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SUSCRIBITE Desde MOTIVAR estos últimos tiempos brindamos al lector información sobre las biotecnologías con el fin de difundir estas prácticas y el gran trabajo de los profesionales en pos de mejorar la ganadería del país. Sin embargo, esta vez que nos referimos específicamente al rubro equino.
Entrevistamos a la MV Delfina Rodríguez que, además de inaugurar un centro clínico en el campo de su familia, representa un caso de éxito a seguir por muchos jóvenes veterinarios. Desde hace tres años comenzaron con el proyecto, y una parte del terreno del campo de su padre (quien incentivó el proyecto), parecía ser una gran oportunidad para comenzar.
“Empezamos por un galpón en desuso que lo adaptamos para tener todos los sectores que necesita un laboratorio para estar habilitado por Senasa -exige un área sucia, un área intermedia y un área limpia-. Luego adaptamos los bretes para las yeguas y anexamos un espacio para la colecta de los padrillos”, explicó.
Este año terminaron la zona de cuarentena que les exigía el organismo sanitario y ya comenzaron a trabajar.
El centro de reproducción equino “La Adela” queda justamente ubicado en Adela sobre la Ruta 2 al kilómetro 134 pasando Chascomús. Cuenta con atención veterinaria las 24 horas y ofrece los siguientes servicios:
Si bien a lo largo de los últimos meses de cuarentena estuvieron atendiendo algunos casos, Delfina junto a Jessica Vlek, médica veterinaria que forma también parte del proyecto, se preparan para la temporada alta de primavera – verano.
“La idea es que el centro funcione con un énfasis en la clínica reproductiva. No solo que sea por trabajos puntuales de obtener una preñez determinada, sino que, si viene una yegua problema, analizar qué parte del sistema reproductivo está impidiendo lograr el objetivo del cliente, determinar si hay un agente patógeno que lo está ocasionando y llevar a cabo un tratamiento específico contra este”. Y agregó: “En reproducción equina, el seguimiento del animal es más individual, por lo que buscamos tratar la reproducción como un problema clínico y realizar un manejo integral de cada paciente”.
Para la MV, hoy ver este proyecto en marcha en el campo de su familia, es algo muy satisfactorio. Pero para llegar hasta acá, se perfeccionó en esta temática desde que estaba en el tercer año de la Facultad.
Comenzó en el 2009 la carrera en la Universidad Nacional de La Plata. “Siempre quise estudiar Veterinaria. Mi padre es veterinario, pero él se dedica a los bovinos y a mí me interesaban los equinos, más que nada la parte de reproducción y neonatología”, relató en diálogo con MOTIVAR .
Si bien en la Facultad esta temática no era muy fuerte, ella entendió que, para especializarse, debía empezar a buscar por su cuenta. Fue así que emprendió su viaje por muchos lugares del mundo.
Comenzó con una pasantía en un haras de salto de la zona, que le sirvió mucho ya que, hasta el momento, no tenía experiencia en reproducción.
Luego le surgió la oportunidad de hacer una pasantía en el exterior: trabajar en el Laboratorio de Reproducción Equina de de la Universidad de Colorado CSU (EEUU). Allí trabajó en la parte de reproducción asistida, en proyectos de congelación de semen y muchas otras áreas.
Pero esto fue solo el comienzo. Volvió al país y fue residente en otro haras de la zona, donde atendía a los partos y realizaba el seguimiento ecográfico de yeguas.
En 2016 se recibió y consiguió una pasantía ese año en un centro de embriones de polo, donde trabajaba con las receptoras, ayudaba en las aspiraciones foliculares, con los padrillos y también con los tratamientos clínicos.
Y luego volvió al exterior, pero esta vez, a Europa. En Italia trabajó en un haras realizando atención de partos, atención neonatológica y seguimiento de yeguas.
Luego viajó un mes a Holanda para un programa de transferencia embrionaria y en Francia realizó una temporada donde estuvo encargada de la atención de partos y potrillos, seguimiento ecográfico, inseminación con congelado, fresco, refrigerado y mucho más.
En 2019 volvió a Colorado para hacer un fellowship y aquí se empezó a perfeccionar en lo que era aspiración folicular y recuperación de gametas postmortem.
No solo adquirió una gran experiencia, sino que hasta llegó a presentar un abstract en un Congreso Americano.
“La idea es seguir perfeccionándome en diferentes técnicas de reproducción asistida para ofrecerlo como servicio en La Aldea. Mientras, lo realizamos con otra médica veterinaria especialista en el tema”, resaltó Rodríguez quien también participo del proyecto que dió vida a la primera potranca en nacer con la técnica ICSI, combinada con una aspiración de óvulo en argentina.
Por más que parezca un mundo ideal, según la MV no fue fácil el camino.
“Fue cuestión de perseverancia, mandar miles de mails y recibir muchos “no” como respuesta hasta que en algún momento una puerta se abre y termina abriendo otras”. Su sugerencia para los estudiantes es que vayan -en lo posible- realizando prácticas mientras estudian para ir adquiriendo experiencias y conociendo gente.
A la hora de consultarle sobre cómo veía el rubro de reproducción en comparación con el resto del mundo, su respuesta fue contundente: “Justo en el caso de equinos, no creo que estemos en un nivel más bajo que el resto de los países del mundo. Argentina está muy bien reconocida en lo que es reproducción”.
“A lo mejor, lo que no está bien explotado aún sea el mercado de aspiración folicular e ICSI, en comparación con EEUU o incluso Brasil. Los pacientes están, los casos problemáticos ya sea por parte del padrillo o de la yegua existen, solo que el mercado no se ha abierto tanto. Hay profesionales capacitados y laboratorios que están comenzando a ofrecer estos servicios”, aseguró Rodríguez.
Todo lo que es transferencia embrionaria, inseminación, clonación, etc, según la MV no tiene nada que envidiarle Argentina al resto del mundo. “Estamos al mismo nivel o incluso en algunas cosas, por encima”.
Para concluir, Delfina Rodríguez remarcó las ventajas de viajar y ver cómo se hacen las cosas en otros lugares, donde quizás tienen otro acceso económico a ciertas tecnologías que aquí no son tan accesibles. “Igualmente, considero que estos desafíos siempre son buenos: terminamos buscándole la vuelta para lograr el mismo resultado, o incluso, uno mejor”.