El médico veterinario Rubén Ceminari asumió su cargo como concejal del partido bonaerense de Puán en diciembre de 2013 en representación del Gen – PS, presentando un proyecto de resolución para que (además de obligatoria) la vacunación contra el carbunclo bacteridiano de los bovinos, se realice de forma sistemática y conjunta con la de fiebre aftosa en Buenos Aires.
La novedad radica en que la iniciativa fue aprobada de manera unánime hacia fines de abril por tal Concejo Deliberante, solicitándose al Ministerio de Asuntos Agrarios y a la COPROSA que se brinde una respuesta ante tal solicitud.
En ese marco, Ceminari dialogó con este Periódico MOTIVAR destacando la necesidad de analizar este tipo de medidas en la totalidad de los bovinos mayores de 90 días. «Además, proponemos que la inoculación se realice una vez al año, en la primavera, y que se evalúe exigir la revacunación de todos los egresos de cualquier establecimiento ganadero de animales bovinos menores de dos años, con destino a invernada y/o cría», completó el profesional radicado en Darragueira. Y remarcó: «Se pidió a todos los partidos ganaderos de Buenos Aires que manifiesten su adhesión. Necesitamos una decisión política».
Los fundamentos
Basándose en los trabajos del Dr. Ramón Noseda en los últimos años desde Laboratorio Azul, la iniciativa remarca la recurrente aparición de brotes no sólo en Puán, sino en otros municipios de la provincia, destacando la ocurrencia de casos de carbunclo cutáneo en las personas.
«Hace más de 100 años que existen en el mercado vacunas contra la enfermedad, las cuales no se aplican en toda la población bovina susceptible», explicó Ceminari. Y agregó: «No podemos desconocer tampoco las pérdidas económicas que se producen en cada brote por animales muertos, tratamientos antibióticos y costos sanitarios de posibles personas enfermas».
Además, destacó que el agente causal de la enfermedad tiene capacidad de esporular, lo que le permite mantenerse en el suelo, con capacidad infectante, durante casi un siglo. «Sabemos que la vacuna es a virus vivo (esporos de bacterias atenuadas), lo cual implica un cuidadoso manejo en su aplicación, pero podría llevarse adelante por medio de las fundaciones provinciales, sin sumarle costos a los productores, más allá del valor del producto, el cual es realmente accesible», agregó Ceminari.
El veterinario mencionó que esta misma problemática ya ha sido expuesta en reiteradas oportunidades por el ente sanitario de Puán ante la COPROSA y también el Senasa, como por ejemplo hace unos meses (julio de 2013) en Tandil, a lo largo de una reunión de la cual participaron representantes de diversos entes sanitarios de vacunación antiaftosa.
«Entiendo que el Senasa pueda tener su opinión fundamentada en los periodos de retiro post vacunación, ha llegado el momento de volver a discutir técnicamente estos temas», concluyó Rubén Ceminari.