Lechería
Asociación Pro Calidad de Leche y sus Derivados
Tel.: (011) 4806-7237 – [email protected]
Para continuar, suscribite a Motivar. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITEAsociación Pro Calidad de Leche y sus Derivados
Tel.: (011) 4806-7237 – [email protected]
Con esa pregunta inició su presentación la Dra. Pamela Ruegg – profesora e investigadora de la Universidad de Wisconsin- en la charla sobre: «Protocolos de tratamiento de Mastitis Clínicas», que tuvo lugar en el curso Pre Mercoláctea 2012, organizado por APROCAL, junto con el Instituto Babcock en la UTN de San Francisco, Córdoba.
La mastitis sigue siendo la enfermedad más frecuente y costosa en los rodeos lecheros, situación que se cumple en la zona de influencia de la Universidad de Wisconsin, con 51 tambos de más de 200 vacas.
Esos rodeos, monitoreados por 20 veterinarios y agentes de extensión, tienen registros computarizados, cumplen rutina de ordeño completa y usan antibióticos para tratar las mastitis clínicas.
Las encuestas de la Universidad reflejan que en un año, esos 51 tambos aplicaron en total 12.452 tratamientos por mastitis clínicas en vacas adultas.
Se usaron 8 antibióticos, los más frecuentes: Ceftiofur (en 46 tambos), Cefapirina, Pirlimicina, Amoxicilina, Hetacilina. En 46 tambos se usaron dos antibióticos. En el 90% de los tambos, se usaba tratamiento sistémico para casos seleccionados, siendo la Ampicilina el antibiótico más frecuente.
Volviendo a las preguntas iniciales: «¿La trato? ¿Será eficaz el tratamiento?», la Dra. Ruegg repasó factores a tener en cuenta para la toma de tales decisiones:
Sin embargo, los productores no testean la cura bacteriológica. Y esta depende del tipo de patógeno, la severidad, la eficacia real del tratamiento y cuestiones de muestreo y laboratorio. Además, la información disponible muestra pocos ensayos clínicos controlados que comparen tratamientos de mastitis.
Es por ello que frente a una vaca con mastitis clínica, se deben mirar sus antecedentes:
En un caso hipotético en que las respuestas sean «Sí» y si se está usando del método de «Cultivo en tambo» (CET), la respuesta puede ser que esa vaca no es candidata a recibir tratamiento (por ejemplo, si la respuesta en Gram negativo) o bien debe considerarse el «tratamiento extendido», especialmente si es un caso recurrente.
En algunos casos, la indicación es secar el cuarto o descartar la vaca. El tipo de patógeno influye en la eficacia del tratamiento antibiótico. Por ejemplo y en el caso de levaduras, mycoplasmas, prototeca, Pseudomonas sp, Serratia sp e infección crónica por Staphylococcus aureus, las tasas de cura bacteriológica son reducidas.
Al momento de tomar la decisión sobre tratamientos, la Dra. Ruegg señala las evidencias que surgen de los distintos trabajos de investigación.
En la mayoría de los tambos, hay mayor chance de éxito en el tratamiento de las vacas más jóvenes, de los casos a Gram positivos y los casos en etapas tardías de lactancia. No han sido descriptos casos de tratamientos exitosos en ninguna vaca con casos múltiples.
Las conclusiones de su presentación son:
Los gráficos y ejemplos de casos clínicos de la presentación de la Dra. Ruegg están disponibles en www.aprocal.com.ar/contenidos/publicaciones.