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SUSCRIBITE No hace falta ser fanático de la novela de Franz Kafka para entender por qué definimos como metamorfosis el proceso de transformación que, en los últimos años, se ha hecho más visible que nunca en la industria veterinaria, tanto a nivel global como, específicamente, en Argentina.
Y qué mejor oportunidad que ésta para repasar los principales cambios que se han consolidado (y lo seguirán haciendo) en los últimos 21 años.
¿Y por qué 21 años? ¿Es una decisión caprichosa? En absoluto.
Es el tiempo de vida de MOTIVAR, informando y compartiendo experiencias con los distintos actores de la actividad.
Así es, con esta publicación festejamos un nuevo aniversario junto a ustedes.
Son ya 250 ediciones.
250 meses de contenidos de alto valor para la industria en su conjunto. Y sin dudas eso nos permite hoy poder describir algunos, y solo algunos, de los grandes cambios que ha vivido el sector en todos estos años.
Para otra oportunidad quedará el análisis en detalle de lo que ha ocurrido en la Carrera de Ciencias Veterinarias en todo el país, con facultades que mutaron radicalmente su perfil respecto de cuando MOTIVAR daba sus primeros pasos.
Hoy la mayoría de las estudiantes son mujeres y es el área de animales de compañía la que mayor afluencia de alumnos y alumnas recibe año tras año.
Es básico y “ya lo sabemos”, pero créannos, no siempre fue así.
De hecho, incluso durante los primeros años de nuestro medio, la situación era a la inversa.
Y mismo caso podemos mencionar en cuanto a la salida laboral de los veterinarios ya recibidos: más mujeres, menos campo, más ciudad, menos vacas, más perros y cada vez más gatos… Así de concreto.
Este fenómeno es global; no pasa solo en Argentina.
Lo que sí ocurre aquí (y en los países de nuestra región), a diferencia de buena parte del resto del mundo, es el peso que sigue manteniendo el mercado de fármacos y vacunas para los animales de producción, por sobre el de animales de compañía.
Claro que este último crece y hasta puede ser más rentable tanto para los laboratorios como para las distribuidoras, pero años pasarán hasta que puedan llegar a una participación mayor al 70% tal como ocupan hoy los segmentos vinculados a la producción animal (bovinos de carne, bovinos de leche, avicultura y cerdos).
¿Qué pasaba cuando MOTIVAR llegaba a este sector?
En primer lugar, eran muchos menos los laboratorios y las distribuidoras que participaban del segmento de perros y gatos, incluso (hoy les parecerá una obviedad) eran muy escuetas las paletas de productos para caninos y mucho menos, para los felinos, que durante años se tuvieron que conformar con el mote de “perro chico”.
El marketing masivo no existía y ni en sueños nos imaginábamos el boom actual de la conectividad, Internet y las redes sociales.
En la agitada rutina de quienes forman parte de este rubro se va buena parte de su energía y de su tiempo. Eso lleva a que, muchas veces, se pierda de vista que, en este mismo momento, las cosas están cambiando. Imagínense en los últimos 21 años, las transformaciones que ha vivido esta industria.
Un sector que justo cuando MOTIVAR iniciaba, salió de lo que fue el último gran brote de aftosa que se vivió a fines de la década de los 90.
Las Fundaciones de lucha contra esta enfermedad también daban sus primeros pasos y se reconfiguraba el mapa tanto de laboratorios, como distribuidores, luego de aquel fatídico año 2001 para toda la Argentina.
También la cadena comercial se ha transformado.
No solo en cuanto al tipo de productos que ofrecen, sino también en relación a un rol mucho más vinculado con la logística, los tiempos de entrega y “el servicio” que años atrás.
Con nuevas generaciones ya tomando las riendas de estas empresas, las distribuidoras veterinarias también se encuentran hoy en pleno proceso de profesionalización y concretando inversiones, tanto en infraestructura, como en colaboradores, flotas de vehículos y propuestas digitales.
Inteligencia Artificial, SEO, pautas en Instagram y en Google. Todos términos que no solo eran lejanos a la profesión y la industria veterinaria, sino que incluso una vez que irrumpieron de forma masiva, pocos imaginaban el despliegue que tiene hoy el sector (y que tendrá a futuro) en materia de estrategias de marketing, ventas y contenidos.
El repaso de la metamorfosis que viene viviendo la industria veterinaria podría llevarnos varias páginas más.
Pero en esta entrega aniversario preferimos ser concretos en el análisis.
Por eso, no podemos pasar por alto el fuerte impulso que ha tomado en todos estos años el segmento de animales de compañía.
No lo van a creer, pero cuando MOTIVAR publicó su primera edición, los gatos casi que eran “una maldición” y buena parte de los perros dormían fuera de sus casas…
¿Se acuerdan?
Que esta situación se haya revertido, al punto de considerarlos miembros de nuestras familias, llevó a que hoy los animales de compañía sean el foco de atención tanto del propio rubro, como de otros más masivos.
Esto ha llevado que comiencen a surgir nuevos desarrollos (en la mayoría provenientes de la medicina humana) que siguen avanzando en el campo de las especialidades médicas, incluso contando hoy con soluciones basadas en anticuerpos monoclonales y vías de administración impensadas tiempo atrás.
En este contexto, las oportunidades son diversas para los profesionales y también para una industria de laboratorios que, paulatinamente, comienza a copiar las tendencias globales, poniendo su foco obviamente en el segmento de antiparasitarios y biológicos, pero también en el diagnóstico y la generación de demanda sobre los tutores de las mascotas.
Las producciones animales no se quedan atrás.
Si bien existe el facilismo de pensar (y decir) que “nada cambia” y que se “sostienen los problemas, hábitos y falencias de siempre”, las producciones avícolas y porcinas dan muestra de que eso ya no es así.
De la misma manera la lechería, o la propia producción bovina de carne (en sus distintas instancias) se ha profesionalizado. Así como también los veterinarios; no tengan dudas de ello.
Claro que en este último tiempo los desafíos se amplían con la irrupción de las tecnologías, tambos robotizados, collares y hasta la inteligencia artificial aplicada al diagnóstico de enfermedades. Esto que parecía ciencia ficción ya es una realidad, como lo son los avances en materia genética y de manejo reproductivo vinculado con la clonación, la IATF y la propia edición génica.
El mundo cambió, y la industria veterinaria también.
En estos 21 años fuimos testigos y difusores de estas y muchas otras transformaciones que seguramente se suman a las mencionadas.
En estos 21 años aprendimos, nos vinculamos, viajamos y nos profesionalizamos, siempre con el apoyo de la profesión y la industria veterinaria.
Siempre resaltando la importancia de un sector estratégico no solo por su rol en la producción de alimentos, sino también por su impacto directo sobre el bienestar de los animales y la prevención de enfermedades zoonóticas que existen desde hace años, pero que hoy son el centro de atención en un concepto incluso más joven que este medio, como lo es el de Una Salud.
El tiempo pasa, pero nuestra pasión por difundir el día a día de la industria veterinaria argentina sigue intacta.
