Buenas prácticas para el manejo de equinos deportistas

Por otro lado, cada caballo debe contar con su propio comedero, bebedero y aperos. Nunca se deben compartir utensilios entre animales sin una limpieza exhaustiva. También se recomienda separar los dosificadores de medicamentos, suplementos y vitaminas, y lavarlos tras cada uso. Estas prácticas reducen el riesgo de enfermedades cutáneas y de contaminación cruzada.

Capacitación del personal y listas de control

El conocimiento y la capacitación continua del personal son fundamentales para sostener los estándares de bioseguridad.

Cada integrante del equipo debe recibir formación periódica en temas como:

• Manejo higiénico del ambiente
• Prevención del dopaje
• Bienestar animal
• Seguridad en el trabajo

Las listas de cotejo o checklists son herramientas simples y eficaces para garantizar que todas las medidas se cumplan de forma sistemática.

Las manos del personal pueden transferir patógenos o sustancias al caballo. Es obligatorio lavarlas o usar guantes desechables antes de manipular la boca, el bocado o administrar medicación oral. Se debe cambiar de guantes o lavar las manos entre caballos. Crema, jarabes o residuos de nicotina pueden contaminar al animal.

Medicamentos, alimentos y registros de los equinos

El almacenamiento adecuado es clave. Los medicamentos deben guardarse en un botiquín cerrado, bajo control del veterinario. Los alimentos y suplementos deben almacenarse aparte, limpios y libres de plagas.

Además, se deben preferir productos con registro sanitario nacional y llevar un cuaderno foliado de tratamientos, donde se anoten nombre del caballo, fecha, dosis, vía de aplicación y responsable. Esto asegura trazabilidad y control de los tiempos de retiro.

Por último, el tiempo de retiro —período necesario para eliminar una sustancia del organismo— debe calcularse junto al veterinario, considerando dosis, vía y condición del caballo.

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