Desde Boehringer Ingelheim se destaca la inclusión de vacunas vivas en los planes vacunales como una práctica eficaz para prevenir futuros inconvenientes sanitarios y económicos en las explotaciones productivas.
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SUSCRIBITEDesde Boehringer Ingelheim se destaca la inclusión de vacunas vivas en los planes vacunales como una práctica eficaz para prevenir futuros inconvenientes sanitarios y económicos en las explotaciones productivas.
Tal como se exponía en el informe especial presentado por Facundo Sonatti en la pasada edición de abril de MOTIVAR, el sector productor de huevos factura en nuestro país US$ 945 millones al año.
Con una inversión privada en el orden de los US$ 150 millones en 2016, la actividad consta de 950 granjas, las cuales se distribuyen principalmente en la provincia de Buenos Aires (41%), con presencia también en Entre Ríos, Córdoba y también Santa Fe.
Vale decir que Argentina ocupa el quinto puesto mundial en lo que hace al consumo de huevos por persona, al año, (México es el principal consumidor) y que -a su vez- genera exportaciones por 3.300 Tn, siendo Japón (20%) el principal destino de estos productos.
Si bien los interesados podrán acceder a la versión completa de este informe desde el sitio Web motivar.com.ar, compartimos otros dos datos de relevancia sobre esta actividad.
En primer lugar, destacar que en 2016 la producción nacional fue de 12.349 millones de huevos. ¿Algo más? Si, el sector industria veterinario que ofrece productos y servicios en este mercado, factura al menos US$ 12 millones al año.
La vacunación en avicultura constituye un eficaz método de control de enfermedades, muchas de las cuales pueden ocasionar enormes pérdidas económicas al productor. El objetivo más importante de los planes vacunales es brindar protección adecuada a las aves ante posibles brotes de enfermedades.
En ese sentido, son dos los factores determinantes para conseguir el objetivo: asegurarse que las aves estén sanas y respetar las indicaciones del fabricante (vía de administración indicada, correcta conservación, preparación y manipulación).
La problemática
Según la OIE, la micoplasmosis aviar (causada tanto por Mycoplasma gallisepticum, como por Mycoplasma sinoviae) es una enfermedad de declaración obligatoria, responsable de grandes pérdidas económicas (decomisos, poca ganancia de peso, altos valores de conversión, baja calidad del huevo, infecciones subclínicas en pollitos BB, por mencionar algunos).
Tanto el Mycoplasma gallisepticum como el Mycoplasma sinoviaese transmiten a través del huevo y/o verticalmente por medio de las vías respiratorias, afectando generalmente al 100% del plantel.
Una vez infectadas, las aves serán portadoras de por vida.
La infección frecuentemente se manifiesta con infección subclínica del tracto respiratorio superior, que luego puede avanzar a estadios más graves, como ser lesiones respiratorias, agravadas por otros patógenos causantes de enfermedades frecuentes en la producción avícola (Newcastle, bronquitis infecciosa, infecciones causadas por Ornithobacteriumrhinotraqueaey E.coli).
Tabla Nº 1. Evolución de las vacunas contra Micoplasma | |||
Aplicación | CEPA | ||
1960 | 1ra. Generación | IM/ SC | Exposiciones controladas / Bacterinas |
1970 | 2da. Generación | Spray / Ocular | Cepa F |
Spray | Cepa 6/85 | ||
1980 | 3ra. Generación | Ocular | Ts11 MS-H |
Spray | MS1 | ||
1990 | 4* Generación | Punción Alar | FP – MG |
El 1 de enero de 2017, Merial pasó a formar parte del grupo Boehringer Ingelheim. Como la segunda mayor empresa de salud animal a nivel mundial Boehringer Ingelheim está comprometida en mejorar la industria de salud animal. Con más de 10.000 empleados en todo el mundo, Boehringer Ingelheim Animal Health tiene productos disponibles en más de 150 mercados y una presencia global en 99 países.
No se puede perder de vista que la expansión de la producción avícola a nivel mundial dada por la demanda de proteína para el hombre resulta en una alta concentración de animales de diferentes edades. Esto hace cada vez más difícil el control de esta patología, responsable directa de muchas enfermedades secundarias que no permiten al ave expresar su máximo potencial impactando, por ende, en el rendimiento económico de la explotación.
Técnicas diagnósticas
A fines diagnósticos, el laboratorio es un socio estratégico antes y después de la vacunación. La serología es utilizada para determinar si existe respuesta inmune o no; además es una técnica muy importante a la hora de determinar si un plantel ha sido o no infectado antes de la vacunación.
La detección del antígeno por PCR en hisopados cloacales y faríngeos brindará una indicación más precisa del status de la infección, siendo un método altamente recomendado.
La inclusión de vacunas vivas contra micoplasmosis en los planes vacunales de reproductoras livianas y pesadas es en la actualidad una práctica corriente y altamente eficaz. Las vacunas vivas producidas a partir de cepas TS-11 y MS-H para el control de Mycoplasma gallisepticum y Mycoplasma sinoviae, respectivamente, se utilizan en la producción avícola desde hace varios años y con muy buenos resultados.
Boehringer Ingelheim es una de las 20 principales empresas farmacéuticas del mundo. Con sede en Ingelheim, Alemania, Boehringer Ingelheim opera actualmente con un total de aproximadamente 50.000 empleados en todo o mundo. El enfoque de la empresa familiar, fundada en 1885, es en investigación, desarrollo, fabricación y comercialización de nuevos medicamentos de alto valor terapéutico para la medicina humana y veterinaria.
En el año 2015, Boehringer Ingelheim alcanzó ventas netas de aproximadamente 14,8 mil millones de euros. Los gastos de I&D corresponden al 20,3% de las ventas netas.
Para obtener más información, visite www.boehringer-ingelheim.com.
Entre sus principales características podemos destacar que proporcionan inmunidad celular al ave, permaneciendo como portadora de por vida con una sola dosis. La inmunidad conferida dura hasta el final del ciclo productivo del animal, lo que supone una clara ventaja frente a la vacuna inactivada.
A su vez, protegen contra la infección de Mycoplasmas de campo y previenen la transmisión vertical a través del huevo. A pesar de la variabilidad antigénica que presentan las distintas cepas, las vacunas confieren protección cruzada.
La vacunación constituye, además, la alternativa alineada con la tendencia mundial en relación a la reducción del uso de antibióticos en la industria pecuaria.
A pesar de haberse utilizado de manera habitual para reducir la transmisión vertical y para el tratamiento de afecciones respiratorias, no elimina la presencia de micoplasma en las aves, limitándose a ser un mecanismo de control y no de erradicación.
La necesidad de administrar antibióticos periódicamente cada 4 o 6 semanas lo convierte en un tratamiento costoso, con el agravante que no se alcancen concentraciones tisulares adecuadas y/o, ante un manejo deficiente, puedan encontrarse residuos de la molécula administrada en el producto final.