemia y sigue con buenas proyecciones a futuro. No son solo palabras: el rubro dedicado a la atención y el bienestar de los animales es un buen negocio, en Argentina y en otras partes del mundo.
Una ecuación ideal que nunca en la historia estuvo tan cerca de distribuirse en partes iguales (en términos de facturación) como en la actualidad.
¿Y los distribuidores? También avanzan.
Con sucursales, con depósitos e invirtiendo también en más y más naves con el objetivo de incrementar su alcance nacional, diversificarse en especies animales y hacer cada vez más eficiente un servicio indispensable para que todo el sector logre sus objetivos.
¿Y los veterinarios y las veterinarias?
Claro que también.
No porque no sean millones de dólares, no vamos a mencionar y aquellos que también invierten: en su capacitación, en su equipamiento médico, en sus veterinarias y hasta en la formación de nuevos equipos de trabajo.
El sector de la sanidad animal, se ha dicho, ha sido uno de los que menos sufrió el impacto de la pandemia.
Tanto por haber sido considerado esencial en distintos lugares del mundo, como también por la mayor adopción de tecnologías y planes sanitarios que se ha dado en las distintas especies animales.
Nada de esto ha sido gratis.
No todos los que iniciaron la travesía están hoy para verlo, pero la oportunidad es única y para ir a buscarla hace falta profesionalizarse, cambiar paradigmas e invertir.
Mucho de lo cual la industria veterinaria argentina ya empezó a hacer.
Allá vamos.