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SUSCRIBITE Un eslabón central en la industria veterinaria, como en casi todos los rubros de la economía, queda en manos de los distribuidores. Y si esa tarea debe realizarse en el marco de la pandemia más virulenta del Siglo su rol cobra una mayor dimensión. De allí su participación en la Cumbre de la Industria Veterinaria 2020.
Daniel Otamendi es presidente de la Cámara Argentina de Distribuidores de Productos Veterinarios (Cadisvet) y responsable de representar los intereses de 27 compañías que explican más de un 80% del mercado local tanto de pequeños, como de grandes animales. “El crecimiento que se dio en el mercado en el medio de la pandemia es algo que en un principio no podíamos entender en su totalidad; en algunos canales en particular la demanda experimentó saltos exponenciales”, enfatizó. Y agregó: “El rol de los veterinarios fue crucial a la hora de adaptarse y recuperar la atención presencial”. Si bien esta entrevista también ya está disponible en www.youtube.com/pmotivar, compartimos a continuación los destacados de este mano a mano con el presidente de Cadisvet.
Daniel Otamendi: El crecimiento se dio todo el año. En biológicos de pequeños animales se observó una suba del 23% en unidades solo durante el primer trimestre. Y durante el segundo trimestre, el crecimiento alcanzó un 30%. A medida que la cuarentena se extendía, el crecimiento se acentuaba. Lo mismo observamos en antiparasitarios externos e internos con un 14%, sobre 2019.
En grandes animales no nos quedamos atrás. Mucha gente volvió a producir carne y también creció el negocio del tambo. Creció el interés por mejorar las producciones a partir de la sanidad. A pesar de la pandemia, el año nos dejó crecimiento en prácticamente todos los ítems.
En los primeros meses hubo una buena sinergia. A partir de la brecha cambiaria, las subas de los medicamentos se potenció y llegaron a acumular hasta un 35% en lo que va del año e incluso en algunos casos hubo listas de precios que aumentaron exponencialmente.
Eso trajo algunos problemas. Los últimos meses fueron más difíciles y aún restan reponer algunos stocks. Hoy, tenemos que ver cómo vamos a continuar. Hay laboratorios que por diversos motivos descontinuaron ciertas producciones o trasladaron aumentos de hasta el 15% sin darle la posibilidad de reponer stock a las distribuidoras. Esto generó una caída de hasta el 50% en la utilidad, porque nuestro activo es la mercadería.
El mercado cambió, la distribución cambió y es todo cada vez más horizontal: nos exige mayor profesionalismo. Por eso queremos trabajar más cerca de los laboratorios para encontrar acuerdos comunes.
El desafío 2021 de Cadisvet es sumar más distribuidores, seguir trabajando con el código de barras, la digitalización de la ketamina y procesos de trazabilidad de todos los productos. A su vez, buscamos que los distribuidores tengan un marco legal e institucional dentro del sector y seguir fortaleciendo la relación con CAME, institución a la cual nos sumamos este año. Todo en pos de profesionalizar aún más el canal de venta. A su vez, no podemos olvidarnos de las demandas que trae la federalización de la Cámara, por lo cual estamos armando comisiones en los distintos puntos del país.
Hoy estamos observando determinados formatos de clientes que aparecen como distribuidores, pero no están declarados como tales. Son consumidores finales y participan del canal sin tener las mismas exigencias que nosotros. Es algo que nos preocupa porque la Ley N° 10.526 indica que los consumidores finales están resguardados, pero no pueden venderles a otras veterinarias.
Dentro de la Ley que te mencione está la resolución 188 de 1990 y las resoluciones del ministerio de Asuntos Agrarios artículo N° 8 que dejan en claro cuáles son los términos en el que pueden operar porque de lo contrario estamos ante una clara situación de competencia desleal.