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SUSCRIBITEEn el marco del Programa de Desparasitación Responsable, a comienzos del mes de junio se realizó en la localidad bonaerense de Azul una jornada de actualización técnica organizada por Pfizer Sanidad Animal y el Laboratorio Azul Diagnóstico, en la cual se desarrollaron dos capacitaciones en simultáneo.
En una de ellas, un grupo de productores ganaderos presenciaron la disertación del Dr. Marcelo Ghezzi -FCV de Tandil- sobre «Buenas prácticas ganaderas y Bienestar Animal». Por otro lado, un auditorio de médicos veterinarios asistió a la presentación del Programa de Control Parasitario Sustentable que cuenta con el apoyo del IPCV y se encuentra a cargo de los Dres. César Fiel y Pedro Steffan, de la cátedra de Parasitología de la ya mencionada casa de estudios. Luego de las presentaciones particulares, ambos grupos se unieron para escuchar, de parte de los especialistas, la importancia de recurrir al asesoramiento profesional a la hora de lograr el manejo adecuado de los productos antiparasitarios a campo.
Evitar la resistencia
Tal como alguien nos mencionaba, «no se trata de negar la realidad, pero tampoco de generar pánico respecto de la situación»; y bajo esa premisa avanzaremos.
No hay dudas que las parasitosis generan pérdidas importantes en las producciones de carne y leche en Argentina y está demostrado que su control ha dependido principalmente del uso de antiparasitarios y algunas esporádicas medidas de manejo, que atienden eso de que más del 90% de la carga parasitaria de un campo está en el ambiente. Sin embargo, la realidad plantea al menos dos problemas directamente vinculados con la eficiencia de los programas de control de parásitos. Por un lado, el aumento significativo del riesgo de infección por la intensificación de los sistemas ganaderos y -por el otro- las fallas en la eficacia de los antiparasitarios asociadas al fenómeno de resistencia.
«Muchos de estos inconvenientes están ligados a una falencia histórica en la transferencia de tecnología al sector productivo», explicó César Fiel, al tiempo que comentaba que la situación no sólo afecta a los establecimientos más pequeños, sino también -y en gran medida- a los más tecnificados.
Por su parte, Pedro Steffan instó a los veterinarios a «defender todas las herramientas terapéuticas con las que cuentan en la actualidad».
Es que la intensa utilización de los antiparasitarios durante las últimas décadas (mediante tratamientos supresivos recomendados hasta no hace mucho tiempo por los especialistas bajo el lema «Riesgo Cero») se suma a la falta de desarrollo de nuevos principios activos. Además, el bajo costo de los actuales y la ausencia de los veterinarios tanto en la recomendación como en su aplicación, generó un incremento paulatino de la resistencia de los parásitos a los distintos tratamientos.
En términos productivos, el «acostumbramiento» a las drogas comienza a ser demostrado en recientes estudios, donde se determinó una merma de 52% en la ganancia de peso durante un período de 90 días en pastoreo (Fiel, 2011) y del 10% en un sistema de engorde a corral a los 75 días de encierre (Fazzio, 2011).
«Es clave que conozcamos cómo funcionan los antiparasitarios en cada establecimiento y eso se puede lograr a través de un Test de Reducción de Conteos de Huevos. Si determinamos que no hay resistencia, es clave trabajar correctamente para no generarla. El mejor remedio contra este problema es el conocimiento y es lo que nosotros tenemos para ofrecer», agregó Fiel.
Control Parasitológico Sustentable
A fin de sumarse a esta iniciativa, los ganaderos deberán solicitar -junto con su asesor veterinario- la incorporación al programa y a partir de allí se desarrollará con una secuencia lógica de actividades que se enmarcan en un servicio especializado de diagnóstico parasitológico que involucra: estudio sobre el estatus de resistencia de las poblaciones parasitarias a los antiparasitarios; evaluación y prospectiva del fenómeno de resistencia considerando los géneros parasitarios y los principios activos involucrados; selección de aquellos que conservan la eficacia; establecimiento de un programa de control sustentable y seguimiento del sistema para garantizar las metas productivas y de control. Esta etapa se desarrollará en los establecimientos a través de la interacción entre ganaderos, veterinarios, laboratorios de diagnóstico. Desde el Ãrea de Parasitología de la FCV de Tandil se apoyarán técnicamente los trabajos hasta afianzar la metodología de trabajo prevista en el programa CPS.
Para culminar con la jornada, los citados disertantes dejaron algunos conceptos interesantes para el análisis: «Es cierto que los productores aún no perciben el efecto negativo de la resistencia sobre la producción, pero ya no podemos seguir desparasitando por las dudas». ¿Otra frase destacada? «No puede ser que sea más fácil desparasitar que llamar a un médico veterinario. Debemos trabajar sobre este concepto».