Para continuar, suscribite a Motivar. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITEEn el contexto social y económico en el cual se desenvuelve la ganadería de cría en nuestro país, resultan positivas todas aquellas propuestas tendientes a definir claramente por qué seguir apostando a los rumiantes y en qué contextos es viable hacerlo. Bajo esta premisa visitamos el Campo Experimental de Nutrición Animal que ACA posee en las cercanías de San Nicolás. Allí nos encontramos con el médico veterinario Alejandro Lis (jefe de proyecto Ruter y director técnico del establecimiento), quien nos comentó los objetivos que se plantea la empresa a través de la difusión y posicionamiento de este sistema de desleche anticipado y desarrollo ruminal.
«La ganadería debe poder transformarse realmente en un negocio. En el caso de la agricultura, tanto el productor como su ingeniero agrónomo hacen del trabajo de campo un negocio: discuten sobre estrategias, inversiones, rentabilidad, etc.», comentó el profesional, agregando que «en esta coyuntura, la idea de ACA es poner a disposición del productor ganadero sistemas que sean simples, aplicables y rentables.
No con el objetivo de competir con la agricultura sino para asociarse a ella».
El mismo consta de 162 hectáreas, de las cuales 150 se destinan a la cría, y forma parte de un proyecto que la Asociación de Cooperativas Argentinas se ha planteado hasta el año 2011 sobre la base del Sistema Ruter. Allí se lleva adelante la investigación de base respecto del producto y se analizan cada una de las variables que intervienen en la producción, a fin de determinar la importancia de cada uno de los factores y definir así bajo qué situaciones es viable el negocio. ¿Cómo? Comparando el sistema de la compañía con los tradicionales de cría y tambo tanto en Argentina como en otros países del mundo.
Cabe recordar que Ruter ha recibido la aprobación de la patente en Argentina hasta el año 2022, ratificando lo hecho oportunamente por países como Nueva Zelanda y Australia.
«Tenemos bien en claro cómo desarrollar un rumen y podemos disminuir los requerimientos de las madres en cuanto a materia seca, para gestionar la misma cantidad de kilos de terneros; somos concientes de que se puede obtener el doble de vacas que en los sistemas tradicionales y que las terneras criadas con este sistema, en tambo, llegan antes a la inseminación, con mejor peso al parto. Con todo esto, estamos apuntando a lograr una reducción de metano en los establecimientos. Estamos en ese camino», aseguró Lis.
Siempre con el objetivo de demostrarle a los ganaderos los beneficios de trabajar bajo un sistema en el cual se aplique un paquete tecnológico viable y en base a distintas comparaciones, ha quedado demostrado que en las producciones tradicionales de cría una vaca necesita entre 3.800 y 4.600 kilos de materia seca por año, mientras que con el Sistema Ruter, sólo 2.100. «Con nuestro planteo, podemos obtener el doble de vacas en un mismo espacio que con el sistema tradicional», aseguró Lis.
Obviamente que para lograr estos resultados se debe realizar una inversión, pero los productores deben tener en cuenta que por cada peso que le destinen, el Sistema Ruter les devuelve 10″, agregó.
Además y según las investigaciones, este programa de destete hiperprecoz gestiona un rápido desarrollo del rumen y una mejor armonía con el crecimiento corporal, en el cual no es necesaria la leche. A modo de ejemplo, el especialista comentó que: «una ternera nacida en este campo se inseminó a los 13 meses de edad, parió su primer ternero y a sus dos años ya está preñada nuevamente. Esto es muy difícil de lograr de otra manera».
En nuestro país es común destetar a los terneros entre los 60 y 90 días, lo cual conlleva un suministro que oscilaría entre los 240 y los 280 litros de leche. «Sin embargo, aquellos tambos que aplican nuestro sistema emplean solamente 70. En base a esto y si tenemos en cuenta que una lactancia normal ronda los 6.000 litros, cada 30 vacas que se destetan con Ruter el productor logra una extra», explicó Lis.
La estructura del Campo Experimental fue montada sobre los pilares básicos del Bienestar Animal, lo cual le permitirá a los investigadores demostrar su impacto sobre los sistemas de producción en el corto plazo. Allí no se ven caballos, ni perros y hasta está prohibido gritarle a los animales. Además, las 150 hectáreas totales se dividen en lotes de 3 hectáreas y según, nos contaran, movilizar a las vacas de un potrero al otro puede demorarle al encargado no más de dos minutos.
«El sistema Ruter se ha planteado pensar por los animales, hemos modificado mangas y hasta las aberturas de las tranqueras. Nos imaginamos cómo ellos se podían ubicar mejor. Esto nos ha posibilitado obtener excelentes resultados. No tenemos por qué no implementar este modo de trabajar», concluyó el Dr. Alejandro Lis.
«Planteamos 70 litros de leche (4 litros durante 14 días + dos litros durante siete días), un mayor suministro de Ruter, más cantidad de bacterias, de ácidos volátiles y de papilas. Los resultados en las recrías son muy buenos».
Por otra parte el médico veterinario resaltó que en las mismas condiciones en las cuales distintos tambos mantienen un promedio de 20 meses para la entrada de las terneras a su primera inseminación, aquellas que nacen a partir del suministro de Ruter a sus madres, lograron ser entoradas tres meses antes, llegando a su primer parto con un mejor peso, inclusive. «De este modo, estaríamos logrando un ternero más en la vida de las madres». Esto es realmente importante, sobre todo si tenemos en cuenta que en Argentina las vaquillonas normalmente alcanzan su peso bruto en el primer tercio de la tercera lactancia, mientras que con este sistema de desleche los animales alcanzan el 90% de su desarrollo en el segundo tercio de la primer lactancia.
Un dato importante a resaltar tiene que ver con que de las investigaciones obtenidas en el Campo Experimental de San Nicolás se nutren 30 técnicos de todo el país, quienes son enviados por la empresa a los usuarios del Sistema Ruter con el objetivo de entrenar al personal de los establecimientos y brindan apoyo en la gestión del mismo.
«No se concibe el sistema sin un profesional a cargo, estamos hablando de terneros de 30 días que necesitan un seguimiento», nos comentaron. Tal es así que existe un plan sanitario básico que debe cumplirse para poder lograr los máximos beneficios durante la producción. El mismo comprende la administración de un complejo vitamínico ADE el día de entrada de los animales al corral y el uso de antiparasitarios. Además de esto, en el Campo Experimental se suministran vacunas reproductivas a las madres antes de ingresar en el servicio y se las inmuniza contra complejos diarreicos de terneros el mes que tienen de lactancia.
«Con este manejo, logramos reducir la mortandad a 0.2 o 0.5%. Hoy en día, cualquier establecimiento que trabaja bajo nuestros parámetros mantienen índices cercanos al 1%, lejos de los habituales 3 a 5% en las producciones tradicionales»
Desde ACA se ha comenzado a pensar y trabajar en la posibilidad de inseminaciones dobles para lograr terneros mellizos. Asimismo, existen pruebas a campo para implementar un sistema en ovinos, el cual permitirá obtener tres pariciones en 2 años.
Más allá de esto, desde la compañía se resalta que «el futuro pasa por gestionar el metano». «Será vital controlar las emisiones y en ese sentido hace algunos meses que hemos firmado un convenio con el INTA Castelar para comenzar con importantes investigaciones en este sentido. Mediremos el metano en producción (feed lot) con sistemas de última tecnología; se trabajará con microchips y gestiones a través de computadoras, desarrollados por el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) y certificados bajo normas.
WALTER BRIGNOLI
Gerente de la División Nutrición Animal de ACA.
En el ámbito interno y teniendo en cuenta que el mercado potencial para los tambos ascendería a los 1.200.000 terneros / terneras, este año esperamos lograr un 30% de participación (5% más que en 2008). Tengamos en cuenta que un porcentaje de los terneros machos no se criaron y no se criarán este año por las condiciones actuales del negocio.
Con respecto a terneros de cría, estimamos crecer entre un 10% y un 15%, logrando un 1.3% del mercado total.
En cuanto al comercio exterior, en 2008 logramos una participación activa en Uruguay (tambo) y Paraguay (cría), y comenzamos las operaciones con Nueva Zelanda. Exportamos 378 toneladas de Ruter. Hacia fines de año comenzamos pruebas en Brasil (tambo y cría) y en Bélgica (tambo).
Para este año esperamos un crecimiento del 25% en las exportaciones, basado especialmente en el lanzamiento comercial en Nueva Zelanda, lo cual nos posibilitará la incursión en Australia, en 2010. Estamos inscribiendo el producto en Sudáfrica.