En los 27 días que lleva la invasión rusa sobre el territorio de ese país, el peligro de desabastecimiento de cereales y oleaginosas copó el debate. Sin embargo, poco se sabe de su incidencia en la producción de huevos y carnes vacuna, avícola y porcina.
Ucrania se erige como el “granero de Europa”. No solo es el primer exportador de aceite de girasol del mundo. Además, es el segundo productor y cuarto exportador mundial de cebada. Misma posición ocupa en maíz y se destaca en los despachos de trigo como tercer proveedor, solo detrás de Rusia y los Estados Unidos.
Los efectos de la invasión rusa sobre su territorio se reflejan en los precios internacionales de las commodities generando una inestabilidad sin precedentes. Sin embargo, las consecuencias no se limitan al campo de la agricultura, sino también hay que atender el rol que ocupa Ucrania en la producción de huevos y las carnes: vacuna, avícola y porcina.
La industria avícola
Si de aves se trata, la situación productiva de Ucrania era crítica incluso previo a la guerra. A pesar de que junto a Rusia llegó a producir uno de cada tres huevos de Europa, en los dos últimos años, las existencias de aves de corral de Ucrania se redujeron en 11 millones de cabezas, mientras que la producción de carne de pollo cayó en 40.000 toneladas, sobre una producción nacional que asciende a 1,4 millones, según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) para 2020. “Estos factores inevitablemente impulsarían los precios de las aves y los huevos en el mercado interno”, adelantó Sergey Karpenko, director ejecutivo de la Asociación Ucraniana de Productores Avícolas, en noviembre.
Ucrania importó recientemente huevos de Bielorrusia debido a que su industria ni siquiera lograba satisfacer la demanda interna. En concreto, desde principios de 2021, la producción de huevos se desplomó un 25% (3 mil millones de huevos) en comparación con 2020, según los datos publicados por el Servicio Estatal de Estadísticas de Ucrania.
Durante los primeros 9 meses de 2021, el país exportó 32.000 toneladas de huevos, en comparación con las 90.000 toneladas durante el mismo período del año anterior. Es la caída de producción más fuerte jamás vista en su historia. En términos monetarios, las exportaciones se redujeron en más de la mitad a US$ 33 millones. Los mayores importadores de huevos de Ucrania fueron los Emiratos Árabes Unidos, Letonia y Arabia Saudita, con una participación del 39,4%, 23,7% y 6,3%, respectivamente.
¿Qué pasa con las carnes?
En Ucrania el 49% del consumo de carnes es explicado por la industria avícola. Según cifras oficiales, solo en 2020, la ingesta por habitante ascendió a 26 kilos.
Lo sigue, en orden de importancia, el consumo de carne porcina, con 19 kilos y un 35% de participación, dejando en el tercer lugar el consumo de carne vacuna, a razón de solo 8 kilos por persona por año. Es decir, solo un sexto de lo que consumen los argentinos.
La producción avícola permite abastecer la demanda interna a razón de 1,4 millones de toneladas por año, como se dijo más arriba. Sin embargo, el intercambio comercial demanda importaciones equivalentes a un 10% del consumo ucraniano, es decir, 135.000 toneladas. Por su parte, las exportaciones superan las 400.000 toneladas, similar a lo que Argentina coloca regularmente en el mercado global.
En cuanto a la faena porcina, en 2021, alcanzó las 8,37 millones de cabezas, siempre según el USDA. Es un monto casi idéntico al de la industria porcina argentina. Asimismo, el intercambio comercial es mínimo donde las importaciones superan las 47.000 toneladas, versus exiguas exportaciones por 3.000 toneladas.
Finalmente, el peso de la producción de la carne vacuna solo incide en un 15% en el consumo total de proteína animal de los ucranianos. Esto se tradujo en un volumen de producción de 330.000 toneladas, en 2021.
Estimar las consecuencias de la invasión rusa sobre las distintas producciones pecuarias de Ucrania parece prematuro, pero lo cierto es que los efectos se sentirán por años sin descontar el desplome del consumo interno, a propósito de la crisis humanitaria que enfrenta la región.