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LOS SECRETOS DE LA SEGUNDA CRIADORA DE TOROS DE LA ARGENTINA

“Cuando hablamos de sanidad, no hay que ahorrar nada”

La expresión del MV Fernando Foster, gerente Comercial de Bellamar Estancias, cobra aún más relevancia a solo un par de meses de haberse llevado el premio Campeón del Mundo Brangus, en Houston, Texas.
Motivar | Facundo Sonatti
Por Facundo Sonatti 1 de mayo de 2018 - 00:53
Foster. “El estado sanitario de la hacienda es la base de los éxitos”. Foster. “El estado sanitario de la hacienda es la base de los éxitos”.

Bellamar Estancias es una de esas empresas agropecuarias que no necesitan mayores presentaciones. Segunda criadora de toros registrados de la Argentina, dueña de 70.000 hectáreas y un stock de 40.000 bovinos, talla fuerte en el negocio de la reproducción bovina, aportando su genética en cuatro razas diferentes: Brangus, Braford, Polled Hereford y Aberdeen Angus.
En su raid de premios, hace solo un par de meses, sumó otra estatuilla a su vitrina, al consagrarse Campeón del Mundo Brangus, en Houston, Texas, Estados Unidos (Ver recuadro).

BELLAMAR ESTANCIAS: CAMPEÒN DEL MUNDO BRANGUS

Payanquén. De Córdoba a la cima del ránking. Payanquén. De Córdoba a la cima del ránking.

“El premio internacional fue una sorpresa”, reconoce el médico veterinario Fernando Foster, gerente Comercial de Bellamar Estancias, con 41 años de trayectoria profesional de la mano de la familia Hirsch.

En Estados Unidos. Participaron 14 países. En Estados Unidos. Participaron 14 países.

“Nos había ido muy bien en Palermo con el Gran Campeón Macho Brangus, la Reservada Gran Campeona y el tercer mejor toro de Palermo”, repasa el profesional. Y sigue: “A su vez, vendimos el 50% de una hembra con precio máximo de Palermo y el 50% de una ternera en Las Varillas, en $1,3 millones”.
Claro que esto no fue todo, puesto que este año la firma asistió al Congreso Mundial Brangus, en Houston, Texas, Estados Unidos, donde se alzó con el premio mayor.
La distinción alcanzada por la empresa, lo instituye la asociación americana y hacen competir a los grandes campeones de las exposiciones equivalentes a Palermo, tanto de Brasil, Uruguay, Australia, Nueza Zelanda, Sudáfrica y Estados Unidos; un total 14 países.
“Es una compulsa virtual a partir de imágenes y los datos que tienen de cada animal”, explica Foster y recuerda: “En 2015, ya habíamos ganado con una hembra, de nombre Estrella. Siento que se hizo justicia con la ganadería del país”, explicó el veterinario.
Una vez más, queda claro cómo aquellas empresas ganaderas que logran buenos resultados tienen a la sanidad de sus animales en el centro de la escena productiva.

Lo hizo con Payanquén, un toro de tres años que calificó para la compulsa internacional tras consagrarse Gran Campeón Macho en Palermo 2017.
Con el premio como excusa, MOTIVAR visitó la casa central de Bellamar Estancias y dialogó con su gerente Comercial, el médico veterinario Fernando Foster, para adentrarnos en los secretos de esta firma de excelencia.
“El foco de Bellamar Estancias es la generación de reproductores”, afirma Foster y explica: “A partir del boom agrícola, muchos campos destinados a ganadería –producción de novillos- se volcaron a la agricultura.
Sin embargo, además de nuestro negocio de reproducción, aún tenemos producción comercial a razón de 3.000 cabezas (novillos) por año y comercializamos entre 4.000 a 5.000 terneros cada doce meses”.

MOTIVAR: ¿Las cabañas siempre fueron el negocio central del grupo?
Fernando Foster: Vale aquí recordar que la señora María Elena Olazábal Estrada de Hirsch, viuda del propietario de Bunge&Born, Mario Hirsch, tomó la antorcha y siguió con el legado de su marido hace unos 30 años.
Cuando inició ese recorrido, por ejemplo, Corral de Guardia era una cabaña solo de Brangus negro; luego se sumó el Brangus colorado y la raza Braford.
A su vez, hace 10 años, se creó una especie de “sucursal” de esa cabaña en Salta, tras adquirir un campo en esa provincia y trasladar 1.000 vientres Brangus con el firme objetivo de abastecer a los productores del NOA.
En el caso de El Bonete, en Lobería (Buenos Aires), tenemos Aberdeen Angus y desde entonces, duplicamos el número de toros que despachamos cada año. En este caso, la cabaña está dirigida a productores. Es decir, criadores comerciales.
Por su parte, Bellamar, en Miramar (Buenos Aires), produce Polled Hereford puros registrados con el mismo criterio que El Bonete y está trabajando al máximo de su capacidad.

¿Cuántos toros comercializan por año?
Comercializamos 1.200 toros y 1.500 hembras por año entre todas las razas a partir de seis remates propios, localizados en Resistencia (Chaco), Chascomús (Buenos Aires), Las Varillas (Córdoba), Miramar (Buenos Aires), San Cristóbal (Santa Fe), El Tunal (Salta) de la mano de Cresud; y el año pasado, iniciamos Villa Mercedes (San Luis), junto a La Barrancosa, de la familia Fatch.
A su vez, participamos como cabaña invitada, por ejemplo, en Paraguay. En total, tenemos más de 500 clientes al año.

¿Cuál es el presente del mercado local de reproductores?
Solo 50.000 de los 200.000 toros que se comercializan cada año están formalmente registrados. El resto es lo que llamamos “novillos con bolas”.
Nuestro objetivo y la tarea de las asociaciones afines es el de incentivar el uso de toros registrados.
En el pasado reciente, el cierre de las exportaciones fue un periodo perjudicial para la actividad de los remates.
Bellamar Estancias tiene algunas ventajas como marca porque hace muchísimos años que está presente en el mercado y la perseverancia en los momentos de crisis es muy valiosa.
En esos años, se “limpió” el mercado de oportunistas que al ver los valores de terneros aproximadamente en $8.000, los precios de un novillo a $15.000 y el del toro en cerca de $50.000, se volcaron a participar de la actividad.
Sin embargo y como tantas veces ha quedado demostrado, este no es un negocio sencillo y requiere de un nivel de competitividad muy alto.
Así, en años como los actuales, quedamos los que genuinamente ofrecemos toros de calidad en forma seria.

¿Observaron el regreso de algunos productores al negocio ganadero?
A partir del año 2015, cuando se vislumbraba un cambio a nivel nacional, hubo una enorme retención de vientres, y en los remates se empezó a ver a gente que quería volver a la actividad.
El cambio de criterio del gobierno de Mauricio Macri, que ve al productor como alguien que quiere producir, es muy bueno porque este es un negocio y, como otro, si no se gana plata, la gente busca otras alternativas.
Particularmente, a nosotros, el cambio nos permitió vender más toros y a mejores valores.
Logramos mejores márgenes con precios que equivalen a 2.000 kilos de novillo por toro. Algo que también se reflejó en los vientres.

¿Cuál es su estrategia en materia de producción en este momento?
Nuestro criterio es totalmente productivista,. Muchos, al pensar en cabañas, imaginan animales con “brillantina”, pero lo que hacemos es producción.
Nos gusta ganar premios, pero la base del negocio son los remates.
Los terneros se destetan y se crían en verdeos de invierno, en pasturas, como si fuesen de invernada.
No comen nada de ración hasta tres meses antes de la época de ventas.
En abril, pasamos todos los toros a piquetes de preparación, donde su ración es de silo de maíz, con agregado de núcleo proteico y vitamínico.

¿Qué niveles de destete obtienen?
Los niveles de destete en Bellamar y El Bonete, superan el 90% todos los años, donde hacemos mucha inseminación, arriba del 70%, y repaso de toros.
En Córdoba, en una zona de inferior calidad, estamos en el 85% de destete y en Salta, rondamos el 80%.
Es decir que alcanzamos los mejores niveles de cada región.

¿Qué rol ocupa la sanidad entonces en la estrategia productiva?
Bellamar Estancias mide absolutamente todo y la inversión en sanidad no representa más del 3% de los costos totales. En esto no hay que ahorrar nada, hay que poner todas las vacunas necesarias y hacer los mejores tratamientos que podamos tener disponibles.
En la estructura de costos, la sanidad no mueve la aguja y tiene mucho impacto: por ahorrar en una vacuna podemos llegar a perder un animal.
El plan sanitario se ajusta año a año, pero es de cumplimiento estricto.
Vacunamos contra todo lo que hay que vacunar y todo el tiempo se le da mucha relevancia a la sanidad.
El costo más importante es es de personal, nutrición y logística.

¿En una cabaña las obligaciones sanitarias son mayores?

CON LA ESTIRPE DE BUNGE&BORN

Comega fue un emprendimiento familiar liderado por Mario Hirsch, accionista de Bunge&Born y un ganadero fanático, que desarrolló fuertemente el negocio de las cabañas, entre las que se encontraban Las Lilas, Corral de Guardia, Bellamar y El Bonete.
A partir de 1992, tras el fallecimiento de Hirsch, se divide el negocio agropecuario en cuatro nuevas unidades, una de las cuales es bautizada como Bellamar Estancias.
La señora María Elena Olazábal Estrada de Hirsch (94), viuda del empresario, es la propietaria de este gigante agropecuario con 70.000 hectáreas propias repartidas en siete establecimientos, en las provincias de Buenos Aires (3), Córdoba (2), Formosa (1) y Salta (1).
A su vez, retuvo tres de las cuatro cabañas que supo administrar su marido y no solo conservó lo heredado, también incrementó los rodeos e incluso, creó una “sucursal” de Corral de Guardia, en Salta, hace 10 años.

La gente a veces ahorra en una vacuna, riesgo ridículo porque es un número que no te mueve nada y te puede dar un susto bárbaro.
La sanidad no es un chiste y menos en una cabaña, donde arrastrar un problema sanitario se puede llegar a tornar muy grave.
Como cabaña tenés más obligaciones porque un toro puede estar entre siete y ocho años en producción en otro campo y si haces algo mal en origen se va a replicar después.

¿Tienen veterinarios a cargo en los distintos establecimientos?
En todos los establecimientos tenemos ingenieros o veterinarios a cargo, como en Corral de Guardia, el Ing. Agr. Juan Pedro López y el MV Gastón García, a cargo de la genética.
En Bellamar, Horacio Miura y en El Bonete, Gustavo Casal. A su vez, en Corral de Guardia, cuentan con el apoyo del MV Francisco Casasnovas.
Todos ellos son responsables de la sanidad con sus respectivos ayudantes.
¿Qué lugar ocupa el comercio internacional de genética para la firma?
El mercado de exportación es fundamentalmente semen y embriones y sigue creciendo en base a la presencia del país en el mundo. Tenemos un centro de inseminación de Brangus y Braford que comercializa unas 50.000 dosis al año.
Salvo cuestiones puntuales, casi no vendemos embriones en el mercado local, pero exportamos a Paraguay, Brasil y Colombia.

¿Qué cosas todavía no cambiaron con este nuevo modelo?
Hay trabas en materia de exportación muchas veces de índole sanitaria.
Se deberían evaluar realmente cuáles son los riesgos porque cuando se exporta semen o embriones, los requerimientos garantizan que no hay enfermedades. Si hay trabas, es porque realmente no se hicieron bien las negociaciones; son fronteras burocráticas.

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