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En un mundo cada vez más exigente a la hora de comprar alimentos, el rol de los médicos veterinarios gana protagonismo a la hora de pensar en cómo producir más carne y de mejor calidad, garantizando siempre su inocuidad. Frente a esto, la presencia de problemáticas sanitarias limitantes al comercio, como puede ser la fiebre aftosa, sigue en el centro de la escena, fundamentalmente en una región sudamericana que ya comienza a plantearse cómo será el día después de dejar de vacunar contra la enfermedad. La presencia del Dr. Héctor Otermin, presidente de la Federación Veterinaria Argentina, en el último encuentro de la COSALFA y el CVP, realizado en Cartagena de Indias (Colombia), trae una mirada de primera mano a través del Whatsapp News MOTIVAR para entender cuál es el grado de avance en los programas sanitarios de la región y la postura de Argentina en cada caso.
En el Comité Veterinario Permanente participamos en la Comisión de Sanidad Animal, donde se debate la problemática sanitaria de cada país, buscando consensuar políticas regionales. Hacemos sugerencias a los maximos responsables de los Servicios Oficiales de la sanidad animal e inocuidad de los alimentos de origen animal de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, que son quienes toman las determinaciones finales.
Con respecto a la Comisión Sudamericana para la Lucha Contra la Fiebre Aftosa, tenemos un rol de veedor y transmitimos inquietudes a los delegados oficiales, tanto del sector público, como privado. En la última edición, planteamos que, en base a que el sector veterinario es el que está a diario con la evolución de los programas sanitarios, queremos ser más que solo un veedor; nos interesa ser un delegado más, con voz y voto.
Tenemos que saber que existe un plan de acción hemisférico de erradicación de Fiebre Aftosa, el cual busca -con distintos grados de avances entre los países- el retiro de la vacunación en el período 2011-2020. No podemos perder de vista que algunas regiones ya tienen un status oficial de libre y sin focos. A lo largo de tiempo, se confeccionó una guía de trabajo para la erradicación y se han capacitado a profesionales de la actividad oficial para avanzar con el programa de control y erradicación en toda la región. Sin embargo, hace solo unos años, aparecieron nuevos focos en Colombia lo que denota la persistencia del virus en la región, afectando a todo el norte de la subregión Andina, lo que demanda movilizar recursos para mitigar riesgos. Hay un gran desafío por parte de los servicios veterinarios oficiales y privados en favor de trabajar juntos y de manera eficiente.
El Dr. Matías Nardello solicitó a las autoridades de Brasil que explicaran el programa de vigilancia para dejar de vacunar en el estado de Paraná, un territorio cercano a la Argentina que nos obliga estar alerta. La respuesta no convenció a los profesionales, porque para tomar una medida de este tipo hay que tener en cuenta ciertas condiciones y ellos -por Brasil- manifestaron que se lo haría con revisación clínica. A su vez, se solicitó plantear en bloque un pedido a la OIE sobre los status sanitarios de Fiebre Aftosa, es decir, que sea libre independientemente si se vacuna o no. Sin embargo, no hubo un acompañamiento en este punto. Hay que seguir trabajando.
Hay diversos status y grados de avance. El problema más grave que existe es la incertidumbre que plantea la situación de Venezuela.
Si bien Brasil le donó millones de dosis, las mismas no pudieron ser utilizadas porque la legislación vigente en Venezuela impide manejo de fondos por parte del sector privado. Colombia tuvo algunos problemas internos sobre la marcha del programa de vacunación, cuando se le retiró a la asociación de ganaderos -equivalente a los entes sanitarios argentinos- la posibilidad de llevar adelante la vacunación (pasando la misma a manos del Estado). Fue ahí donde ocurrieron los problemas sanitarios. Hoy la situación ha avanzado: se restituyó la vacunación a la Federación de Ganaderos y un fondo para los programas sanitarios. Nuevamente están en vías de solicitar el status suspendido, para volver a ser “libres con vacunación”. A su vez, se discutió la situación sanitaria de todos los países y el grado de avance de los programas: los riesgos transfronterizos, con el objetivo de evitar posibles inconvenientes con el resto de los países de la región.
No podemos estar vacunado contra una enfermedad eternamente. Y si bien la Argentina prevé retirar las vacunaciones contra la fiebre aftosa de las zonas de menor prevalencia, para luego pasar a las de mayor prevalencia, esto solo será posible cuando se den las condiciones óptimas. Es decir, cuando este aceitado el sistema de vigilancia epidemiológica, el cual representa la capacidad de respuesta temprana, incorporando un banco de vacuna y reforzando los controles fronterizos. Hay que preparar toda esa artillería para actuar en caso de que se deje de vacunar y aparezca un brote.
FEVA y COFEVET integran la Comisión Sanidad Animal del CVP, un organismo que trata todos los requerimientos en cuanto a sanidad para trabajar en bloque en pos de mejorar las relaciones comerciales con el resto del mundo.
En nuestra comisión, evaluamos todos los programas sanitarios que se generan en la región, incluida la Fiebre Aftosa. Hoy, existe el programa bianual del BID que otorgó fondos, los cuales se están asignando a misiones técnicas y capacitación de servicios veterinarios.
A su vez, se trabaja sobre Brucelosis, donde la Argentina a lanzado el nuevo programa al respecto, sumamente necesario debido a que hace años que no podemos bajar el índice de prevalencia. En la profesión, hablamos que se trabaje en el control y erradicación, porque es una zoonosis y como veterinarios debemos pensar en el bien de toda la comunidad. Modus operandi que debe repetirse en Carbunclo y Tuberculosis.