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SUSCRIBITE Nuestras primeras recorridas del año por plantas, depósitos y oficinas permitieron comprobar la visión positiva que tienen respecto del futuro del rubro tanto los representantes de los laboratorios y las distribuidoras de productos veterinarios, así como también los profesionales que se dedican a la atención de grandes y pequeños animales, entre otras especies.
Sin embargo, el corto plazo los preocupa a todos.
No seremos nosotros desde estas líneas quienes incentivemos a cada uno de los que avisoran más amenazas que oportunidades para los próximos meses.
Aunque sí podemos invitarlos a no dar por válidas algunas frases que vienen acompañando al sector desde hace años y que se repiten sean cuales sean los tiempos que corran.
“El mayor impacto lo van a sufrir los productos Premiun vinculados al área de pequeños animales”, sostienen algunos -rememorando años pasados-. “El precio de la hacienda alcanza, pero los productores están con otros temas en la cabeza”, se justifican otros.
Y así podríamos seguir enumerando una serie de temas y conflictos para nada novedosos, desde el lado de una industria que –por ejemplo- ve con buenos ojos el valor del Dólar oficial para exportar, pero que duda de la viabilidad de algunos de sus productos por el incremento lógico que esta situación cambiaria genera, principalmente, en el acceso a sus materias primas.
En definitiva y fieles a nuestros ya casi 14 años analizando estos temas, insistimos: es muy pronto para bajar los brazos.
El avance social en materia de tenencia responsable de las mascotas puede ser mayor o menor al que los expertos esperan. Pero no hay dudas que el tema ha crecido considerablemente en estos últimos años, situación que asegura un nuevo “piso” en lo que a cuidados sanitarios los perros y los gatos reciben y seguirán recibiendo en nuestro país.
De hecho, el mercado potencial es aún enorme, al tiempo que existen tecnologías capaces de generar nuevos y mejores resultados.
Respecto de la ganadería, ¿cómo insistir para que los veterinarios aborden a sus clientes con propuestas sanitarias integrales que incluyan asesoramiento y la aplicación de tecnologías para la prevención y control de las enfermedades?
¿Cómo? Confirmándoles el cambio de ánimo que sus clientes manifiestan en estos tiempos. Nadie duda de la complejidad que atraviesa el sector lácteo, pero el resto de las actividades prometen un futuro más que sustentable.
Volver a insistir, no bajar los brazos antes de que los hechos se consumen y apostar, siempre apostar por generar acciones en las cuales se sustenten los resultados que deseamos. Hay que volver a empezar.