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SUSCRIBITE La realidad nos muestra que cada vez son más las normativas y controles con alcance sobre las Pymes veterinarias. De lo que no estamos seguros es si las mismas tienen o no el impacto real en mejoras tanto para la industria, como para los usuarios de los productos”.
Con este concepto como eje central de su discurso, Bruno Forti, presidente de la Cámara de Laboratorios Argentinos Medicinales Veterinarios (Clamevet), compartió su visión sobre la actualidad de la industria con MOTIVAR.
En ese marco, dialogamos sobre los márgenes actuales de las empresas, el impacto de los movimientos en el tipo de cambio en el mercado interno y las exportaciones, el canal distribuidor y las nuevas tendencias que atraviesan a la economía en su conjunto. “Particularmente, en el caso de las importaciones no vemos grandes cambios. Es prematuro hablar de este tema. Los grandes problemas del sector pasan por otro lado”, nos comenta Forti.
Y agrega: “más importante sería que desde el ámbito normativo podamos –junto con el Senasa- entrar en el camino de priorizar la lógica; de las cosas que realmente tienen impacto. Sobre todo en contextos donde sabemos que hay escasez de recursos, tanto humano, como económico”.
MOTIVAR: ¿Cómo ven la metodología de reinscripción de productos en el Senasa?
Bruno Forti: Es uno de los temas en los cuales más hemos estado insistiendo desde Clamevet en el último tiempo, entendiendo que las exigencias son complejas de llevar a la práctica por las Pymes veterinarias.
Un caso concreto es el tema de residuos, en el cual se nos solicitan pruebas que se realizan en muy pocos lugares y cuyo valor sobrepasa el potencial de mercado de algunos productos, no innovadores.
Hablamos de drogas que se usan desde hace años en el mercado, con principios activos ampliamente usados.
Nos enfrentamos a la posibilidad de que muchos de esos registros se den de baja, con su consecuente impacto sobre el mercado local, pero también afectando las exportaciones.
Si nos basamos en los resultados del Plan CREHA, veremos que en el último tiempo no se ha encontrado presencia de residuos en las diferentes carnes, más allá de algunas que tienen que ver con el mal uso de los productos, no respetando los períodos de retiro claramente establecidos.
¿Para qué solicitamos a estos productos estudios si no tenemos problemas de hallazgos de residuos? Seguramente las grandes empresas, con productos innovadores que se comercializan a escala global podrán afrontar el costo de estas regulaciones, pero para las empresas locales es más complejo.
Nos lo exigen pero no lo podemos hacer.
Quizás sería más propicio avanzar con el uso real de los libros de tratamiento a campo, asegurando que los medicamentos sean aplicados por una persona idónea, que evite su mal uso. Seguiremos trabajando estos temas con el Senasa, intentando armonizar lo armonizable e insistiendo en lograr un criterio para que se tomen políticas que tengan impacto en las problemáticas. Sobre todo teniendo en cuenta que el Servicio no tiene abundancia de recursos, ni humanos ni económicos. Hay que optimizar.
¿Algo similar ocurriría con la trazabilidad?
En algún momento se propuso trazar los antibióticos de uso oral para todas las especies. Situación que sin dudas podría resolverse de otro modo. ¿Cómo? Por ejemplo logrando que los laboratorios que elaboran antimicrobianos para pequeños animales presenten una declaración jurada en la cual se describa la cantidad de productos que elaboran.
Sabiendo el Estado cuánto se importó de ese principio activo quedará claro que el resto hay que ir a buscarlo a otro lado. Pretender controlar la resistencia a los antimicrobianos trazando los antibióticos orales que se emplean en perros y gatos, nos parece que no tiene sentido.
¿Cuál es la situación general de los socios de la Cámara?
Está claro que las empresas no están cumpliendo con sus expectativas comerciales. Aquí es clave comprender que existen momentos en los cuales sin dudas deberemos convivir con menores márgenes de rentabilidad, los cuales aún siguen estando por sobre el punto de equilibrio del negocio.
Vemos una combinación entre cuestiones propias del mercado (lucha de precios y plazos) y otras coyunturales: presión impositiva, aumento de costos que seguimos sin poder trasladar a precio y variabilidad del tipo de cambio.
En el caso de las exportaciones (las cuales son clave en la economía de las Pymes locales) también se percibe un recorte en la rentabilidad de los laboratorios. Somos cada vez menos competitivos en el mundo.
En este contexto y viendo lo que ocurre con las empresas multinacionales, sería interesante que los empresarios Pyme analicemos la viabilidad de llevar adelante fusiones o trabajos comunes entre empresas locales. Sería interesante avanzar por este camino.
¿Qué evaluación hace de las últimas auditorías realizadas por Senasa, muchas de las cuales terminaron con suspensiones de plantas?
Después de mucho tiempo de no avanzar en este sentido, el organismo detectó una serie de irregularidades, con sanciones sin dudas correctas. Es imprescindible que los laboratorios cumplamos con las exigencias.
Está claro que actualmente existe una crisis en el sistema y que todas las partes deberemos mejorar.