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SUSCRIBITE Más de 150 veterinarios participaron del 3° Congreso Internacional de la Asociación de Anestesia y Analgesia Veterinaria de la República Argentina (AAAVRA), del 4 al 6 de abril en Vicente López, Buenos Aires.
“Generamos un ambiente de discusión, un puente entre nuestra especialidad y las otras disciplinas con las que interactuamos. Vinieron expertos para ayudarnos a entender cuál es el algoritmo diagnóstico que se traduce en una mayor seguridad al paciente”, le explicó a MOTIVAR el médico veterinario Pablo Otero, presidente de la AAAVRA. Y agregó: “También discutimos cuestiones específicas de la anestesia en Veterinaria, como la incidencia de enfermedades comunes que hacen a la complejidad del acto en estos individuos. Hoy no anestesiamos perros cardiópatas, sino un perro con su propia cardiopatía. Este cambio de paradigma exige mayor formación, conocimiento y mayor relación interdisciplinaria”.
Participaron también médicos del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, quienes compartieron sus conocimientos sobre el manejo integral del paciente, tema que es exclusiva responsabilidad de los veterinarios en el caso de los animales.
“La anestesiología veterinaria creció como especialidad y se hace cada vez más necesario contar con un lugar donde compartir conocimientos y experiencias”, le explicó a MOTIVAR Juan Onainty, vicepresidente de una Asociación que ya cuenta con casi 150 socios activos, todos especialistas en anestesiología y dolor. El profesional destacó la importancia de comunicarle al público que, a la hora de disminuir los riesgos que tiene una cirugía, el rol de la buena anestesia es vital. “Ninguno de nosotros ingresaría a una cirugía, sin un anestesiólogo en la sala. Y lo mismo ocurre en el caso de las mascotas, por ejemplo. Las cirugías son eventos traumáticos, cuyo control debe estar a cargo de un veterinario actualizado en la materia para así evitar posibles secuelas en la disminución de sobrevida del paciente”, aseguró. Y reforzó: “Invitamos al público en general y a nuestros colegas, cirujanos veterinarios, a ingresar en www.aaavra.com.ar y tomar contacto con el listado de nuestros asociados, a los que respaldamos en su actualización de conocimientos”.
Interesante fue profundizar el diálogo con Otero, quien se refirió a la actualidad de la anestesiología veterinaria en el país. “Es una disciplina compleja porque se nutre de muchas otras. Por ejemplo: antes de anestesiar a un animal, uno saca un análisis de sangre, hace una radiografía, un electrocardiograma, hace una ecografía. Debemos saber interpretar y contextualizar”, le explicó a MOTIVAR.
Y agregó: “Es una disciplina científica; empleamos el método científico en cada una de las propuestas terapéuticas. La medicina no es un arte, es una ciencia que tiene muy reglado su algoritmo de trabajo”. Más allá de esto, explicó que -por lógico que suene- aún se debe insistir en la importancia de que, ante cada anestesia, esté al frente un anestesiólogo. “No solo por cuestiones socioeconómicas, sino también a causa de axiomas culturales que han formateado nuestro “ser” veterinario, esto no siempre ocurre”, reforzó Otero.
Finalmente, compartió una serie de conceptos más que interesantes para ilustrar su visión respecto de la especialidad.
“Hay que tener el respaldo científico de que nuestras propuestas terapéuticas han demostrado ser eficaces. Uno no puede evaluar de manera subjetiva la frecuencia cardíaca: es un número. Cuanto mayor y más sofisticada sea la metodología con la que uno arma la base de datos a partir de la cual construir la realidad del paciente, más más previsible es el resultado de su acción terapéutica”, aseguró Otero.