El panorama es desalentador. Son kilómetros y kilómetros los que deben recorrer los animales camino al asfalto para, desde allí, encontrar un nuevo destino. La acumulación de precipitaciones lleva a 1300 los milímetros recibidos en el departamento 9 de Julio, en el norte de la provincia de Santa Fe, entre diciembre e inicios de mayo. Una cifra que al Dr. Federico Berger le recuerda lo que se vivió en la zona producto de la corriente del Niño, en 1998, cuando las lluvias superaron con creces la media anual de 900 mm.
En febrero, dialogamos con Berger, en el marco del lanzamiento de una nueva sección del periódico Whatsapp News Motivar producto de las consecuencias sanitarias y económicas que dejaron las lluvias durante el verano en el norte de Santa Fe.
En aquel momento, el peor panorama era que se repitan las intensas lluvias al ingreso del otoño y, lamentablemente, así sucedió. El pasado jueves terminó el último temporal, pero los caminos están intransitables lo que exige tropear las haciendas para trasladarlos a zonas más altas. «Hoy se liquidan las categorías vendibles, es decir, aquellas con las que no se pierde tanto», explica Berger y continúa: «Ahora se viene un ajuste de carga, debido a que de cara al invierno todas las pasturas se pudren hasta el extremo de ver qué hacer».
Para el también miembro del Colegio de Santa Fe y la Federación Veterinaria Argentina (FeVA), que reside en Villa Minetti, «mientras que algunos hacen traslados intrazona, otros optan campos más alejados. Incluso, en el caso de la Cabaña «Los Guasunchos» -donde cada septiembre se realiza el remate donde se logran los mayores precios en toros Brangus colorado- están tropeando esos animales 20 kilómetros para cargarlos en una ruta y desde allí, enviarlos al sur a prepararlos. Los costos son incalculables».
En el peor panorama, hay productores que, según Berger, «deben desprenderse de lotes de terneros livianos de 140 kilos, cuando reciben el mismo valor por kilo que un animal de 230 kilos. El mercado de compra sigue firme, si bien no suben los precios tampoco caen a pesar de la mayor oferta».
Esta vez, la zona afectada no se reduce al centro-norte del departamento 9 de Julio. El sur de Chaco y este de Santiago del Estero también recibieron un duro golpe, a tal punto, que mucha agua que ingresa a Santa Fe proviene de esas provincias. «Ya hay reuniones con miembros de entes oficiales de las tres provincias damnificadas para evaluar cómo actuar ante esta situación», señala el profesional que, a su vez, nos compartió un video que expone los alcances del desastre en un departamento (9 de Julio) donde se cuentan 700.000 cabezas de ganado sobre 1,4 millones de hectáreas.
Federico Berger camino a la Cabaña “Los Guasunchos”, del Grupo Werthein, una de las más importantes en la raza Brangus de todo el país.