» En el siguiente resumen se destacan distintas situaciones que los asesores deben tener en cuenta a la hora de tomar decisiones estratégicas en una empresa avícola.
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SUSCRIBITE» En el siguiente resumen se destacan distintas situaciones que los asesores deben tener en cuenta a la hora de tomar decisiones estratégicas en una empresa avícola.
Por Carlos Ronchi. |
Tal como expone este artículo, la adopción de técnicas de manejo y nutrición avanzadas, forma parte de la visión estratégica de una empresa que sabe que la velocidad en la toma de decisiones es el diferencial vital para continuar existiendo en un mercado globalizado.
Preparación de las criadoras
Las guarda criadoras para la protección de las aves deberán montarse proporcionalmente en toda la extensión del área interna del galpón o de la criadora. Se deben alojar de 60 a 80 pollitos por metro cuadrado de superficie de guarda criadora o de 2 a 4 kg de pollitos por metro cuadrado de guarda criadora. Cuando el sistema de calefacción es a través del tipo campana de gas, no superar las 1.000 aves por guarda criadora.
Cuando este sistema sea ambiental, no es necesario confeccionar guarda criadoras de protección, ya que se distribuirán las aves a lo largo de toda la criadora. Para un buen control del desarrollo corporal y uniformidad del lote es aconsejable que se separe a las aves en grupos de, como máximo, 5.000 pollitos.
Apertura de espacio
La primera apertura de espacio de las guarda criadoras o de las criadoras deberá hacerse aproximadamente 24 horas después que se haya producido el alojamiento, pasando la misma a ser diaria y gradual. Es importante que las aves reciban espacio con cama nueva todos los días para conservar la calidad de la cama, una proporción mejor de aves por equipo, así como para la preservación del tracto gastrointestinal.
Control de la temperatura
El confort térmico es un factor fundamental para un buen desarrollo inicial de las aves; está directamente relacionado con el desempeño bioeconómico del lote. El desarrollo satisfactorio de las aves durante las primeras semanas de vida asegura un óptimo tamaño de la canal, buen emplume y madurez de los sistemas orgánicos fundamentales como el digestivo, el cardiovascular, el inmunológico, y en el futuro también el reproductivo. Para un buen desempeño inicial es fundamental que haya un control ambiental (temperatura, humedad y ventilación) en el interior del galpón.
Un concepto importante es la temperatura efectiva. Es decir, la temperatura o sensación térmica del ave. No es posible medir la temperatura efectiva solamente a través de la lectura de la temperatura ambiente, pero sí utilizando la combinación de temperatura del bulbo seco, humedad relativa del aire y velocidad del aire. La ubicación de la guarda criadora en el centro del galpón facilita la distribución uniforme de la temperatura, de la humedad y de la velocidad del aire, además de reducir las pérdidas de calor a través de las cortinas laterales.
Existen varios sistemas de calefacción para galpones entre los que están los turbo calentadores a gas, campanas infrarrojo, de alta presión y de baja presión, hornallas a leña con inyección de aire atmosférico previamente calentado, campanas de carbón y calentadores a leña sin renovación de aire.
Al elegir el sistema de calefacción, no se debe tener en cuenta solamente el costo, también hay que considerar la capacidad de producción de calor y las consecuencias que este sistema acarreará para la calidad del aire y de la cama del galpón. La reproductora de un día es de valor elevado y el costo del sistema de calefacción se torna irrisorio frente a los altos índices de mortalidad o al bajo desempeño reproductivo resultantes de las bajas temperaturas durante las primeras semanas de vida. El galpón deberá calentarse previamente para recibir a las aves, y la temperatura, así como la humedad relativa ambiente deberán ajustarse a algunas recomendaciones según consta en la tabla a continuación.
Humedad
El exceso de humedad en el galpón durante la fase inicial de vida de las aves compromete negativamente el desarrollo de los lotes. En esta fase, se recomienda mantener la humedad relativa del aire entre el 50 y el 70%. Una de las formas de controlar este parámetro en el interior en el galpón es a través de ventilación mínima. En el galpón, la humedad se origina a partir de los bebederos, de la entrada de aire externo y, principalmente, del metabolismo de las propias aves, que al mismo tiempo en que produce calor como resultado de la digestión del alimento, produce humedad a través de la respiración y de la defecación. Las aves excretan aproximadamente un 80% del agua que ingieren y, en la primera semana de vida, excretan 1,7g de agua/hora/ave. Los niveles de humedad pueden aumentar con la entrada de aire frío externo, el que generalmente se encuentra saturado de vapor de agua. El aire caliente tiene mayor capacidad de absorber agua que el aire frío. El exceso de humedad se puede notar por la condensación del vapor en las cortinas y en el techo, además del humedecimiento de la cama.
El exceso de humedad en la cama es un factor perjudicial para el desarrollo fisiológico e inmunológico de las aves. La cama húmeda es más fría que la cama seca, convirtiéndose en un intercambiador de calor indeseable para las aves jóvenes y funcionando como un refrigerador evaporativo.
Calidad del aire
Además de la temperatura, la calidad del aire debe ser monitoreada debido a su gran importancia para el buen desarrollo de las aves. En los últimos años, las inversiones han apuntado a la buena estanqueidad de los galpones, sin embargo, en muchos casos se ha descuidado la calidad del aire.
Algunos sistemas de calefacción consumen el oxígeno interno aumentando la concentración de CO2. Como el CO2 es más denso que el aire, la tendencia es que permanezca al nivel de las aves, dificultando la actividad respiratoria y causando letargo. Es recomendable que la concentración de CO2 se mantenga por debajo de 2.000 ppm para recién nacidos (la concentración de CO2 en la atmósfera es de aproximadamente 500ppm), lo que se logra con el empleo de ventilación mínima. Los niveles de amoníaco para aves jóvenes deben ser de 20 ppm, considerando que el amoníaco se concentra a pocos centímetros por encima de la cama, justamente donde las aves se encuentran.
La ventilación es probablemente el aspecto más problemático en la crianza de reproductoras pesadas y requiere atención constante. El exceso o la falta de ventilación causan impactos negativos en el desempeño zootécnico de las aves. La falta de ventilación puede ocasionar el aumento de la humedad relativa del aire, en la concentración de gases tóxicos como amoníaco y dióxido de carbono, en la concentración de polvo y baja concentración de oxígeno disponible. Por otro lado, el exceso de ventilación puede causar disminución de la temperatura ambiental, de corriente de aire sobre las aves, descompensación metabólica y aumento del costo operativo.
Ventilación mínima
Es la cantidad de aire necesario por hora, para el suministro de oxígeno a las aves y para mantener la calidad del aire. El aire en movimiento no debe incidir directamente sobre las aves, y sí pasar sobre ellas. Esta pequeña corriente es benéfica para el control ambiental durante la fase inicial. La ventilación mínima es responsable para: suministrar oxígeno para la respiración de las aves; extraer el exceso de calor y de humedad; reducir la concentración de polvo y de la concentración de gases.
Durante el invierno y en las noches frías, la función de la ventilación mínima es muy diferente a su función en el verano, ya que en la estación fría su propósito es retirar el exceso de humedad sin que ocurra una reducción de la temperatura ambiental. Si la humedad de la cama es extraída a través de una ventilación adecuada, los niveles de amoníaco, polvo y dióxido de carbono raramente le causarán problemas a las aves.
La ventilación mínima en las primeras semanas debe ser de aproximadamente 0,2 m/s. Hay básicamente dos tipos de ventilación: la positiva y la negativa. Cuando los ventiladores insuflan aire hacia el interior del galpón, es una presión positiva; cuando estos lo retiran, es una negativa, la cual puede hacerse con la utilización de extractores. Para que la ventilación mínima sea eficiente, se debe utilizar el sistema de ventilación tipo «túnel» realizada con extractores. En galpones de ambiente controlado, la ventilación mínima se hace lateralmente.
Para lograr una presión estática ideal en el galpón, la superficie abierta que permite la entrada del aire y la capacidad de los extractores debió ser calibrada. Un exceso de aberturas hará que el aire entre con una velocidad muy baja y no recorra todo el galpón. Mientras que aberturas muy pequeñas no permitirán que los extractores saquen suficiente cantidad de aire para que la renovación sea adecuada. El cálculo de la abertura de entrada y salida de aire debe considerar la capacidad de los extractores y la velocidad de aire que se desean alcanzar.
Alimentación neonatal
Actualmente, la fase de suministro de alimento a la que se le ha dedicado el mayor número de investigaciones y estudios científicos es la pre-inicial, ya que son evidentes los beneficios que es posible obtener.
Ajustar las exigencias nutricionales específicas durante los primeros días de vida del ave, garantiza la normalidad del consumo alimenticio en las fases futuras y, consecuentemente, el desarrollo ideal de los sistemas inmunológico, esquelético, nervioso y gastrointestinal.
Las empresas han adoptado estrategias cada vez más complejas para lograr un mejor desempeño en aves de 7 a 10 días de edad. Con ese propósito se han introducido aditivos esenciales en los alimentos pre-inicial e inicial, como adsorbentes de micotoxinas, adsorbentes de bacterias patogénicas, enzimas que ayudan a la digestión y absorción de nutrientes y complementos nutricionales (nucleótidos, inositol, ácidos glutámicos, aminoácidos y péptidos).
Adsorbentes de micotoxinas
Son glucanos esterificados derivados de la pared celular de levadura, capaces de adsorber una amplia gama de micotoxinas simultáneamente. Las aflatoxinas, toxinas T-2, zeralenona, fumonisinas, ocratoxinas y vomitoxinas están entre las micotoxinas adsorbidas por dicho producto.
Complementos nutricionales
Los nucleótidos son unidades precursoras de ADN y ARN que, cuando se los suministra a través de las dietas, reducen el gasto energético del animal para la metabolización hepática de los mismos, favoreciendo el desarrollo corporal, gastrointestinal y la inmunidad celular y humoral.
El inositol es un importante componente de la membrana celular, esencial para el desarrollo de los sistemas hepático, nervioso y muscular. Los ácidos glutámicos le aportan mayor palatabilidad a los alimentos, aumentando el consumo de las aves.
Algunos ingredientes tradicionalmente utilizados en los alimentos neonatales contienen proteínas de difícil digestión y absorción. Cuando los aminoácidos y los péptidos son suministrados a través del alimento, los recién nacidos los absorben rápidamente, evitando cuadros de deficiencia alimenticia o subnutrición.
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