Para continuar, suscribite a Motivar. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITEEste inicio de año no ha sido uno más para Biogénesis Bagó: fue premiada como mejor empresa del sector veterinario para toda América Latina (2014) y se prepara para el «gran lanzamiento del año», su plan Fronteras.
Pero vayamos por partes. El reconocimiento fue entregado al laboratorio (en diciembre pasado) por la revista británica Animal Pharm, especializada en el tratamiento global de la actualidad y tendencias del rubro.
¿Y por qué? Los expertos determinaron que a las exitosas estrategias empresariales concretadas desde Biogénesis Bagó, se sumó el hecho de ser la primera y única firma -privada- de biotecnología en el mundo que cumple con los estándares de calidad requeridos para establecer una planta de vacunas contra la fiebre aftosa en China, proyecto iniciado a fines de 2013 y que se pondría en marcha en 2016, con la capacidad de producir 400 millones de dosis por año.
A su vez y desde 2006, el laboratorio argentino es proveedor del Banco de Antígenos de Estados Unidos, México y Canadá, produciendo anualmente más de 200 millones de dosis para las campañas oficiales de siete países. Otro de los aspectos destacados por el jurado conformado desde Animal Pharm fue el compromiso con la calidad que evidencia la empresa local y que es respaldado con las certificaciones GMP e ISO 9001 y 14001.
«Estamos orgullosos y contentos con un reconocimiento del cual queremos hacer partícipes a los científicos argentinos, a las autoridades oficiales, a los productores y a los veterinarios que utilizan nuestros productos», explicó a este Periódico MOTIVAR el Ing. Guillermo Mattioli, director general de Biogénesis Bagó.
«No tenemos dudas que nuestra paleta de fármacos y biológicos constituye un aporte tecnológico clave para incrementar la productividad animal en la región y así dar respuesta al constante incremento de la demanda global de alimentos», agregó tras destacar que luego de ingresar en el mercado brasileño, la compañía se posicionó en el tercer puesto del ranking de laboratorios dedicados a grandes animales, en toda América Latina.
Además, las autoridades aprovecharon el encuentro para anunciar la llegada al mercado de una nueva acción.
«Invitamos a productores, veterinarios y asesores a trabajar en conjunto para lograr la máxima productividad en los rodeos, mediante una metodología que guíe en la incorporación de mejoras para que los establecimientos puedan expresar su mayor potencial, sin grandes inversiones», adelantó Mattioli. Y agregó: «Necesitamos pensar y producir diferente».
A su vez, el director de Innovación de la empresa, Dr. Esteban Turic, explicó que se apuesta por generar acción y hacer frente a las oportunidades reales que tiene la ganadería en nuestro Continente, aplicando el asesoramiento y las herramientas tecnológicas que están a disposición de la actividad.
«Alcanzando la frontera productiva se logrará más rentabilidad en toda la cadena. Es clave comprender la necesidad de trabajar tranqueras adentro, estableciendo orden y planificación en las producciones», puntualizó. Y destacó: «La tendencia global indica riesgos para aquellos que no se tecnifiquen».
«En la frontera productiva se encuentra el paradigma: los máximos índices que se pueden alcanzar de acuerdo a la capacidad y a la tecnología disponible. Creemos que lo que está faltando es aplicación de conocimiento y uso», enfatizó Mattioli. Además, desde Biogénesis Bagó, explicaron que si bien algunos productores están más cerca de alcanzarlo que otros (inclusive vecinos), el ideal presupone un 95% de preñez, un 92% de parición y un 90% de destete, para el caso de la ganadería de cría. A su vez y si nos referimos a la lechería, se apostaría por una producción de 35 litros diario y/o reducir la mortandad en guacheras por debajo del 5%, por ejemplo.
«Esto es posible si se realiza un trabajo planificado y sostenido en sanidad, nutrición, genética y manejo», explicó Turic.
Y agregó: «El aumento de la cantidad de cabezas no es viable: las superficies destinadas a pastoreo animal no van a crecer, inclusive tienden a reducirse».
Ejemplificando el concepto de «brecha productiva», el médico veterinario puntualizó: «Si se toman como referencia los índices de Estados Unidos, Francia o Israel (en lechería), que han alcanzado el máximo potencial productivo posible, llegamos a la conclusión que en nuestra región tenemos para crecer un 30% más en carne y un 20% más en leche, con el mismo rodeo que hoy».
Según nuestros entrevistados, la principal diferencia entre estos casos tiene que ver con el retaceo en las inversiones en sanidad o en la elección de productos de calidad no certificada, situación que se explicaría en la falta de información y/o de asesoramiento.
«En los países que alcanzan las fronteras productivas, casi el 100% de los establecimientos ganaderos recibe asistencia permanente de un veterinario, mientras que en América Latina esa cifra se aproxima al 30%», explicó Turic.
Y avanzó: «Si comparamos idénticos planes sanitarios (conformados por los mismos productos) entre Estados Unidos y Argentina, veremos claras diferencias. En primer lugar, observaremos que en el país del Norte ese paquete tiene un valor de US$ 29, mientras que aquí llegaría a US$ 10».
Otro dato también es contundente: «A pesar de ello, en Estados Unidos se ejecuta un 80% de la propuesta (invierten US$ 23 en sanidad) y nosotros, sólo un 50% (5 US$ por animal y por año)», fundamentó el directivo.
Vale decir que en nuestro país se aprueban aproximadamente 100 millones de dosis de vacunas por año para los 52 millones de cabezas que existen: lejos seguimos de las cuatro dosis por animal que debería emplearse.
«No le estamos diciendo al productor que tiene que hacer grandes inversiones, sino modificar su forma de trabajo, reorientando prioridades para lograr mejores resultados», señaló Turic.
Uno de los pilares a los cuales desde la firma se le dará especial trascendencia será la comunicación: «Queremos pasar de las palabras a la acción. Involucrar a los equipos técnicos para que puedan trabajar en conjunto con el veterinario y el productor», nos explicó Guillermo Mattioli.
Por su parte, Esteban Turic agregó que «la relación del laboratorio con el productor siempre comienza a través del veterinario asesor del establecimiento interesado y una vez abierta una mirada más allá de la coyuntura económica actual, se recurre a un software donde se cargan todos los datos de existencias, manejo y productividad del rodeo».
El profesional también dejó en claro que si bien la sanidad no es el único aspecto a abordar para llegar a los índices productivos, se trata del pilar con menor impacto en los costos generales de la operación y el que tiene mayor incidencia en el resultado: representa entre el 2% al 5% de la composición del costo total de un campo ganadero, dependiendo del tipo de producción.
«La propuesta está en marcha. Debemos ahora salir a explicarles a los productores por qué están en un 63% de destete y cómo podrían llegar a un 90%, en el marco de un trabajo planificado», concluyó Turic.