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Los alcances de la Leucosis Bovina en la industria láctea insumen cuantiosas sumas de dinero. El 90% de las infecciones son asintomáticas, pero lo más grave de esta situación es que el 10% desarrolla tumores linfáticos que resultan siempre fatales. Hasta hoy, no existen herramientas, pero el INTA está trabajando en una solución desde 2008. Ahora, buscará crear una plataforma de expertos regionales para compartir el estado de situación y discutir opciones de acción en el mediano plazo, según nos compartió la Dra. Karina Trono desde el laboratorio de INTA en Castelar, Buenos Aires.
Es una enfermedad viral de los bovinos que se encuentra ampliamente presente en el rodeo lechero de la Argentina. El 90% de las infecciones son asintomáticas. Sin embargo, estos animales transmiten “en silencio”.
Lo más grave de esta situación es que el 10% desarrolla tumores linfáticos que resultan siempre fatales. El animal muere por distintas causas colaterales. La más espectacular es el estallido de bazo.
El ingreso no percibido con cada vaca muerta súbitamente con tumores fue valorizado recientemente en un total de alrededor de US$ 5.000 y esto obedece a que no produce los litros de leche esperados, ni tampoco las terneras de reposición por la salida del ciclo antes de tiempo.
Junto a esto, el costo de los tratamientos automáticos y el refugo adelantado también afectan al productor. En el ámbito de la genética, la comercialización de pajuelas está restringida ya que en los países receptores se aplican normativas que exigen que el donante o el semen se encuentren libres.
Junto a la mastitis subclínica es uno de los flagelos silenciosos del tambo. Recientes encuestas entre veterinarios que atienden los establecimientos reflejan inquietud por esta problemática y la colocan como demanda de una solución a mediano plazo. Si bien otros problemas impactan al sector, reconocen a esta enfermedad como causa encubierta de reducción de productividad.
No existen herramientas por el momento. Las medidas clásicas son imposibles de instalar debido al alto porcentaje de vacas infectadas en tambo de alta producción. Con 90% o más, la estrategia debería ser la intervención no disruptiva que sin alterar el manejo producto permite reducir el contagio y en forma consecuente la prevalencia. En eso nos encontramos trabajando en INTA desde 2008: diseñando y desarrollando una herramienta factible de aplicar con éxito en nuestro contexto productivo.
Ante esta situación, lo deseable es que los veterinarios puedan medir el impacto dentro del establecimiento que están asesorando.
Que registren los casi tumorales y conozcan la prevalencia.
Además, pueden discutirlo en foros y círculo de colegas y productores para pensar juntos el camino a seguir y acercarse a nosotros, en INTA, en caso de falta de información o desconocimiento de los alcances que tiene la Leucosis Bovina.
A su vez, vale aclarar que, a pesar de su gravedad, en el sector, no todos conocen la problemática.
La demanda de soluciones aumenta año tras año desde el sector productivo y desde el ambiente veterinario.
La idea es crear una plataforma de expertos regionales para compartir el estado de situación y discutir opciones de acción en el mediano plazo. Debido a que la situación es similar en todos los países del continente americano, la idea es unir opiniones de la máxima cantidad de representantes.
Presentamos la iniciativa a FONTAGRO, a través del INTA Castelar, en una versión de fondo semilla para que, en caso favorable, podamos realizar un workshop regional de discusión. Se subieron formalmente 14 instituciones, de Panamá, Costa Rica, Colombia, Uruguay y Argentina. De nuestro país participan formalmente, además de INTA, Senasa, la Secretaría de Gobierno de Agroindustria, el Ministerio de Agricultura de Córdoba, el Ministerio de Producción de Santa Fe y las universidades de Río Cuarto y Villa María.
Discutir opciones en una mesa conjunta y salir en búsqueda de socios del sector productivo es el principal objetivo que tenemos de cara a futuro.
La idea es proponer acciones de profilaxis y entre ellas nuestra herramienta en desarrollo desde 2008 que consiste en el uso de una cepa atenuada para frenar la infección de campo y la aparición de tumores.
Deseamos que el conocimiento de la enfermedad se expanda a todo el sector y comenzar a sensibilizar sobre el impacto. Medir y registrar aparición de tumores.
Fomentar la difusión en círculos específicos como el clúster lechero, las sociedades rurales, asociaciones y colegios veterinarios. Trabajar junto a las autoridades para diseñar políticas y herramientas de prevención accesibles a nuestro sistema productivo. Deben ser hechas a medida para no agregar gasto, sino valor.