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SUSCRIBITE La Sociedad Rural de Jesús María (Córdoba) fue parte del “Ciclo de Charlas Granaderas” realizado en la Bolsa de Cereales de Córdoba. En el marco de dicha jornada -moderada por el vicepresidente de FIFRA, Daniel Urcia-, el director de Agroideas, Federico Santángelo, hizo referencia a la evolución de los precios en el negocio de ganados y carnes, a la vez de plantear una serie de discusiones en torno a la actual coyuntura.
“A inicios de la gestión de Mauricio Macri, la ganadería tuvo un salto de casi el 40% en la suba de precios. No obstante, desde el año 2017 en adelante, los valores empezaron a retrotraerse considerablemente. Sin ir más lejos, a principios de 2018, decíamos que era un momento complicado para la ganadería. Hoy, ya me atrevería a decir que ha sido un año malo: porque el criador vuelve a estar en una situación difícil, similar a lo que ocurrió diez años atrás, cuando era el eslabón perdido y el último orejón del tarro de la locomotora”, comenta Federico Santangelo.
Según el director de Agroideas, el precio de la hacienda bovina repuntó significativamente en el mes de septiembre pasado y la actividad empezó a mostrar signos de recomposición. “Esta suba importante del precio fue como consecuencia del efecto dólar y porque la faena cayó muchísimo. Al caer la oferta de carne, el novillo y el ternero tuvieron picos de $54 y las vacas llegaron a los $40”, afirma.
Sin embargo, durante octubre y noviembre los valores volvieron a retrotraerse por un nuevo exceso en la oferta local.
“Así como en septiembre se dio una de las faenas más bajas, en octubre se volcó al mercado todo lo que no se vendió, ya sea por retención o por expectativas. Fue la faena mensual más alta desde el 2010 en adelante”, continúa el también productor y veterinario.
Tomando como referencia los datos proporcionados por Santángelo, en los primeros diez meses del año se faenaron 660.000 cabezas más que en 2017.
“A inicios de la gestión de Macri, la ganadería tuvo un salto de casi el 40% en la suba de precios. No obstante, desde el 2017 en adelante, los valores empezaron a retrotraerse considerablemente”..
“Se evidencia un 6,5% más de faena en lo que va del año. Y si tenemos en cuenta las diferentes categorías, se están faenando muchas más vacas que terneros y novillos. Mientras que durante este último tiempo las hembras representaban el 65% del incremento de faena, en octubre y noviembre pasaron a representar el 85%”, expresa.
No obstante -y pese a los elevados niveles de faena-, los valores de las hembras son los que más aumentaron en el año 2018.
“Es la única categoría que ha copiado prácticamente el precio de la devaluación del dólar. Evidentemente, el hecho de que haya subido entre un 60 y 80% es efecto de las exportaciones a China”, amplía el consultor (Ver recuadro).
Ahora bien, ¿es preocupante este nivel de faena en las hembras?
De acuerdo a Federico Santángelo, estaríamos entrando en un proceso de liquidación de vientres en caso de que la faena llega a ubicarse por encima del 45%.
“Si los precios no llegaran a subir hasta marzo del año 2019, claramente los productores entrarían en un proceso de liquidación de vientres”.
“Hoy estamos cerca del 45 o el 46%. ¿Es para alarmarse? Me parece que ya empieza a ser un semáforo en amarillo. ¿Por qué? Porque lo que estamos viendo en estos momentos es que el precio general de la hacienda no se ha movido y se han encarecido la mayoría de los costos”, advierte.
En ese sentido, si los precios no llegaran a subir hasta marzo de 2019, claramente los productores ganaderos entrarían en un proceso de liquidación de vientres.
“De ocurrir esta hipótesis, tendríamos entonces una faena por arriba del 47 o el 48%. En ese caso, el productor va a tener que salir a vender lo que sea para cubrir sus costos. Es decir, necesita vender cada vez más hacienda para mantener el mismo nivel de gasto”, aclara el director de Agroideas.
Fuente: Sociedad Rural de Jesús María, provincia de Córdoba.
¿LOS DESAFÍOS DE EXPORTAR A ESTADOS UNIDOS?
Raúl Milano, director Ejecutivo de Rosgan, el mercado a futuro de ganadería con base en la Bolsa de Comercio de Rosario, visitó Texas, Oklahoma, Kansas y Nebraska, estados ganaderos por excelencia de los Estados Unidos, en consonancia con la apertura de ese mercado para la carne argentina tras 17 años.
“Este país ha sido el principal importador de carne desde hace muchos años, pero esta es una posición que comienza arriesgar con ese otro gran país importador que es China el cual está creciendo en forma casi geométrica”, señala Milano y agrega: “Esta buena noticia sigue confirmando la importancia de tener abiertos la mayor cantidad de mercados y preferentemente los más importantes. Recordemos que, en 2018, tuvimos la noticia de la apertura de Japón para los frigoríficos de la Patagonia y ahora debemos sumarle este otro gran jugador”.
Mediante este acuerdo, Argentina podrá ingresar sin impuestos 20.000 toneladas anuales de carne, gran parte de ella en carne molida y otra parte menor en cortes especiales. Es importante hacer algunos comentarios para saber quién es y cómo es la cadena de ganados y carnes en EEUU. “En ese país el 85% de la faena está concentrada en cuatro grupos de frigoríficos, Thysson Foods, JBS USA, Cargill Protein y National Beef Packing”, resalta Milano. “Con un stock cercano a los 90 millones de cabezas faenadas cada año, engorda más del 95% de la hacienda con destino a faena en feedlot, siendo el más grande Five Ranch Cattle Feeding con un ciclo anual de 850.000 cabezas en 11 establecimientos, siguiéndole Cactus Feeding con 530.000 cabezas por ciclo en el mismo número de establecimientos”, amplía el profesional. Del total de carne consumida anualmente, el 60% se elabora como carne molida (hamburguesas) y el resto en cortes (lomo, ojo de bife y milanesas) teniendo una menor amplitud de cortes usados que en la Argentina.
“Con un stock cercano a los 90 millones de cabezas faenadas cada año, Estados Unidos engorda más del 95% de la hacienda con destino a faena en feedlot, siendo el más grande Five Ranch Cattle Feeding con un ciclo anual de 850.000 cabezas en 11 establecimientos”. Raúl Milano.
“Posiblemente nuestro mayor volumen de carne exportada esté centrado en el trimming (recortes de depostada) que dado el bajo tenor de grasa en el desposte de nuestros animales más magros permite utilizarse para aligerar las hamburguesas de consumo habitual en Estados Unidos”, explica Milano y completa: “Esta apertura demuestra que la solución a nuestros problemas macroecómicos será apostar a un modelo exportador con valor agregado, en eso está toda la cadena de ganados y carne apostando al futuro aunque a veces los momentos sean difíciles”.
Históricamente, el precio del consumo interno marcó el techo de los precios de hacienda. Sin embargo -y por primera vez en 10 años-, el precio del novillo de exportación está a niveles más altos hoy en día. “A fines de noviembre -y desde la suba de esta nueva devaluación-, el precio del novillo no cayó tanto como el del consumo interno (…) A esto no lo veíamos desde hace años”, agrega Federico Santángelo. ¿El novillo de exportación empieza ser la categoría más rentable? Para el licenciado, es un gran incentivo el hecho de que el novillo haya alcanzado valores más elevados. No obstante, hay que ver qué pasa en el mediano plazo. “Hacer un novillo de exportación requiere mucho más tiempo. Hoy, con estas tasas de interés, el tiempo es plata y hay que ver cuántos productores pueden aguantar tener el novillo en el campo durante seis meses más, un año más”, concluyó el consultor.
En el marco de la Cumbre de la Industria Veterinaria (CIVA), que se realizó en el pasado mes de octubre, organizada por MOTIVAR, la Cámara Argentina de la Industria de Productos Veterinarios (Caprove) advirtió que la ganadería argentina pierde por año al menos $28.000 millones por diferentes problemas sanitarios, mayormente generados por parasitosis controlables a través de la aplicación de correctos planes sanitarios.
“En estos momentos de crisis en los cuales la rentabilidad de la producción está en juego, el uso de productos veterinarios con una correcta indicación va a lograr que se reduzcan los costos, que aumente la producción y que de esa manera mejore la rentabilidad de la ganadería”, aseguró el secretario de Caprove, Juan Carlos Aba.
En este sentido, la presidente de la Cámara, Mónica Bressi, destacó la importancia que le da la entidad a la difusión de los planes sanitarios en todas las especies animales, bajo el concepto de “la sanidad animal y la salud de las personas es una sola salud”. “Desde Caprove y cada uno de los laboratorios asociados generamos acciones permanentes apoyando al profesional veterinario, al productor agropecuario y a los dueños de mascotas”, graficó Bressi.